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El sistema educativo exhibe, una vez más, su carácter de clase

Educacion

A medida que pasa el tiempo se está haciendo cada vez más patente que la crisis del COVID-19 ha acentuado, más aún, el retroceso de la clase trabajadora. Se clarifica de nuevo que las crisis las pagamos las clases populares y los beneficios y el rédito se lo lleva la clase parásita de la burguesía y sus títeres burócratas y parlamentarios. El día 2 de abril conocíamos que los puestos de trabajo perdidos desde el inicio del Estado de Alarma ascendían a 900.000, elevando la cifra de parados a 3’5 millones. En otras palabras, en 15 días se ha perdido tanto empleo como en los 5 meses que acompañaron el estallido de la crisis de 2008.

La pandemia no ha hecho otra cosa que acelerar algo que era inevitable y que el PCOE lleva advirtiendo durante años: la caducidad del sistema capitalista es tal que ni si quiera es capaz de afrontar una enfermedad con una tasa de letalidad del 2% al 4%. Esto es, entre otros motivos, debido a que la temporalidad y el empleo precario impulsado por quienes nos roban la riqueza todos los días, la burguesía, no pueden mantener un sistema público en condiciones, y en consecuencia se obtienen los recortes en sanidad, pensiones, educación, etc.

En materia de educación, ya hablamos en otro artículo que la educación pública, por mucho que se defienda, en el capitalismo sólo favorece a la burguesía, tanto en contenido, como en valores y en metodología. Así, los alumnos que tienen orígenes humildes tienen más complicado el aprendizaje y la adquisición de unos conceptos mínimos que les permitan desarrollarse como plenos seres humanos a lo largo de sus vidas. Así, el informe de 2018 llamado “Desigualdades socioeconómicas y rendimiento académico en España” y elaborado por el Observatorio Social de “la Caixa”, establece los siguiente puntos clave entre otros:

“1. A la edad de 15 años, se constata la existencia de una brecha de 82 puntos PISA (equivalentes a dos años de escolarización) entre los alumnos de hogares con un mayor nivel socioeconómico y aquellos de hogares con un menor nivel socioeconómico.
2. En España, la pertenencia a un hogar situado en el cuartil inferior de nivel socioeconómico multiplica por 6 el riesgo de obtener un rendimiento académico muy bajo. […]
4. Los resultados de las pruebas de lectura llevadas a cabo a los 10 años muestran diferencias considerables según el nivel socioeconómico y cultural de las familias. Tal desigualdad aparece temprano en la vida de los jóvenes y luego se mantiene o queda exacerbada durante la educación secundaria.”

Por tanto, ya sea pública, concertada o privada, la cuestión de clase siempre estará presente en el capitalismo, pues esta rezuma de todos sus poros.

Más aún se ha hecho patente esta cuestión al declararse el Estado de Alarma el 14 de marzo de este año. Y es que a la clase política “progresista” en el gobierno actual le ha salpicado en la cara el sistema educativo mediocre que se imparte en este país, siendo incapaces de garantizar el derecho a la educación de forma telemática durante el tiempo que dure el confinamiento. Esto ya no es sólo algo que afecta a los alumnos (niños, adolescentes y adultos), sino que afecta también a los profesores. Ambas partes se han visto abarrotadas de una carga de trabajo completamente desproporcionada por la falta de medidas y medios realmente efectivos.

Por un lado, nos encontramos con la llamada “brecha digital”, esto es, la existencia de familias con limitaciones de acceso a internet o las nuevas tecnologías. Pedro Sánchez sacaba pecho hace unos días con que España se había convertido en “el quinto país del mundo con mayor tráfico de datos en Internet” ante esta nueva situación. No obstante, no cuenta la marioneta del Estado que un 70% de los españoles tiene un nivel de competencias en las nuevas tecnologías básico o inferior, sin contar que un 8% de los hogares españoles ni si quiera cuenta con conexión a la red. Estos datos muestran la dificultad con la que las clases populares recibirán una docencia en condiciones en sus casas, frente a los hijos de familias adineradas con mayor acceso a las nuevas tecnologías.

Por otro, el profesorado (al que también afecta la brecha digital) se encuentra con que debe realizar evaluaciones en muchos casos con la mínima información, el uso de entornos/plataformas improvisados por las Consejerías de Educación, una comunicación con el alumnado mucho más deficiente… Y todo esto dando palos de ciego, improvisando, muchas veces siendo informados de las novedades de la situación actual a través de la prensa o los telediarios antes que por vías internas. Además de que todas las medidas tomadas y por tomar son, por definición, una suerte de despotismo ilustrado: educar sin los educadores.

Vemos por tanto que las instituciones de la Educación en el capitalismo ni escuchan a los trabajadores que la necesitan ni escuchan a los trabajadores que la imparten. En este sistema se impone el sálvese quien pueda, lo cual sólo deja atrás a los trabajadores que con el sudor de su frente pagan las comodidades de la burguesía. Es necesaria, entonces, una verdadera educación popular. Una educación en valores obreros, en la que los mediadores sean el profesorado y las familias, no ningún burócrata intermediario. La posibilidad de llevar esto a cabo sólo podrá materializarse construyendo el socialismo y que los trabajadores sean productores y dueños de las fábricas, del campo, de las escuelas… Por ello, desde el PCOE impulsamos la creación del Frente Único del Pueblo, punto de encuentro de trabajadores de todos los sectores, de parados, de jubilados, de estudiantes, de amas de casa… para juntarnos de una vez por todas y acabar con este sistema putrefacto que sólo genera pobreza, incultura e ignorancia.

¡Por una educación obrera!
¡Camarada, construyamos el Frente Único del Pueblo!
¡Por el Socialismo!
Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Hay que liquidar al oportunismo y a la aristocracia obrera. ¡Por la unidad del Sindicalismo de Clase, por el desarrollo de la FSM!

Huelguita
 
El pasado día 7 de abril, en el diario digital infolibre.es y, más concretamente, en la sección denominada “PLAZA PÚBLICA”, publicaba el Secretario General de CCOO, Unai Sordo, un artículo de opinión titulado “Medidas a priori para contener el desastre” que evidencian no sólo su servidumbre para con la Patronal, sino que retratan a CCOO como lo que es: un instrumento del capitalismo monopolista al servicio del Estado, de los monopolios, de la burguesía. Algo que también es aplicable a UGT.

Sordo Calvo deja patente en su artículo la adhesión plena de CCOO y UGT al Gobierno de PSOE y PODEMOS-IU/PCE, cuya acción sigue la mayoría de las directrices acordadas por la Patronal – CEOE y CEPYME –, CCOO y UGT, un par de días antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma.

La medida “estrella” del acuerdo de 12 de marzo era, según Sordo Calvo, “la utilización de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) como alternativas a los despidos, así como habilitar ‘un fondo de ayuda extraordinario para cubrir las mismas’”. La táctica, según describe en su narración cronológica de los acontecimientos producidos desde el 12 de marzo, es que hasta el 27 de marzo, “se había abierto una vía de canalización (ERTE, y adaptación de jornada) pero había que cerrar otra: los despidos”, vía de canalización, la de los despidos que, según Sordo Calvo, plantearon cerrar “al Gobierno en una reunión virtual el 23 de marzo y se materializó en el Consejo de Ministros del 27 eliminando temporalmente como causa de despido objetivo aquellas de fuerza mayor así como las económicas, organizativas y productivas que pueden justificar un ERTE”. Por tanto, a tenor de lo expresado en dicho artículo del Secretario General de CCOO, el Gobierno ha sido diligente a la hora de seguir las políticas recomendadas por dicho sindicato. Y es que, ya se sabe, ¡qué haría el capitalismo monopolista español sin CCOO!

Quien conozca cómo funciona el capitalismo monopolista de Estado sabe, a la perfección, que el acuerdo al que el Secretario General de CCOO se refiere de 12 de marzo refleja la voluntad de quienes realmente ostentan el poder del Estado y lo ejercen sin dar la cara, los monopolios, y ello se corrobora viendo a quién benefician las medidas contenidas en él. Ya están las marionetas, entre las que se encuentran CCOO, UGT y el Gobierno, para escenificar las decisiones que determinan quiénes ostentan el poder real y que no dan la cara.

Sordo Calvo, en su artículo, dice claramente que “habíamos puesto las bases de lo que debía ser el modo de evitar que el enorme parón de actividad que venía se tradujera en una destrucción de puestos de trabajo de dimensiones imprevisibles”. Saca pecho el Secretario General de CCOO de dichas medidas cuando, en el mismo artículo, cita los siguientes datos que demuestran lo nocivas que han sido dichas medidas para los trabajadores, y lo beneficiosas que han sido para los empresarios:

● “En marzo el dato de paro registrado aumenta en 302.000 personas, el peor dato conocido (en enero de 2009, un mes nefasto para el empleo, el aumento fue de 200.000 personas)”.

● “Entre el 12 y el 31 de marzo, la afiliación a la seguridad social se desmorona en 900.000 personas. Desaparecen 550.651 cotizantes con contrato temporal (el 77% del total del mes)”.

