Los trabajadores de la Nissan en Catalunya llevan más de un mes en huelga indefinida contra el cierre de las plantas de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca. Ante esta situación, una gran cantidad de partidos y sindicatos han corrido a tomar posiciones frente al conflicto y a aportar sus “soluciones”. Sin embargo, el actual cierre de la Nissan no responde a unos hechos aislados, casuales o puntuales, sino que parten de un plan por parte de los monopolios, asumido por sus Estados títeres, por lo que es necesario hacer un repaso exhaustivo de la situación y tener en cuenta todos los hechos que rodean al caso. Es necesario entender la naturaleza del capitalismo, su desarrollo que inevitablemente lo lleva al surgimiento de los grandes monopolios, al imperialismo y cómo éstos han respondido ante las crisis permanente que vive el sistema durante décadas y que a cada medida que adoptan lo que hacen es acentuar la profundidad de la crisis en la que el capitalismo se halla instalado.
Desde el Partido no nos hemos cansado de denunciar y de exponer que la COVID-19 ha sido una baza perfecta para los monopolios de imponer una serie de cambios y de reformas en el sistema productivo. Dicha baza la han explotado con mucha vivacidad y gran éxito para implantar medidas tales como el desarrollo e implantación del teletrabajo, el cual atomiza al trabajador, alejándolo de otros compañeros intentando socavar la organización de los trabajadores en los centros de trabajo. Además, el imperialismo convierte el desarrollo tecnológico y científico, que por su propia naturaleza deberían ayudar al trabajador haciendo su trabajo más sencillo y reduciendo su jornada laboral, en el mayor enemigo del obrero. Marx ya señalaba sobre la automatización del trabajo – que hoy recibe el nombre de robotización de la producción – que simplificaba el trabajo del obrero y le podría permitir una mayor producción en menos tiempo, pero que bajo el capitalismo la burguesía lo que hace es echar más gente a la calle aumentando así el paro forzoso y el ejército de reserva, además de llevar a la pequeña y mediana burguesía a la ruina, destruir a las PYMES que se ponen en su camino. El desarrollo de la robotización y la distribución del trabajo a nivel internacional por parte de los monopolios acelera la deslocalización de la industria radicada en países destinados a desarrollar su economía en el sector servicios hacia los países encargados de la producción industrial – fundamentalmente Asía y parte del continente americano – implicando todo ello no sólo la deslocalización de las multinacionales en Cataluña y en el resto del Estado español y la consiguiente destrucción de puestos de trabajo sino que, con ello, también se produce la destrucción de lo que se denomina la industria auxiliar que acentúa la destrucción de puestos de trabajo y el desmantelamiento total del tejido industrial; reflejándose esto en lo que está pasando con NISSAN en Barcelona hoy.
Los monopolios para optimizar la producción y acrecentar la tasa de ganancia monopolista no dudan en distribuir el trabajo a nivel mundial. Esta distribución internacional del trabajo la determinan en sus asociaciones imperialistas internacionales – OCDE, UE, Club Bildelberg, Comisión Trilateral, etcétera – utilizando a sus sucursales – los Estados-nación – para que ejecuten sus órdenes estableciendo las medidas de índole político y económico pertinentes para llevar a término la voluntad de los monopolios. Todo esto nos lleva al caso del Estado español, que con el apoyo de sus sindicatos continúan la desindustrialización y privatización, la cual sufren los trabajadores desde los años 70 del siglo pasado, acentuada tras la firma de los Pactos de la Moncloa siendo el precio pagado por el pueblo para que la burguesía monopolista del Estado español pudiera integrarse en la Unión Europea, antaño Comunidad Económica Europea.
Toda ésta planificación y distribución de la producción a nivel mundial viene a retorcer aún más las contradicciones en las que el capitalismo está inmerso, los Estados nación han entregado la soberanía nacional constituyéndose en auténticas marionetas de los monopolios. El desarrollo del imperialismo, y su distribución mundial del trabajo, nos muestra que para los imperialistas el Estado español tiene que centrar su economía en el sector terciario y, fundamentalmente, en el turismo y en esa lógica debe completarse la deslocalización total de la industria hacia las zonas o regiones del mundo cuya economía se centre en el sector secundario, industrial, y convertir la economía española en una economía fundamentada en ser el turismo y en el ocio empobreciéndose cada vez más los trabajadores del Estado español.