● “se han presentado un número oficialmente reconocido de 246 mil ERTEs. En datos de CCOO el dato oficioso es de 343.138 ERTEs presentados, que afectarían (de aprobarse todos) a más de 2.500.000 trabajadores”.

A tenor de estos resultados – más de 2 millones y medio de trabajadores que perderán, como mínimo, un 30% de su salario en los 180 días siguientes a la suspensión de sus contratos, que serán asumidos por el Estado, y que en esos 6 meses pueden ver la extinción de sus contratos y la pérdida de sus puestos de trabajo, unido a los 302 mil parados más de marzo – hay que tener muy poca vergüenza y engañar vilmente a los trabajadores para afirmar que “Se puede decir sin ninguna duda que la anticipación ha salvado cientos de miles de empleos, máxime cuando Sordo Calvo prevé que “Vendrá un mes de abril que será igualmente duro en materia de empleo.

Ahí tenemos nuevamente a CCOO sacando pecho de esta nueva traición a los trabajadores, algo que, por otra parte, llevan 4 décadas haciendo. Y es que estas medidas, aparte de resultar totalmente nocivas para la clase obrera como demuestran los propios datos que da Sordo Calvo, no son más que una nueva transferencia de riqueza a favor de la burguesía de tal modo que:

● Con el Permiso Retribuido Recuperable, “que no deja de ser una distribución irregular de jornada en cómputo anual”, como el propio Sordo Calvo reconoce en su artículo, se garantiza al empresario la extracción intensiva de plusvalía tras pasar el estado de alarma hasta final de año. El empresario se garantiza intensificar la extracción de plusvalía, pero el obrero no consigue más que incrementar su grado de explotación. Ahí tenemos a CCOO aplaudiendo y abrazando una medida introducida por la nociva reforma laboral de Zapatero, profundizada posteriormente por la reforma laboral de Rajoy. Reformas laborales que, lejos de desaparecer, sin duda, serán el punto de partida de sucesivas reformas donde los trabajadores seguirán perdiendo derechos, salvo que la clase trabajadora rompa con el Estado burgués y, consecuentemente, envíe al estercolero de la historia al sindicalismo corrompido de CCOO y UGT.

● Con los ERTEs, el trabajador pierde como mínimo un 30% de su salario en los 180 primeros días. A partir del sexto mes, muchos de esos ERTEs se transformarán en EREs, es decir, lo que son hoy suspensiones de contratos se transformarán en extinciones de contratos, despidos. A quien sin duda beneficia el ERTE es al empresario, que le exime del pago de los salarios y las cotizaciones a la seguridad social, transfiriendo un gasto mayor al Estado que, sin duda, afrontará dicho compromiso recortando todavía más en partidas sociales, como será la sanidad, la educación, la dependencia, etcétera, elevando el coste de la vida a la clase obrera.

● Con el Real Decreto 8/2020 de 17 de marzo, que Sordo Calvo en parte hace suyo – “El 17 de marzo se decreta un paquete de medidas sociolaborales que recoge parte de las propuestas del documento sindical y patronal” -, el Gobierno moviliza 117.530 millones de euros de dinero público de los que 112.200 millones de euros son destinados a los empresarios, o lo que es lo mismo un 95,46% de ese dinero público comprometido; por los 5.330 millones de euros destinados para el pueblo trabajador, o lo que es lo mismo, el 4,54% del dinero público comprometido. Ni que decir tiene que ese dinero público movilizado, en forma de avales públicos a los créditos, serán gestionados por los Bancos, los cuales no sólo obtendrán beneficio por la vía del interés, sino que también colocarán todo tipo de productos financieros, como por ejemplo todo tipo de seguro, con lo que el negocio es redondo para los bancos, teniendo como garantía al Estado.

Pero si esta transferencia de riqueza a favor de la burguesía fuera poco, tanto el Gobierno, como el Secretario General de CCOO cuando señala que el Consejo de Ministros del 27 de marzo eliminó temporalmente como causa de despido objetivo aquellas de fuerza mayor así como las económicas, organizativas y productivas que pueden justificar un ERTE”, no hacen más que un ejercicio de trilerismo político, un engaño más contra el proletariado. Con esta medida, y toda su propaganda, lo que pretenden es hacer albergar en el cerebro de los trabajadores la idea de que prohíben el despido como consecuencia del COVID-19. Sin embargo, es una triquiñuela, pues ese despido objetivo por COVID-19 pasaría a ser despido improcedente, es decir, pasaría de 20 días por año a 33 días por año. Pero es más, el contenido de ese RD lo que le dice al empresario es que, si emplea el despido objetivo, lo haga eludiendo poner como causa el COVID-19, por lo que el despido objetivo sigue plenamente vigente y las empresas siguen empleándolo de manera cotidiana. Por cierto, Sánchez fue aupado por la ‘izquierda’ del sistema – ya sea españolista o independentista -, en junio hará 2 años, con el aplauso de CCOO y UGT y todavía, casi dos años después, sigue rigiendo la Reforma Laboral de Rajoy. Reforma Laboral que ya dijeron tanto la Ministra de Trabajo – de PODEMOS-IU – como CCOO y UGT que no se puede derogar, mucho antes de decretarse el estado de alarma, cuando el COVID-19 no había salido de China.

Después de todo esto, el Secretario General de CCOO, que atiende a los apellidos Sordo Calvo, tiene la desvergüenza de señalar que “Toca seguir protegiendo a las personas sin recursos. No resolver esta crisis por exclusión, sobre las espaldas del precariado, los inquilinos pobres, la clase trabajadora más nómada. Reforzar las redes de protección social ante la emergencia (…) El reto es enorme. La disposición a afrontarlo, también” cuando, a tenor de las políticas realizadas, están traicionando nuevamente a la clase obrera sirviendo diligentemente al gran Capital. Es miserable que Sordo Calvo hable de evitar una destrucción de puestos de trabajo de dimensiones imprevisibles” cuando su sindicato, junto con UGT, han liquidado sectores enteros como la minería, han deteriorado el empleo hasta la saciedad, y han firmado todos los EREs que les han puesto por delante en la industria y otros sectores de la producción, fundamentalmente en la segunda mitad de la década de los 90s y durante estas dos primeras décadas del siglo XXI; sectores a los que han mermado de manera notable, como por ejemplo, la industria. EREs por los que, según la prensa burguesa en el año 2011, cobraban entre un 5% y un 10% del monto del despido colectivo:


Por no hablar de lo que están haciendo en Empresas como Telefónica, firmando los planes de bajas incentivadas, denominado Plan de Suspensión Individual (PSI), que permitió a este monopolio destruir 2.636 puestos de trabajo estables favoreciendo la política de precarización del trabajo mediante la fórmula de las segregaciones de empresas al objeto de que el trabajo sea realizado por subcontratas y falsos autónomos, depauperando al máximo las condiciones de trabajo y fomentando, todavía más, la división de los trabajadores.

Tras la Gloriosa Revolución de Octubre de 1917, la forma superior en la que se expresa la lucha de clases y la contradicción fundamental que rige en el mundo, se manifiesta en la lucha a nivel mundial entre el socialismo – que es la máxima aspiración que en el momento actual puede alcanzar el proletariado – y el imperialismo – máxima aspiración de los monopolios.

Quien conozca el desarrollo del movimiento sindical en el mundo tras la II Guerra Mundial contempla que esa contradicción fundamental entre socialismo e imperialismo también se reproduce en el terreno sindical. De tal modo que, por un lado, se hallan los sindicatos de clase, los sindicatos que reconocen la lucha de clases como la fuerza motriz del desarrollo y el progreso de la sociedad y que aspiran a la supresión de la explotación capitalista y la superación de dicho sistema económico – el sindicalismo de clase aglutinado en la Federación Sindical Mundial (FSM) – y los sindicatos de los monopolios que abrazan el interclasismo, la subordinación de la fuerza de trabajo a los intereses del capital, o lo que es lo mismo, a los intereses del mercado y que se organizan en la Confederación Sindical Internacional (CSI). Ambos sindicatos mundiales engloban a multitud de sindicatos de los distintos países y conforman sus filas centenares de millones de obreros en el mundo.

Sin duda, los comunistas tenemos que participar en los sindicatos y tenemos que esforzarnos en ensanchar entre la clase obrera la organización sindical, fundamentalmente porque es la formulación primaria de organización de la clase trabajadora, de las masas trabajadoras rompiendo su dispersión y su atomización. Para los comunistas es esencial la relación Partido-clase-masa y, por ello, los comunistas debemos volcarnos en el desarrollo de la organización sindical.

El desarrollo de la lucha de clases nos ha legado un movimiento comunista dividido, un movimiento sindical dividido en sindicalismo de clase – FSM – y sindicalismo corrompido de subordinación del proletariado al Capital – CSI. Sin duda, la posición de los comunistas debe ser la de la participación en los sindicatos y, concretamente, en el fortalecimiento del sindicalismo de clase, de la FSM. Y dentro de la FSM en el Estado español, nos corresponde luchar por la unidad sindical de todos los sindicatos afiliados a la FSM en base a dos principios fundamentales: 1) el reconocimiento de la lucha de clases como motor de desarrollo de la sociedad; 2) el internacionalismo proletario, anteponiendo la cuestión de clase a la cuestión nacional y siendo conscientes de que, en el desarrollo actual del imperialismo, el reconocimiento pleno de los derechos democráticos de las naciones oprimidas hoy están subordinados a la emancipación de la clase oprimida, de la clase obrera, que no es otra cosa que la conquista del socialismo.