Esta es la razón por la que los trabajadores de NISSAN y las empresas auxiliares se quedarán en la calle, negándosele por tanto su derecho al trabajo que implica la negación a los medios de vida en este sistema. Ante este escenario, los partidos del capital han adoptado dos posiciones, por un lado la derecha pide al Gobierno que se dé más dinero público a los empresarios para que éstos mantengan las producciones en el Estado español, mientras la ‘izquierda’ del sistema ha ido tomando posiciones oportunistas que no tienen en cuenta la realidad material tanto en sus discursos como en sus actos, de tal modo que “amenazan” con la nacionalización de las empresas que se deslocalizan.
Así, escuchamos hoy a los representantes de partidos burgueses por todo el país llenarse la boca con “la nacionalización” de la Nissan y reorientar su producción, como decía Iñigo Errejón en sus redes sociales o nacionalización y empatía como difundía Gabriel Rufián por su Twitter y en el Congreso de los Diputados. Por supuesto, también el vicepresidente Pablo Iglesias hablaba de su posible nacionalización durante su segunda intervención en la comisión de reconstrucción del Congreso alegando que es compatible con la Constitución, cómo si eso ya fuera más que suficiente. Pero parece que se les olvida que todos ellos son unos firmes defensores de la Unión Europea y demás agrupaciones imperialistas, y que todos ellos han alabado sus medidas y en ninguna ocasión se han opuesto a la voluntad de los monopolios. Y es que como hemos visto, la Unión Europea y la OCDE están defendiendo la distribución internacional del trabajo realizado por los monopolios y el desmantelamiento de la industria en el Estado español, como lo fue la minería, es su obra. Por tanto, es indigno ver a representantes de ERC o de PODEMOS señalar que están con los trabajadores de NISSAN y, a la par, defender con uñas y dientes a la UE y demás agrupaciones imperialistas que es donde se determinan las deslocalizaciones y la distribución internacional del trabajo.
A los que hablan de nacionalización de la Nissan delante de las cámaras, pero luego resulta que es todo papel mojado porque ni se plantean desafiar a la Unión Europea ni mucho menos a los monopolios que la controlan, sólo se les puede denominar de una forma: oportunistas. Su interés es aparentar que dan la cara para que les votemos, mientras a la hora de la verdad venden a los trabajadores para sostener sus privilegios, sus prebendas. ¿Cómo puede Alberto Garzón hablar de hacer un plan de reindustrialización mientras Izquierda Unida se excusa con que la Unión Europea les ata de pies y manos en otras cuestiones? ¿Cómo puede hablar Gabriel Rufián de nacionalización cuando en Catalunya gobernaron junto al PSC e ICV-Esquerra Unida durante siete años en los que se perdió una gran cantidad de tejido industrial y desde la Conselleria de Treball firmaron todos los EREs y ERTEs habidos y por haber o, por ejemplo, imponiendo el plan Bolonia a base de palizas a estudiantes? Por no hablar de toda la privatización de los servicios públicos que llevaron a cabo de la mano de la corrupta CiU. Cabe recordar que en Catalunya ya existía una empresa dedicada a los vehículos de propiedad estatal, la “PEGASO” y que fue vendida al grupo italiano IVECO en 1994. A su vez cabe recordar aquí el caso justamente de la NISSAN en 2011, donde UGT traicionó a los trabajadores y los arrastró a la mayor indignidad, como fue votar favorable la traición que UGT y USO ya habían perpetrado. Todo esto fue votado y apoyado por los propios trabajadores que se dejaron arrastrar por promesas vacías, como se ha comprobado 9 años después. De la NISSAN hay que extraer enseñanzas, entre ellas, que los trabajadores no deben ceder jamás a las pretensiones de los capitalistas y que hay que desterrar del movimiento obrero a los sindicatos del Capital financiados por el Estado como son CCOO y UGT. Los trabajadores en el centro de trabajo deben organizarse para defender sus condiciones de trabajo en el sindicalismo de clase fortaleciendo los sindicatos de la FSM y deben organizarse política e ideológicamente desde los centros de trabajo en el Partido para derrocar al capitalismo y construir el socialismo.