Es fundamental fortalecer la FSM, que pasa por la unidad de los sindicatos afiliados y amigos de la FSM en el estado español, para conformar un polo lo suficientemente fuerte como para atraer al mayor número de trabajadores, que en su mayoría no tienen adscripción sindical y desconfían de CCOO y UGT, en los que visualizan la corrupción y la podredumbre, y para arrancar a los elementos que puedan quedar sanos de los aparatos sindicales del Estado – CCOO y UGT.

Un sindicato es una organización de masas y el movimiento de la clase obrera y de otras capas de trabajadores cuyo objetivo es la defensa de sus intereses económicos y políticos. Sin duda, contemplamos que en este país, tanto CCOO como UGT defienden los intereses económicos y políticos de los monopolios, del Estado. Esos sindicatos hoy, sin duda, son mantenidos por el Estado y sus prebendas, entre las que está la de negociar en nombre de los trabajadores a pesar de no tener implantación entre ellos, como está aconteciendo en la negociación de miles de EREs y ERTEs en empresas donde no existe representación sindical; es el burgués el que le otorga la legitimidad con su podrida legalidad, no los obreros con su organización y afiliación. El desarrollo del capitalismo monopolista, lejos de fortalecer a CCOO y UGT en términos cuantitativos, de masa, lo que ha hecho es debilitarlos, alejando a los trabajadores de dichas centrales sindicales.

Señalaba Lenin en ¿qué hacer? que “nuestro deber [como comunistas] consiste en desenmascarar asimismo toda nota conciliadora, de “armonía”, que se deslice en los discursos liberales en las reuniones obreras, ya se deban estas notas a que dichas gentes abriguen el convencimiento sincero de que es deseable una colaboración pacífica de las clases (…)”. Sin embargo, leemos a organizaciones que se autodenominan “comunistas” señalando, de manera pública, cosas tal falsas como la siguiente:


Flaco favor hacen los que se denominan “comunistas” engañando a los trabajadores llamándolos a organizarse en torno a CCOO, al que muestra como ejemplo de sindicato “de clase combativo” cuando ese sindicato hoy, al igual que UGT, forma parte del Estado, y es un instrumento no de las masas proletarias, sino del Estado que no duda en financiarlos y en otorgarles prebendas de carácter político al objeto de subordinar a la clase trabajadora a los intereses del Capital.

Estos falsos comunistas, oportunistas hasta la médula, no dudarán en arrojarnos desde su revisionismo más descarado y repugnante, a Lenin y el apartado VI ¿Deben actuar los revolucionarios en los sindicatos reaccionarios? de “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”, tachándonos de izquierdistas, para justificar su colaboración con los apéndices del Estado, como es CCOO. Sin duda, deforman a Lenin. Nosotros apoyamos plenamente la exposición ideológica realizada por Lenin. La cuestión es ser leninista, ser dialéctico, y preguntarse si aquéllos “sindicatos reaccionarios” eran como hoy, por ejemplo, es CCOO. La respuesta es rotunda y clara, no. Pero tampoco es igual el panorama sindical existente hoy al que existía en el periodo en el que Lenin elaboró dicho análisis. Hoy no es momento de intervenir en los sindicatos reaccionarios puesto que, a diferencia del tiempo que lo tocó vivir a Lenin cuando señalaba que “Para saber ayudar a «las masas» y conquistar su simpatía, su adhesión y su apoyo no hay que temer las dificultades, las cicaterías, las zancadillas, los insultos y las persecuciones por «los jefes» –que, siendo oportunistas y socialchovinistas, están en la mayor parte de los casos relacionados directa o indirectamente con la burguesía y la policía– y se debe actuar sin falta allá donde estén las masas, hoy las masas no están en dichos sindicatos reaccionarios como CCOO y UGT. Tampoco hoy es momento de crear un sindicato, como criticaba Lenin a los izquierdistas alemanes señalando que “tampoco pueden dejar de parecernos un absurdo ridículo y pueril (…) de que has de salir de los sindicatos y organizar forzosamente una “unión obrera”, nuevecita del todo y completamente pura, inventada por comunistas muy simpáticos”. De lo que se trata hoy es, como dijimos antes, del proceso inverso, de integrar todos los sindicatos de clase, cada uno de ellos con sus contradicciones y sus imperfecciones – nacidos como consecuencia de la fragmentación del movimiento sindical fruto de la derrota que significó para la clase obrera la caída de la Unión Soviética y la victoria del oportunismo – en una central sindical unitaria. La FSM es una realidad de un centenar de millones de obreros organizados, es la unión del sindicalismo de clase a nivel mundial, del sindicalismo que aspira a suprimir la explotación capitalista, que llama a sus militantes sindicales al internacionalismo proletario y a la lucha contra el imperialismo. El cúmulo de sindicatos nacidos como consecuencia de la lucha contra el oportunismo, y que en conjunto – rompiendo su atomización ya sea por sectores, por empresas o por territorios – y fusionándose todos ellos en base a los principios que dicen abrazar – la lucha de clases y el internacionalismo proletario – darían cuerpo a una central sindical de una potencia notable pero, sin duda, infinitamente superior en términos de clase. La única forma de arrancar lo poco sano que pueda quedar en los sindicatos al servicio del Estado tiene que hacerse mediante la confrontación ideológica sin cuartel entre el sindicalismo de clase y el sindicalismo corrompido de CCOO y UGT. Pero en esa pugna lo más importante es arrancar a la masa a la participación en los sindicatos y, concretamente, llevarla a engrosar las filas del sindicalismo de clase, siendo esto, la participación, lo que el Estado y los sindicatos a su servicio han llevado a mínimos históricos y pretenden evitar.

El golpe de estado perpetrado en la URSS en 1953, con el asesinato de Stalin y el triunfo del oportunismo sobre el marxismo-leninismo, condujo no sólo a la Unión Soviética a su desintegración, sino fundamentalmente y con anterioridad a la caída de la URSS, a la división del proletariado y del Movimiento Comunista. Hoy los comunistas tenemos que tener clara una enseñanza, que no es que el marxismo-leninismo ha fracasado sino el oportunismo el que ha fracasado. Esta realidad ha demostrado que el socialismo, si se desvía de los principios de la economía marxista-leninista, se desnaturaliza revirtiendo nuevamente en capitalismo ocasionando no sólo destrozo en el terreno de la base, sino también de la superestructura, esto es, tanto del Movimiento Comunista, el movimiento sindical y en las filas del proletariado, avanzando la burguesía en todos los terrenos – político, económico e ideológico. Fundamentalmente en el terreno ideológico que es el que hoy sostiene al imperialismo.

Es obligación de los comunistas actuar en los sindicatos de clase, sin duda, al igual que es obligación hacer la guerra sin cuartel al capitalismo, su Estado, al oportunismo y a su aristocracia obrera sobornada por los capitalistas que en el Estado español tienen el rostro de CCOO y UGT. Es obligación de los comunistas fortalecer la Federación Sindical Mundial (FSM), que es fortalecer sus sindicatos y, en el caso del Estado español, además, nuestra misión debe ser la de unir todo el sindicalismo de clase en una central sindical unitaria que englobe a la totalidad del sindicalismo de clase. Esa fórmula no sólo ensanchará las filas del sindicalismo de clase, no sólo atraerá a más masa proletaria que está hoy fuera del sindicalismo, sino también para acabar con la dispersión del sindicalismo de clase en el desarrollo de un proceso dialéctico de integración y unificación, de fortalecimiento del sindicalismo de clase y, consecuentemente por lucha de contrarios, del debilitamiento del Estado como consecuencia del debilitamiento del sindicalismo de conciliación que propugnan.

Sin el fortalecimiento del proletariado en los centros de trabajo, sin romper la atomización de los trabajadores haciendo que la masa trabajadora deje de estar dispersa organizándose sindicalmente bajo los principios del sindicalismo de clase, la superación del capitalismo, que nos conduce a los trabajadores a ser explotados y vivir en oprobio, se posterga. Se demora la emancipación del proletariado, la conquista del socialismo que hoy es una necesidad vital e histórica para la vida de la clase trabajadora. Para que la humanidad pueda vivir, el imperialismo debe morir.

 

¡CONTRA EL OPORTUNISMO TRAIDOR Y LA ARISTOCRACIA OBRERA!
¡POR LA UNIDAD DEL SINDICALISMO DE CLASE, POR EL FORTALECIMIENTO DE LA FSM!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Madrid, 9 de abril de 2020

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




El Ayuntamiento de Cádiz y sus aliados sindicales cómplices de los despidos

Cadiz
 
La situación y condiciones de vida de muchos trabajadores penden de un hilo por culpa del Estado de Alarma del que es cómplice el Ayuntamiento de Cádiz. Entre esos trabajadores se encuentran los que realizan ciertos servicios auxiliares que no han sido llamados cuando les tocaba. Eso no es inacción ni incompetencia del Ayuntamiento, como denuncia Autonomía Obrera en un comunicado. El mirar para otro lado es ser cómplice.

Que en empresas de servicio público del Ayuntamiento de Cádiz se estén produciendo despidos y ERTEs en estos momentos en los que la clase obrera está sufriendo el mayor ataque desde hace décadas, no es más que el resultado de las políticas del régimen que desde este Ayuntamiento siempre se han defendido.

Cuando el Ayuntamiento delega la contratación de los trabajadores públicos en manos de empresas privadas trata a dichos trabajadores como mera mercancía de intercambio desentendiéndose así de ellos.

Es por esto normal que el alcalde «anticapitalista» que tenemos, nos venda entre las medidas adoptadas por el Estado de Excepción vigente como «excepcionales» el “Rechazo de ERTE en los servicios de playa”. El ayuntamiento nos vende como medida excepcional el expresar una opinión. Pero en realidad no es más que la constatación de una realidad, la realidad de que debido a sus políticas capitalistas dirigidas a hacer un negocio con sus trabajadores, llenando los bolsillos de empresas privadas, es incapaz de garantizar los puestos de trabajo de los servidores públicos.

Ante esta situación, Autonomía Obrera, sindicato que se autodenomina de clase, responde a los despidos con un comunicado muy blando para algo tan grave. Esto nos hace pensar que la finalidad de dicho comunicado está encaminada a convencer a los trabajadores de que la gestión del equipo de gobierno se debe solo a su inacción. De esta manera echan un capote a los anticapitalistas, pues no es que no actúen, al contrario, son colaboradores imprescindibles del sistema, sistema al que se acogen y del que se benefician desde sus poltronas.

Estos servicios son necesarios para el pueblo y no deberían ser una fuente de enriquecimiento de empresas privadas que no solo explotan a los trabajadores, sino que también sacan tajada en el cobro del servicio a los gaditanos.


Los trabajadores de las empresas auxiliares, así como los trabajadores de todos los servicios públicos, pueden comprobar en sus carnes qué significa que una empresa sea nacionalizada o municipalizada en esta dictadura que sufrimos la clase obrera. Con las instituciones actuales que representan a los banqueros y empresarios, los servicios “públicos” o municipales serán gestionados en su beneficio, es decir, para garantizarles sus negocios.

Los sindicatos no deben ser sólo instrumentos de denuncia, los sindicatos deben ser escuelas donde los trabajadores se instruyan como una sola clase unida contra el sistema que los oprime. Deberían ser instrumentos de lucha y unidad de la clase obrera por un mundo nuevo sin explotación. Y es la dejación de este deber por parte de determinados sindicatos la que ha permitido que hoy la clase obrera este más desprotegida que nunca, sin unión y sin rumbo a merced de sus enemigos de clase.

Es una contradicción que haya varios sindicatos que se llamen “de clase”, cuando debería haber una única central sindical que permita estructurar a la clase obrera en un sólo puño y defender su interés de clase, tal como lo hace la patronal con su sindicato CEOE.

El PCOE aboga por la construcción de un sindicalismo de clase que una de verdad a la clase obrera desde abajo, planteando luchas colectivas que unan los intereses de todas las clases populares, dentro y fuera de los centros de trabajo. Luchar por cuestiones concretas y parciales que sólo benefician a un colectivo o sector de la clase obrera, divide y fragmenta ese interés común que tenemos los trabajadores: acabar con la explotación del hombre por el hombre.

La lucha de clases es internacional como bien demuestran los acontecimientos actuales, una lucha del capitalismo por sostenerse en su agonía y la del nuevo régimen que hay que edificar, el Socialismo. Con esa visión global han de orientarse todas nuestras luchas y tareas.

En ese sentido, los militantes del PCOE promueven y trabajan por el desarrollo del sindicalismo de clase en el Estado español a través de la Federación Sindical Mundial, organización internacional a la que pertenece la Coordinadora Sindical de Clase desde la que luchamos sin descanso por la construcción de una central sindical única que aglutine todas aquellas organizaciones sindicales que se consideren de clase.

Si la producción de nuestro país estuviese dirigida a abastecer al pueblo en todas sus necesidades, seguramente no seríamos el séptimo país a nivel mundial en exportación de armas, pero posiblemente tendríamos respiradores, mascarillas y guantes para protegernos, y lo que aún es más seguro habría muchos cientos de miles menos de trabajadores asesinados con el fruto de nuestro trabajo, porque en el capitalismo el mayor negocio es la destrucción, es la guerra y en la guerra los que mueren son el pueblo.

Si los medios de producción pertenecieran a los trabajadores que luchan por sacar adelante a sus familias con sus trabajos, y no en las manos de los que nos explotan para vivir a todo lujo y sin dar golpe ellos y sus familias durante generaciones, tendríamos el poder de dirigir la producción en nuestro propio beneficio, y entonces solo entonces nadie se quedaría detrás.

Si los latifundios fueran de todo el pueblo, servirían para proveer al pueblo de alimentos en lugar de servir como cotos privados de caza, si los monopolios de la distribución y comercialización fueran de todo el pueblo se acabaría la especulación, si los monopolios de la banca, la industria, la química, la maquinaria agrícola, de los seguros… fueran de todo el pueblo los jornaleros y pequeños campesinos recibirían todo lo que necesitan para producir alimentos sin ponerse la soga al cuello. La sociedad les proveería de todo lo que necesitan, y ellos nos proveerían de todo el alimento y materias primas que necesitamos.

Es por tanto necesario reconstruir las cenizas del movimiento obrero y popular uniendo a todas las capas populares en un Frente Único del Pueblo con el objetivo de tomar el control de las riquezas y planificar la sociedad y la economía en beneficio de todas las clases trabajadoras.

La clase obrera seguirá dando palos de ciego mientras no seamos capaces de reconocer que nuestro problema es el sistema y que lo que nos venden, tanto la socialdemocracia del PSOE como los oportunistas de PODEMOS con todos sus satélites sindicales, hoy aliados, no son más que pequeños remiendos para que este sistema injusto y opresor siga funcionando.

Solo la clase obrera organizada y unida en un Frente Único del Pueblo será capaz de tomar el control de la sociedad e instaurar el Socialismo.

 

SOCIALISMO O BARBARIE

Partido Comunista Obrero Español (P.C.O.E.) de Cádiz




Los capitalistas buscan reeditar unos Pactos de la Moncloa. La clase obrera debe romper el capitalismo y su Estado

Pactos
 
En el día de ayer, 4 de marzo, Pedro Sánchez anunció que en la próxima semana llevará al Congreso de los Diputados la propuesta de ampliar, por dos semanas más, el estado de alarma, hasta el 26 de abril, propuesta que saldrá adelante pues ya el PP ha anunciado que votará favorablemente. Asimismo, Pedro Sánchez ha advertido que en la prórroga del estado de alarma, a partir del día 13 de abril, tanto la industria como la construcción volverán en pleno al trabajo, aunque hay que advertir que, actualmente, el 35% de los trabajadores siguen desplazándose para acudir a su trabajo.

También el Presidente del Gobierno ha señalado que preparará más prórrogas del estado de alarma y, por tanto, se prolongará mucho más allá del 26 de abril. Reiterando en varias ocasiones que “el futuro será diferente a ayer, y todavía más diferente a anteayer” y hablando de un periodo de estado de alarma extenso, “de transición” hacia una “nueva normalidad y hacia la reconstrucción de nuestra economía”, señalando también que el Estado empleará la tecnología para controlar a los infectados.

Pedro Sánchez, en un discurso preñado de interclasismo, no dudó en lanzar alabanzas a los empresarios, apelando a la unidad en términos interclasistas, o lo que es lo mismo, planteando que los obreros deben seguir sometiéndose a los intereses y la voluntad de la burguesía y del capitalismo monopolista de Estado, que deben seguir pasando vicisitudes, miseria y muerte para que los empresarios sigan manteniendo sus privilegios y sigan viviendo a cuerpo de rey. En este sentido, no dudo en apelar al recuerdo y a la necesidad de reeditar los Pactos de la Moncloa de 1977, un pacto entre fascistas y oportunistas para avalar la pervivencia del capitalismo monopolista y su Estado fascista que garantice a la burguesía su dominio y, también, el sometimiento de la clase obrera y demás clases populares. También apeló a la Unión Europea en su discurso, señalando que el problema del coronavirus no es un problema exclusivamente nacional sino europeo y que la UE debe responder unida a la crisis, advirtiendo Sánchez que él es un hombre pragmático, indicando que España no va a renunciar a los eurobonos a la par que anunciaba que en el seno de la UE están negociando otras medidas.

Tras el mensaje del Presidente del Gobierno, como máximo representante del Gobierno conformado hoy en España, un gobierno de alianza entre reaccionarios y oportunistas, se deduce que tras las bambalinas hay una intensa actividad del gran Capital con su superestructura – sus organizaciones políticas (desde las abiertamente fascistas, a las reaccionarias y oportunistas) y los sindicatos a su servicio (CCOO y UGT) – al objeto de garantizar su dominio, su dictadura, ante la situación de bancarrota que está viviendo su régimen. Y es que mientras el pueblo está confinado y limitado en sus libertades, mientras el pueblo tiene negados parte de sus derechos democráticos – como el derecho a manifestación -, los capitalistas están desempeñando una actividad frenética en la guerra que están librando contra el pueblo para sostener este régimen – que no se sostiene por ningún lado – que garantiza sus privilegios a costa de la vida de los trabajadores.