El imperialismo supone hoy un freno objetivo al desarrollo de las fuerzas productivas y al desarrollo del ser humano. La única manera de desarrollarnos como sociedad sería destruir esas relaciones de producción anticuadas que suponen un freno y armonizar las mismas al desarrollo de las fuerzas productivas, de tal modo que seamos los trabajadores los que seamos dueños de los medios de producción y planifiquemos la economía y la producción en base a nuestros intereses siendo dueños totales de lo que producimos. Dar otro discurso es engañar a la clase trabajadora y aturdir su conciencia de clase para alargar la corrupta y decrépita existencia del sistema capitalista caduco.
Por ello desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya decimos y proclamamos que no hay otra salida para el pueblo que acabar con el capitalismo y construir el socialismo. Es el momento de que todos los sectores que conforman la clase obrera unan sus luchas en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado, conformando un Frente Único del Pueblo que sirva no sólo como instrumento de unidad de la clase obrera para organizar dicha lucha sino también que progresivamente se vaya constituyendo en contrapoder obrero con el que podamos contrarrestar el poder del Estado burgués. Asimismo, hacemos un llamamiento a todos los obreros a organizarse sindicalmente en las fábricas y en las empresas bajo la bandera del sindicalismo de clase, fortaleciendo a los sindicatos de la FSM y uniendo a los trabajadores y las luchas de las distintas fábricas y sectores en una única lucha contra la Patronal y por la socialización de todas las empresas. Por último, también hacemos un llamamiento a los obreros más avanzados en términos de conciencia de clase a unirse al PCOC para fortalecer las filas del Partido, lo cual es esencial para que la clase obrera pueda llevar a término su misión histórica: Derrocar el capitalismo y construir el socialismo.
¡Fuera de la UE, abajo el imperialismo!
¡Por la unidad y la organización de la clase obrera!
¡Derroquemos al capitalismo y construyamos el socialismo!
Barcelona, 15 de junio de 2020
Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya (P.C.O.C.)
El conflicte a la Nissan treu les caretes de l’oportunisme
Els treballadors de la Nissan a Catalunya porten més d’un mes en vaga indefinida contra el tancament de les plantes de Zona Franca, Montcada i Reixac i Sant Andreu de la Barca. Davant d’aquesta situació, una gran quantitat de partits i sindicats han corregut a prendre posicions enfront del conflicte i a aportar les seves “solucions”. No obstant això, l’actual tancament de la Nissan no respon a uns fets aïllats, casuals o puntuals, sinó que parteixen d’un pla per part dels monopolis, assumit pels seus Estats titelles, per la qual cosa és necessari fer un repàs exhaustiu de la situació i tenir en compte tots els fets que envolten al cas. És necessari entendre la naturalesa del capitalisme, el seu desenvolupament que inevitablement el porta al sorgiment dels grans monopolis, a l’imperialisme i com aquests han respost davant les crisi permanent que viu el sistema durant dècades i que a cada mesura que adopten accentua la profunditat de la crisi en la qual el capitalisme es troba instal·lat.
Des del Partit no ens hem cansat de denunciar i d’exposar que la COVID-19 ha estat una jugada perfecta per als monopolis d’imposar una sèrie de canvis i de reformes en el sistema productiu. Aquesta jugada l’han explotat amb molta vivacitat i gran èxit per a implantar mesures com ara el desenvolupament i implantació del teletreball, el qual atomitza al treballador, allunyant-lo d’altres companys intentant soscavar l’organització dels treballadors en els centres de treball. A més, l’imperialisme converteix el desenvolupament tecnològic i científic, que per la seva pròpia naturalesa haurien d’ajudar al treballador fent el seu treball més senzill i reduint la seva jornada laboral, en el major enemic de l’obrer. Marx ja assenyalava sobre l’automatització del treball – que avui rep el nom de robotizació de la producció –que simplificava el treball de l’obrer i li podria permetre una major producció en menys temps – però que sota el capitalisme la burgesia el que fa és deixar a més gent al carrer augmentant així l’atur forçós i l’exèrcit de reserva, a més de portar a la petita i mitjana burgesia a la ruïna, destruir a les PIMES que es posen en el seu camí. El desenvolupament de la robotizació i la distribució del treball a nivell internacional per part dels monopolis accelera la deslocalització de la indústria radicada en països destinats a desenvolupar la seva economia en el sector serveis cap als països encarregats de la producció industrial – fonamentalment Àsia i part del continent americà – implicant tot això no sols la deslocalització de les multinacionals a Catalunya i en la resta de l’Estat espanyol i la consegüent destrucció de llocs de treball sinó que també es produeix la destrucció del que es denomina la indústria auxiliar que accentua la destrucció de llocs de treball i el desmantellament total del teixit industrial; reflectint-se així en el que està passant amb NISSAN a Barcelona avui.
Els monopolis, per a optimitzar la producció i fer créixer la taxa de guany monopolista no dubten en distribuir el treball a nivell mundial. Aquesta distribució internacional del treball la determinen en les seves associacions imperialistes internacionals – OCDE, UE, Club Bildelberg, Comissió Trilateral, etcètera – utilitzant a les seves sucursals – els Estats-nació – perquè executin els seus ordres establint les mesures d’índole polític i econòmic pertinents per a portar a terme la voluntat dels monopolis. Tot això ens porta al cas de l’Estat espanyol, que amb el suport dels seus sindicats continuen la desindustrialització i privatització, la qual sofreixen els treballadors des dels anys 70 del segle passat, accentuada després de la signatura dels Pactes de la Moncloa sent el preu pagat pel poble perquè la burgesia monopolista de l’Estat espanyol pogués integrar-se a la Unió Europea, antany Comunitat Econòmica Europea.
Tota aquesta planificació i distribució de la producció a nivell mundial ve a retorçar encara més les contradiccions en les quals el capitalisme està immers, els Estats nació han lliurat la sobirania nacional constituint-se en autèntiques marionetes dels monopolis. El desenvolupament de l’imperialisme, i la seva distribució mundial del treball, ens mostra que per als imperialistes l’Estat espanyol ha de centrar la seva economia en el sector terciari i, fonamentalment, en el turisme i en aquesta lògica ha de completar-se la deslocalització total de la indústria cap a les zones o regions del món l’economia del qual se centri en el sector secundari, industrial, i convertir l’economia espanyola en una economia fonamentada en el turisme i en l’oci empobrint cada vegada més als treballadors de l’Estat espanyol.
Aquesta és la raó per la qual els treballadors de NISSAN i les empreses auxiliars es quedaran al carrer, negant-se-li tant el seu dret al treball que implica la negació als mitjans de vida en aquest sistema. Davant aquest escenari, els partits del capital han adoptat dues posicions, d’una banda la dreta demana al Govern que es donin més diners públics als empresaris perquè aquests mantinguin les produccions en l’Estat espanyol mentre “l’esquerra” del sistema ha anat prenent posicions oportunistes que no tenen en compte la realitat material tant en els seus discursos com dels seus actes, de tal manera que “amenacen” amb la nacionalització de les empreses que es deslocalitzen.
Així, escoltem avui als representants de partits burgesos per tot el país omplir-se la boca amb “la nacionalització” de la Nissan i reorientar la seva producció, com deia Iñigo Errejón en les seves xarxes socials o nacionalització i empatia com difonia Gabriel Rufián pel seu Twitter i en el Congrés dels Diputats. Per descomptat, també el vicepresident Pablo Iglesias parlava de la possible nacionalització durant la seva segona intervenció en la comissió de reconstrucció del Congrés al·legant que és compatible amb la Constitució, com si això ja fos més que suficient. Però sembla que se’ls oblida que tots ells són uns ferms defensors de la Unió Europea i altres agrupacions imperialistes, i que tots ells han lloat les seves mesures i en cap ocasió s’han oposat a la voluntat dels monopolis. I és que com hem vist, la Unió Europea i l’OCDE estan defensant la distribució internacional del treball realitzat pels monopolis i el desmantellament de la indústria en l’Estat espanyol, com per exemple la mineria, en el seu moment. Per tant, és indigne veure a representants d’ERC o de PODEMOS assenyalar que estan amb els treballadors de NISSAN i, a l’una, defensar amb ungles i dents a la UE i altres agrupacions imperialistes que és on es determinen les deslocalitzacions i la distribució internacional del treball.