El Presidente del Gobierno ayer ya reflejó el resultado de dicha actividad, y por donde va a ir la vida nueva que debe ir abriéndose paso tras el prolongado estado de alarma. El Presidente del Gobierno repitió varias veces que la vida no será la misma que antes del COVID-19. Hemos de recordar que volver a lo mismo sería volver a la crisis, a la bancarrota del capitalismo monopolista y su Estado. Antes del COVID-19, el Estado tenía una deuda pública superior a 1,207 billones de euros, un país donde economistas burgueses, como Gay de Liébana – no sospechoso de ser bolchevique – señalaba hace un par de años que “la deuda española es impagable, el país está en bancarrota”, cuando el coronavirus COVID-19, en todo caso, nada más podía existir en la mente de algunos científicos. Volver a lo mismo, a lo que había antes del estado de alarma, es una tasa de temporalidad y precariedad laboral elevadísima, en definitiva, es volver a un sistema económico en bancarrota donde la empresa capitalista únicamente generaba 13,5 millones de empleos de 39.322.000 personas en edad de trabajar, es decir, los capitalistas únicamente eran capaces de garantizar el derecho al trabajo al 34,33% de los españoles en edad de trabajar, siendo generosos, porque el trabajo generado es explotación descarnada, es precariedad absoluta. Un trabajo tan precario que, en un par de semanas, ha dado buena cuenta de qué tipo de trabajo estábamos hablando. Volver a lo mismo que había antes del estado de alarma eran los recortes sociales, el desmantelamiento de los servicios públicos, de la sanidad, de la educación pública, donde lo ancianos vivían en condiciones lamentables en las residencias gracias a la privatización de éstas, donde las listas de espera quirúrgicas son quilométricas mientras que los bancos y los empresarios reciben dineros públicos a manos llenas que le es robado al pueblo por el Gobierno de turno, en definitiva, donde la clase trabajadora y los campesinos no tienen más futuro que la muerte y la miseria.

Pues bien, según Pedro Sánchez, a esa España ya no vamos a volver. ¿Y a qué España quieren conducir a la clase obrera el Gobierno de coalición del PSOE y PODEMOS-IU/PCE dirigidos por los grandes capitalistas? Pues las acciones desarrolladas por el estado de alarma y las intervenciones del Presidente del Gobierno están siendo muy clarificadoras del camino por el que pretenden conducirnos.

Por un lado, con el estado de alarma el Gobierno pretende blanquear al Estado fascista y fortalecerlo. De tal modo, se lanza una campaña de blanqueo del Ejército y de las fuerzas represivas del Estado – quienes controlan totalmente la calle – en las que, vergonzosamente, participa sin pudor ni vergüenza el PCE. Algo que no nos sorprende, pues ese partido ya hace muchas décadas que se posicionó junto con la burguesía y su Estado fascista y dejó en la estacada a la clase obrera y a los luchadores antifascistas del Estado español. También se está tratando de blanquear a la Corona, a la par que se oculta la enorme corrupción que asola a la jefatura del Estado, tapándose todo tipo de investigación de la misma la cual se está destapando por acciones judiciales en Gran Bretaña y Suiza. Así, pues, blanqueo del Estado fascista, ocultación de la corrupción que asola al Estado y hacer una campaña ideológica y propagandística al objeto de que el pueblo asuma como propios la simbología fascista del Estado: Fuerzas de represión y Ejército, Corona y Unidad de España.

Por otro lado, en términos económicos el estado de alarma ya ha mostrado el sesgo clasista de las medidas económicas adoptadas a favor de la burguesía y del camino que han emprendido. Donde el 95% del dinero público va destinado a favorecer a los empresarios y los usureros que negocian con el derecho a la vivienda del pueblo trabajador. Además, según Sánchez, ahora la salida es reeditar la traición perpetrada contra el pueblo trabajador, es buscar unos nuevos Pactos de la Moncloa, los cuales han llevado a los trabajadores a la indigencia moral y material en la que nos encontramos y han verificado la inviabilidad del capitalismo monopolista de Estado en España. Asimismo, en el terreno económico, Sánchez promete sumisión total a la Unión Europea. Promete a los monopolios europeos, fundamentalmente a la banca alemana, que no dudará en sacrificar al pueblo español en aras de los beneficios e intereses económicos de dicha banca y dichos monopolios europeos. Por ello, aunque el Gobierno de España desea que la Unión Europea, a través de los eurobonos, contribuya a sostener el enorme endeudamiento del Estado, Sánchez, apelando a su condición de pragmático en este asunto, le dice a Alemania que, finalmente, tragará con la propuesta de los imperialistas europeos de que España, a través del Fondo de Rescate de la Eurozona (MEDE), pueda acceder a un rescate abriéndose una línea de crédito de hasta 35.000 millones de euros, siempre y cuando el Estado español siga siendo una marioneta de la UE, y su política económica esté dirigida por los monopolios europeos, por la banca alemana, mediante la firma de un Memorando de Entendimiento, esto es, convertir a España en una nueva Grecia, perder completamente la soberanía. Algo que tampoco nos sorprende, puesto que para PODEMOS no sería difícil reeditar lo que hizo su homóloga griega Syriza hace unos años: vender al pueblo trabajador griego e hincarse de rodillas ante los monopolios europeos, ante Alemania.

Nuevamente los oportunistas y los fascistas quieren reeditar su pacto de traición contra el pueblo español al objeto de salvar al corrupto Estado emanado por dichos pactos, nuevamente quieren sostener al régimen franquista – sostener la obra del tirano sin él – para que los monopolios traten de recomponer su criminal sistema a cambio de negar una ruptura del Pueblo con el capitalismo putrefacto que estamos padeciendo y la superestructura que ha generado, que niega los derechos democráticos de la clase trabajadora y de las naciones oprimidas que componen el Estado y nos condena a la pobreza y a la explotación.

El Estado está mostrando su auténtico rostro fascista en este estado de alarma. Según organizaciones sociales como SOS Racismo y Es Racismo, las paradas policiales a personas por motivos étnicos-raciales en los barrios obreros de las ciudades de Barcelona, Madrid o Bilbao se han incrementado; también está mostrando su rostro fascista no poniendo en libertad a los presos políticos, cuya vida está en serio riesgo en las cárceles como consecuencia del coronavirus. También se están controlando los teléfonos móviles del pueblo so pretexto de controlar los movimientos de los afectados por coronavirus mostrándonos el Estado un nuevo camino abierto para la represión del pueblo, como es el de controlar a la población a través de la telefonía móvil, siendo otra razón para que el pueblo rompa con el capitalismo y este Estado reaccionario pues, de lo contrario, todo avance de la tecnología, lejos de beneficiar al pueblo lo que hará es apretar todavía más la cuerda de la represión a su cuello, como acredita esta medida adoptada por el Gobierno.

El Partido Comunista Obrero Español se opone de plano a la salida que la burguesía monopolista, verbalizada por su Gobierno títere, pretende dar a la encrucijada a la que su moribundo sistema económico y social nos ha llevado. El capitalismo monopolista de Estado en España y en el mundo estaba en crisis, en auténtica bancarrota, antes de que saltara a la palestra mundial la pandemia del coronavirus COVID-19. El Gobierno de PSOE y PODEMOS-IU/PCE plantea al pueblo español una nueva traición, igual que en 1977, para salvaguardar los intereses del gran Capital, de los monopolios y de las agrupaciones imperialistas – como es la Unión Europea – y por ello la salida que ofrece a la clase obrera, a los campesinos arruinados por la Política Agraria de la Unión Europea, no es otra cosa que más represión, más pobreza, más sometimiento del pueblo a los intereses miserables de un puñado de capitalistas, más muerte.

La clase obrera, las clases laboriosas y populares, los campesinos maltratados por el capitalismo, no tenemos otra salida que unirnos y organizarnos para atacar la raíz de todos nuestros males, el capitalismo.

Mientras nuestro pueblo está poniendo los enfermos y los muertos, mientras nuestro pueblo sufre recortes de libertades, el Gobierno de los capitalistas – la coalición de reaccionarios y oportunistas del PSOE y PODEMOS-IU/PCE – está haciendo todo tipo de componenda y tejemaneje a espaldas del pueblo al objeto de sostener este moribundo sistema que niega al pueblo el progreso social y la vida para satisfacer los intereses de una minoría ladrona, corrupta y explotadora.

Todas las cartas están encima de la mesa. El capitalismo únicamente puede ofrecer muerte, miseria y guerra, como estamos viendo. El Gobierno ya ha mostrado el camino de la gran burguesía, una nueva alianza de fascistas y oportunistas – entre los que hay que contar a los traidores sindicatos CCOO y UGT – para salvaguardar este descompuesto y caduco régimen y garantizar el sometimiento y sacrificio de nuestro pueblo ante el altar del imperialismo germano-estadounidense.