Als que parlen de nacionalització de la Nissan davant de les cambres, però després resulta que és tot lletra morta perquè ni es plantegen desafiar a la Unió Europea ni molt menys als monopolis que la controlen, només se’ls pot denominar d’una forma: oportunistes. El seu interès és aparentar que donen la cara perquè els votem, mentre a l’hora de la veritat venen als treballadors per a sostenir els seus privilegis, les seves prebendes. Com pot Alberto Garzón parlar de fer un pla de reindustrialització mentre Izquierda Unida s’excusa dient que la Unió Europea els lliguen de peus i mans en altres qüestions? Com pot parlar Gabriel Rufián de nacionalització quan a Catalunya van governar al costat del PSC i ICV-Esquerra Unida durant set anys en què es va perdre una gran quantitat de teixit industrial i des de la Conselleria de Treball van signar tots els ERTs i ERTOs haguts i per haver o, per exemple, imposant el pla Bolonya a base de pallisses a estudiants? Per no parlar de tota la privatització dels serveis públics que van dur a terme de la mà de la corrupta CiU. Cal recordar que a Catalunya ja existia una empresa dedicada als vehicles de propietat estatal, la “PEGASO” i que va ser venuda al grup italià IVECO en el 1994. Alhora cal recordar aquí el cas justament de la NISSAN al 2011, on UGT va trair als treballadors i els va arrossegar a la major indignitat, com va ser votar favorable la traïció que UGT i USO ja havien perpetrat. Tot això va ser votat i secundat pels propis treballadors que es van deixar arrossegar per promeses buides, com s’ha comprovat 9 anys després. De la NISSAN cal extreure ensenyaments, entre elles, que els treballadors no han de cedir mai a les pretensions dels capitalistes i que cal fer fora del moviment obrer als sindicats del Capital finançats per l’Estat com són CCOO i UGT. Els treballadors en el centre de treball han d’organitzar-se per a defensar les seves condicions de treball en el sindicalisme de classe enfortint els sindicats de la FSM i han d’organitzar-se política i ideològicament des dels centres de treball en el Partit per a enderrocar al capitalisme i construir el socialisme.
L’imperialisme suposa avui un fre objectiu al desenvolupament de les forces productives i al desenvolupament de l’ésser humà. L’única manera de desenvolupar-nos com a societat seria destruir aquestes relacions de producció antiquades que suposen un fre i harmonitzar aquestes al desenvolupament de les forces productives, de tal manera que siguem els treballadors els que siguem amos dels mitjans de producció i planifiquem l’economia i la producció sobre la base dels nostres interessos sent amos totals del que produïm. Donar un altre discurs és enganyar a la classe treballadora i atordir la seva consciència de classe per a allargar la corrupta i decrèpita existència del sistema capitalista caduc.
Per això des del Partit Comunista Obrer de Catalunya diem i proclamem que no hi ha una altra sortida per al poble que acabar amb el capitalisme i construir el socialisme. És el moment de que tots els sectors que conformen la classe obrera uneixin les seves lluites en una única lluita de classes contra el capitalisme i el seu Estat, conformant un Front Únic del Poble que serveixi no sols com a instrument d’unitat de la classe obrera per a organitzar aquesta lluita sinó també que progressivament es vagi constituint el contrapoder obrer amb el qual puguem contrarestar el poder de l’Estat burgès. Així mateix, fem una crida a tots els obrers a organitzar-se sindicalment a les fàbriques i en les empreses sota la bandera del sindicalisme de classe, enfortint als sindicats de la FSM i unint als treballadors i les lluites de les diferents fàbriques i sectors en una única lluita contra la Patronal i per la socialització de totes les empreses. Finalment, també fem una crida als obrers més avançats en termes de consciència de classe a unir-se al PCOC per a enfortir les files del Partit, la qual cosa és essencial perquè la classe obrera pugui portar a terme la seva missió històrica: Enderrocar el capitalisme i construir el socialisme.
Fora de la UE, a baix l’imperialisme!
Per la unitat i l’organització de la classe obrera!
Enderroquem al capitalisme i construïm el socialisme!
Barcelona, 15 de juny de 2020
Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya (P.C.O.C.)