Los monopolios, los explotadores, el gran Capital, ya han verbalizado su oferta por boca del renegado presidente de Gobierno que tiene hoy el Estado español. Es momento de que la clase obrera y las clases populares derroquen en la calle la voluntad criminal de una nueva traición contra el pueblo. La clase obrera, los campesinos, las clases populares no tenemos otra salida que unirnos y organizarnos en un Frente Único del Pueblo que una nuestras luchas y las convierta en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado.

El Estado y su gobierno no van a resolver nuestros problemas, los va a agudizar más. Es una necesidad vital hoy para el pueblo español y los pueblos del mundo romper la cadena imperialista, romper con el capitalismo que nos ha instalado en el fascismo, que nos niega el presente y el futuro, que nos condena a la muerte y a la guerra imperialista. El capitalismo está muerto, supone un freno para el desarrollo de la humanidad porque la propiedad privada sobre los medios de producción frena el desarrollo de las fuerzas productivas, destruyendo no sólo al ser humano sino también destruyendo el ecosistema, la naturaleza, constituyendo el mayor riesgo para el mantenimiento de vida en el Planeta.

El momento es de lucha, de construir un poder popular de los trabajadores y campesinos alternativo al Estado que sea capaz de abrir la única alternativa que el pueblo español tiene hoy: acabar con el capitalismo y construir el socialismo; acabar con los privilegios de una minoría criminal y explotadora y poner a disposición de los trabajadores y de los campesinos todos los medios de producción, esto es, socializando la banca, socializando la tierra llevando a cabo una reforma agraria que modernice y desarrolle la producción agrícola socialista y, cómo no, poniendo en manos del pueblo trabajador todas las empresas al objeto de que éste no sólo desarrolle la producción industrial sino que el fruto de dicha producción, que le corresponde, sea distribuido de forma justa y equitativa entre el pueblo que genera toda la riqueza al objeto de satisfacer los intereses y las necesidades del pueblo y no de satisfacer los intereses crematísticos de una minoría explotadora y corrupta.

 

¡ABAJO EL ESTADO FASCISTA, ABAJO EL GOBIERNO TRAIDOR AL PUEBLO!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡TODO EL PODER PARA LOS TRABAJADORES Y LOS CAMPESINOS!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Madrid, 5 de abril de 2020

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




El gobierno “progresista” le hace otro gran favor a la banca

Gobierno
 
El pasado 17 de marzo el gobierno anunciaba una de las medidas económicas a raíz del Estado de Alarma (Estado de Excepción en la práctica) y la paralización de ciertos sectores económicos, la concesión de decenas de miles de millones de euros en préstamos y avales públicos a las empresas a través de créditos del Instituto Oficial de Crédito (ICO).


Como hemos denunciado ya en numerosos artículos, todas las medidas aprobadas van destinadas a intentar salvar a los empresarios, al capital y su sistema. Muchas de esas medidas son aprovechadas además por las empresas para agudizar aún más la explotación a la que someten cada día a los trabajadores (como la flexibilización de los ERTEs).

La banca no iba a ser una excepción en esta vorágine de trasvase de dinero público a manos privadas, y a pesar de que ya el Estado le regaló más de 60.000 millones de euros –dinero público que nunca recuperaremos a pesar de las promesas de Unidas Podemos en campaña-, esta crisis no deja de ser otra oportunidad de seguir robando al pueblo.


Como la banca pública, otra de las falsas promesas del oportunismo que no duda en engañar al pueblo en periodos de campaña electoral, es una utopía para un gobierno fiel defensor del sistema capitalista, la concesión de los créditos ICO se realiza a través de entidades bancarias privadas, las cuales no dudan en sacar tajada de esta crisis.


Tanto es así que el pasado 2 de abril AUSBANC (Asociación de Usuarios de Servicio de la Banca) denunciaba públicamente “prácticas extorsivas de alguna banca” al contratar préstamos ICO. Estas prácticas consisten en la obligatoriedad para la aprobación de esos créditos de la contratación de un seguro de vida decenas de veces más caro que los que existen en el mercado, y que supone en la práctica un encarecimiento del tipo de interés superior al 25% de interés anual, lo que según la Ley de 23 de julio de 1908, de la Usura, podría incluso suponer un delito.


Y todo esto ocurre con un Ministro de Consumo, Alberto Garzón, coordinador federal de IU y militante del PCE, que en una situación excepcional como la actual no está planteando medidas como la nacionalización de la banca privada (medidas que sí planteaban en campaña electoral desde Unidas Podemos), y que demuestra como el oportunismo no es más que la pata izquierda del sistema.

Tampoco está actuando el Ministerio de Consumo con contundencia contra las casas de apuestas ante el aumento de consumo de juegos de azar online como casinos, ruletas y póquer en esta situación de confinamiento, que supone en palabras del propio Ministro, “una situación explosiva para grupos de población vulnerable”. Ante esta situación explosiva, el Ministerio de Consumo se ha limitado a reducir la franja publicitaria para las casas de apuestas al periodo comprendido entre la 1 y las 5 de la madrugada, una medida que el propio Garzón ya quiso implantar antes del confinamiento y a la que tuvo que renunciar ante la presión del lobby de las casas de apuestas.


Nada ha cambiado con este gobierno de coalición supuestamente “progresista”, pero que sigue siendo, al igual que todos los gobiernos anteriores, un gobierno títere en manos del capital financiero y un fiel defensor de un sistema capitalista moribundo que nada tiene que ofrecer ya al pueblo trabajador salvo más explotación, más miseria, más reacción y más fascismo.

Nada nos queda pues que esperar a las clases populares salvo esto y tan solo tenemos una salida, unir todas las luchas en un Frente Único del Pueblo para mandar este sistema al estercolero de la historia, para construir el Socialismo, único sistema que garantizará el bienestar de los trabajadores y todas las clases populares. Por ello, más que nunca, tanto en el mundo como en el Estado español, adquiere una dimensión mayor la consigna ¡Socialismo o barbarie!

 

Secretaría de Agitación y Propaganda del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




El colapso sanitario en Andalucía antes del coronavirus

Sanidad
 
La pandemia del coronavirus está siendo utilizada por Estados y gobiernos capitalistas para señalarla como causante de todos los males que sufre el pueblo trabajador, como si no hubiera habido un ayer. Pretenden así que olvidemos de dónde venimos, para que no sepamos a dónde hemos de ir.

Todos los partidos parlamentarios en Andalucía son cómplices de la desastrosa situación del sistema sanitario andaluz, arrebatándonos desde hace años el personal y los recursos necesarios para atender adecuadamente cualquier tipo de enfermedad y por supuesto, cualquier pandemia.

PP y PSOE destacan como principales responsables, pero sin olvidar que ambos han co-gobernado y co-gobiernan con el resto de fuerzas políticas parlamentarias: IU-PCE, Podemos, Ciudadanos y Vox.

Aunque la crítica situación ya venía de la gestión socialista, la cual provocó masivas manifestaciones en todas las provincias andaluzas, con PP-Cs-Vox al frente de la Junta de Andalucía lo que se ha hecho es dar otra vuelta de tuerca y destrozar aún más el sistema andaluz de salud para favorecer la contratación masiva de seguros privados de salud, alcanzando ya el 25% de los hogares andaluces. Tal situación ya la denunciamos desde el PCOE en Andalucía en septiembre de 2019:


Llevamos años viendo imágenes de camillas en los pasillos de hospitales, de personal sanitario desbordado y agotado En los últimos años las agresiones al personal sanitario han aumentado vertiginosamente conforme han disminuido sus efectivos y la atención sanitaria se ha venido degradando. La siguiente noticia es de julio de 2019:


Ejemplos de la vuelta de tuerca del gobierno fascista andaluz actual han sido:

– Pueblos sin ambulancias. Es tan escasa la flota de ambulancias en los hospitales regionales que hay listas de espera de para pacientes que necesitan trasladarse a un centro donde recibir algún tratamiento. Noticia de junio de 2019:


– Se suprimen oncólogos, como denunciaba en noviembre de 2019 la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Málaga en el Hospital Materno Infantil.


– En noviembre de 2019, el sindicato de enfermería Satse denunció un caos absoluto en el área de Observación del Hospital Regional de Málaga, por la falta de camas y espacio sin acceso alguno a elementos tan vitales como un monitor o una toma de oxígeno. Los pacientes han de esperar varios días en Urgencias antes de que le ingresen.

– Diciembre de 2019: Según denuncia el sindicato CSIP, hay 23 camillas en los pasillos de la zona de Observación del Hospital Torrecárdenas de Almería, que se encuentra colapsado:


– Enero de 2020. El sindicato de enfermería SATSE denuncia «saturación, desbordamiento y colapso« por la «falta de recursos humanos» y de previsión ante la epidemia de gripe, lo cual se repite cada año. El sindicato denuncia «pacientes por los pasillos, esperas superiores a las 48 horas y profesionales desbordados». Ya se preveía que el pico vendría en enero y febrero.


Esta situación previa muestra que el coronavirus, que nos presentan como el origen de un apocalipsis que justificará medidas fascistas como Estados de Excepción y un antes y un después en el control de movimientos del pueblo trabajador, no es más que la excusa que el sistema necesitaba. Todo esto acontece cuando ya se estaban produciendo movilizaciones en todos los sectores populares y rincones del mundo y que anticipaban un espectacular estallido social a la medida del estallido de las burbujas de deuda, financiera e inmobiliaria que había sido pronosticado para 2020. Hoy, ejércitos como los de Chile, Colombia o Bolivia que hasta ayer estaban matando a quemarropa a manifestantes, hoy se presentan como garantes de la salud pública.

Nos insisten que estamos ante un enemigo “invisible”, al que tenemos que combatir unidos. Pero no, no somos uno, los responsables de las muertes evitables de ayer y hoy son nuestros enemigos: la oligarquía financiera, los capitalistas que dictan a sus gobiernos títeres el robo de recursos públicos de sanidad y otros ámbitos para acumular una riqueza abismal, cueste lo que cueste, llevándose por delante nuestras vidas.

Quien ha de unirse frente a ese enemigo común son las clases populares, principales víctimas de la fase final de decadencia del capitalismo. Unidos sí, pero para tomar el control de la producción, de las 120 empresas que fueron privatizadas, para intervenir las empresas que anuncian despidos, para intervenir la banca que ha sido rescatada con nuestro dinero y así poder planificar la sociedad y la economía en beneficio de toda la comunidad. En pos del bien común.


Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en Andalucía



Feijóo, o mordomo de Amancio Ortega

Amancio
 
O Partido Comunista Obreiro Español, desde o seu nacemento, denunciou sempre a situación laboral nos diversos sectores da sociedade. Sexa no campo ou na cidade, non hai recuncho onde o capitalismo non asfixie aos traballadores que deixan a súa pel por levar diñeiro ás súas familias e ter algo de comer neste sistema que só xera miseria aí onde se establece. Denunciamos a situación precaria dos traballadores do sector tecnolóxico, do metal, do transporte, da educación… Situacións adversas as cales nos levan, na maioría das ocasións, a enfermar. Por iso, a Sanidade é un piar fundamental no noso día a día, tendo en conta que, por exemplo, en 2018 houbo 187.332 traballadores que tiveron que pedir unha baixa laboral por motivos de sobreesforzo físico, converténdose na principal forma de lesión durante unha xornada laboral ese ano.

Sen embargo, e como enésima proba de que un Estado Burgués nunca poderá protexer ás clases populares, a Sanidade galega durante o goberno do Partido Popular personificado en Feijóo sufriu e sofre unha serie de recortes tanto a nivel de persoal como a nivel de infraestrutura que a incapacitan como un servizo público e gratuito, fronte á sanidade privada que a base de concertos saca peito e liquidez coa necrose da primeira. Non é segredo para ninguén que fronte a crise do coronavirus, as poucas vergoñas que a Xunta de Galicia tiña escondidas en materia de saúde saíron a relucir en todo o seu esplendor.

O nivel criminal dos psicópatas que gobernan este Estado Fascista é tal que o pasado 28 de Marzo, en A Coruña e con motivo do aniversario do explotador e chupa-sangue Amancio Ortega, un convoi de ambulancias do 061 saíron ás 21:00 enfronte da casa do devandito empresario a felicitarlle o día. Máis aínda, tivemos que escoitar a Alberto Núñez Feijóo agradecer e cualificar como indispensables as doazóns da multinacional Inditex. É dicir, aínda encima que o sistema público atópase feble debido á necesidade de acumulación de cada vez máis capital do sector privado, son os celadores e enfermeiros públicos quen teñen que aplaudir a “boa fe” dun bandido que deixou caer un par de moedas para parecer impune.

Por suposto, nin que dicir ten que ningunha das costureiras galegas ás que Amancio Ortega espremeu ata a última peseta se presentou na celebración do seu aniversario. Tampouco lle renderon tributo os traballadores en réxime de escravitude das súas fábricas en Brasil, polas cales foi condenado, nin as mulleres e nenos de Asia que son vítimas da máis crúa explotación e miseria. É curioso que a preocupación de tal ser de luz pola saúde do ser humano sexa tan desigual dependendo do momento e do lugar no que se atope.

Feijóo e todo o espectro político galego parlamentario débenlle moito a Amancio Ortega, porque todos son mordomos do capitalismo e do sufrimento dos traballadores. E ante a precarización das estruturas públicas, do emprego, da vida dos traballadores, aparecen cortinas de fume, aparecen Xudas a quen eloxiar e rezar.

Ao remate do Estado de Alarma, a crise social e económica que lle espera ao mundo non a esqueceremos, como tampouco deberemos esquecer que ningún empresario, ningún burgués nin servente do Estado o reconstruirá. Serán eles os que nos pidan esforzos á clase traballadora, que aguantemos ate que cheguen tempos mellores, porque no fondo saben que o mundo non o sustentan eles, senón que somos nos quen engraxamos e facemos xirar as engrenaxes do mundo.

Nunha intervención feita polo PCOE en febreiro de 2020 transmitíamos ao pobo a necesidade da construcción da Fronte Única do Pobo, dun so puño que destrúa o capitalismo e constrúa unha nova sociedade onde quen traballa sexa realmente o posuidor dos medios de produción. Esa realidade, a medida que avanzamos na historia, faise cada vez máis necesaria. As contradicións de clase vanse facer moito máis patentes do que xa o son e, organizados, conseguiremos sen lugar a dúbidas esmagar á clase parásita que non fai máis que dano neste mundo. So nese momento seremos quen de aplaudir a nosa vitoria.

 

Socialismo ou barbarie!
Só podemos perder as nosas cadeas!

Secretaría de Propaganda do PCOE en Galiza

Feijóo, el mayordomo de Amancio Ortega

 

El Partido Comunista Obrero Español, desde su nacimiento, denunció siempre la situación laboral en los diversos sectores de la sociedad. Sea en el campo o en la ciudad, no hay rincón donde el capitalismo no asfixie a los trabajadores que se dejan su piel por llevar dinero a sus familias y tener algo de comer en este sistema que solo genera miseria ahí donde se establece. Denunciamos la situación precaria de los trabajadores del sector tecnológico, del metal, del transporte, de la educación… Situaciones adversas las cuáles nos llevan, en la mayoría de las ocasiones, a enfermar. Por eso, la Sanidad es un pilar fundamental en nuestro día a día, toda vez que, por ejemplo, en 2018 hubo 187.332 trabajadores que tuvieron que pedir una baja laboral por motivos de sobreesfuerzo físico, convirtiéndose en la principal forma de lesión durante una jornada laboral ese año.

Sin embargo, y como enésima prueba de que un Estado burgués nunca podrá proteger a las clases populares, la Sanidad gallega durante el gobierno del Partido Popular personificado en Feijóo sufrió y sufre una serie de recortes tanto a nivel de personal como a nivel de infraestructura que la incapacitan como un servicio público y gratuito, frente a la sanidad privada que a base de conciertos saca pecho y liquidez con la necrosis de la primera. No es secreto para nadie que frente a la crisis del coronavirus, las pocas vergüenzas que la Xunta de Galicia tenía escondidas en materia de salud salieron a relucir en todo su esplendor.

El nivel criminal de los psicópatas que gobiernan este Estado Fascista es tal que el pasado 28 de Marzo, en A Coruña y con motivo del aniversario del explotador y chupa-sangre Amancio Ortega, un convoy de ambulancias del 061 salieron a las 21:00 enfrente de la casa de dicho empresario a felicitarle el día. Más aún, tuvimos que escuchar a Alberto Núñez Feijóo agradecer y calificar como indispensables las donaciones de la multinacional Inditex. Es decir, aún encima de que el sistema público se encuentra endeble debido a la necesidad de acumulación de cada vez más capital del sector privado, son los celadores y enfermeros públicos quienes tienen que aplaudir la “buena fe” de un bandido que dejó caer un par de monedas para parecer impune.

Por supuesto, ni que decir tiene que ninguna de las costureras gallegas a las que Amancio Ortega exprimió hasta la última peseta se presentó en la celebración de su aniversario. Tampoco le rindieron tributo los trabajadores en régimen de esclavitud de sus fábricas en Brasil, por las cuáles fue condenado, ni las mujeres y niños de Asia que son víctimas de la más cruda explotación y miseria. Es curioso que la preocupación de tal ser de luz por la salud del ser humano sea tan desigual dependiendo del momento y del lugar en el que se encuentre.

Feijóo y todo el espectro político gallego parlamentario le deben mucho a Amancio Ortega, porque todos son mayordomos del capitalismo y del sufrimiento de los trabajadores. Y ante la precarización de las estructuras públicas, del empleo, de la vida de los trabajadores, aparecen cortinas de humo, aparecen Judas a quién elogiar y rezar.

Al final del Estado de Alarma, la crisis social y económica que le espera al mundo no la olvidaremos, como tampoco deberemos olvidar que ningún empresario, ningún burgués ni sirviente del Estado lo reconstruirá. Serán ellos los que nos pidan esfuerzos a la clase trabajadora, que aguantemos hasta que lleguen tiempos mejores, porque en el fondo saben que el mundo no lo sustentan ellos, sino que somos nosotros quienes engrasamos y hacemos girar los engranajes del mundo.

En una intervención hecha por el PCOE en febrero de 2020 transmitíamos al pueblo la necesidad de la construcción del Frente Único del Pueblo, de un solo puño que destruya el capitalismo y construya una nueva sociedad donde quien trabaja sea realmente el poseedor de los medios de producción. Esa realidad, la medida que avanzamos en la historia, se hace cada vez más necesaria. Las contradicciones de clase se van a hacer mucho más patentes de lo que ya son y, organizados, conseguiremos sin lugar a dudas aplastar a la clase parásita que no hace más que daño en este mundo. Solo en ese momento aplaudiremos nuestra victoria.

 

¡Socialismo o barbarie!
¡Solo podemos perder nuestras cadenas!

Secretaría de Propaganda del PCOE en Galicia




Cómo lavan los “anti-capitalistas” de Cádiz la cara al régimen

Kichi
 
Es en estos momentos cuando los políticos del régimen dicen preocuparse especialmente por los más vulnerables, cuando sus engaños son más evidentes.

Desde el ayuntamiento de Cádiz, José María González ha sacado un paquete de 30 medidas repartiendo migajas para que la dramática situación del pueblo gaditano no estalle en revueltas, tal y como están haciendo todas las instituciones del régimen capitalista desde el nivel local al internacional. Veamos algunas de estas medidas “excepcionales”.

En el ámbito social

Las grandes desigualdades, que es realmente lo que sustenta este sistema, han quedado patentes con el Estado de Alarma.

– “CASI 90.000 € en ayudas sociales regulares y extraordinarias, en las dos primeras semanas de estado de alerta”.

Teniendo en cuenta que el superávit del ayuntamiento del último ejercicio conocido (2018) es de 9.398.624,55 €, la cantidad de 90.000 € para ayuda a asuntos sociales en las circunstancias que se encuentran las clases populares es una cifra completamente irrisoria, una limosna, que nos vuelve a demostrar que este ayuntamiento está más interesado en que al final del ejercicio le vuelvan a sobrar millones de euros, que en paliar las necesidades de los gaditanos que más están sufriendo este estado de alarma, y que son la mayoría de las familias trabajadoras.

A lo largo de su mandato al frente del ayuntamiento el equipo de gobierno liderado por el “anticapitalista” José María González, ha presentado superávit de, 9.521.381,56 € en 2015, 4.013.705,29 € en 2016, 15.076.454,25 € en 2017 y 9.398.624,55 € en 2018.

Todo este superávit es dinero que no se ha gastado y que una vez computado como remanente solo se utiliza para pagar la deuda que los podemitas consideraban en otros tiempos ilegítima. Siendo Cádiz una de las ciudades más castigadas por el paro, cuando en cada pleno del ayuntamiento tiene a tres o cuatro familias de trabajadores pidiéndole amparo por las tremendas situaciones en las que viven.

Esto demuestra claramente que la principal preocupación del ayuntamiento de Cádiz, con Kichi a la cabeza, es contentar a la depredadora oligarquía financiera.

– “Moratoria alquileres en las viviendas (viviendas municipales) y locales de Procasa mientras dure el Estado de Alarma y suspensión de pago a inquilinos y autónomos que demuestren interrupción de ingresos o cese de actividades durante la crisis. Atención telefónica jurídica de Procasa para gestionar la moratoria hipotecaria”.

Las personas que consiguen tener una vivienda de Procasa son una parte ínfima de las clases populares: mujeres víctimas de malos tratos con hijos a su cargo, personas discapacitadas, familias desestructuradas, etc. y todas ellas con mínimos o ningún ingreso.

Es un despropósito exigir que personas que normalmente carecen de recursos para pagar, familias que por sus circunstancias deberían tener íntegramente protegidos sus derechos básicos, tengan que demostrar la suspensión de ingresos para no pagar en esta situación, pero nuestro alcalde alardea de ello como una medida excepcional.

– “Atención a las personas sin hogar poniendo a su disposición 105 plazas en el edificio de El Cano”.


¿Por qué no se utilizó antes? ¿Es que las personas sólo necesitan un hogar ahora? El ayuntamiento llegó a firmar un convenio con la empresa Pascual (empresa privada) para que cediese la última planta del hospital de San Rafael para acoger a familias sin hogar. Aun así, en los bajos de los arcos de Puerta Tierra varias familias viven desde hace meses a la intemperie. Esto demuestra que desde el ayuntamiento no se utilizan ni siquiera esas capacidades, pero sobre todo no es capaz de intervenir a las empresas privadas sus recursos (que son generados por los trabajadores) ni siquiera en una situación de “emergencia sanitaria”. ¿Dónde queda su “anti-capitalismo”?

– “Coordinación de la donación de 100 libros por la biblioteca municipal y recogida de ropa para las personas sin hogar”.

Una medida de “excepción” que es superada por los esclavistas como Amancio Ortega y cía, intrascendente en estas circunstancias y que le sale gratis a las arcas municipales. Pero de algo tienen que presumir.

– “Convenio con viviendas turísticas para el alojamiento transitorio de personas vulnerables en situación de extrema necesidad”.

Mucho convenio y acuerdo con la burguesía. Pero la cuestión está en no intervenir y meter mano en pos del bien común a los propietarios de cientos de alojamientos vacíos. Ni siquiera en situación de “emergencia sanitaria”. Porque por el bien común nos están imponiendo demasiados sacrificios a la clase obrera, para empezar perder nuestros puestos de trabajo.

– “Ampliación del servicio de comida a domicilio para personas mayores y dependientes en más de un 60%”.

¿Es que el ser mayor o dependiente en más de un 60% implica que sea rico o pobre? Con este tipo de medidas se beneficiaría hasta Amancio Ortega, que es una persona “mayor”. Estos representantes de la burguesía meten en el mismo saco a explotadores y explotados. De la misma manera que confinan por igual a terratenientes, pongamos por ejemplo a los Osborne o los Cañete, con miles de hectáreas para pasear a lomos de sus caballos, que a una familia obrera que vive en 60 metros cuadrados.

No son colectivos “necesitados” excepcionales los que necesitan comer, sino miles de trabajadores gaditanos a los que están echando a la calle con una mano delante y otra detrás. La clase obrera, la mayoría de la sociedad, que al perder su trabajo lo pierde todo.

– “Servicios Sociales, atención telefónica y telemática para usuarios/as. (desde el lunes 23)”.

Otra cosa es que los servicios sociales, la atención telefónica esté en manos de empresas privadas que maximizan sus beneficios ahorrando puestos de trabajo y poniendo al límite de la salud psíquica a sus trabajadores.

– “Activo servicio de atención a víctimas de violencia de género en Fundación de la Mujer”.

Nos preguntamos si ese servicio no existía antes. Si es que sí, ¿cuál es la novedad?, si es que no, el ayuntamiento era cómplice de la desprotección de las mujeres maltratadas.

– “Campaña voluntariado y formación de equipos de seguridad por Protección Civil. Más de 350 personas inscritas. Iniciada ya la formación y varios equipos de trabajo”.

Al final es el esfuerzo voluntario de la comunidad el que suple los pocos recursos que destinan las instituciones burguesas al “bien común”.

– “La Delegación de Participación Ciudadana colabora con las asociaciones de vecinos y entidades sociales para reparto de alimentos a familias vulnerables con parque móvil”.

Caridad y más caridad que podría hacer la Santa Iglesia, y que no resuelve nada porque cuando pase la pandemia serán muchísimas más las familias que vayan a pasar hambre. Porque vulnerable seguirá siendo toda la clase obrera mientras no sea dueña de los medios de producción y su destino esté en manos de amos y propietarios.

En el ámbito económico

Ante la situación que están viviendo las clases trabajadoras y lo que se nos viene encima es interesante analizar los paquetes de medidas económicas que toman los representantes de las instituciones burguesas:


– “El cobro de IBI a la iglesia”. El ayuntamiento de Cádiz considera que cada estamento debe arrimar el hombro para que nadie se quede atrás tras la crisis.

No es que deba pagar el IBI en estos momentos, no hará falta que nos pague ningún impuesto en cuanto se recupere para toda la sociedad el patrimonio que ha robado la Santa Iglesia durante siglos. La Iglesia no tendrá que donarnos nada en cuanto pongamos a obispos, curas y monjas a producir como a todo hijo de vecino, en beneficio de la comunidad a la que dicen tanto ayudar.

– “Devolución del porcentaje de las tasas municipales de licencias de taxis, terrazas, barracas etc., correspondiente al estado de alarma».

Que el ayuntamiento cobrase cuando por causas mayores los dueños de estas licencias están confinados y sin poder utilizarlas habiendo perdido la mayoría todos los ingresos, sería un despropósito y una muy mala publicidad. Y vamos más allá, planteando la siguiente posibilidad: ¿por qué no dejar de cobrar impuestos y tasas a los que viven de su trabajo y recaudamos los beneficios de las empresas privadas como el Corte Inglés que deja a cientos de familias en la calle? ¿O quizás sea una medida demasiado “anticapitalista” para estos pequeño-burgueses?

– “Ahorro energético con el apagado de fuentes apagado de alumbrado ornamental de edificios municipales y equipos sin uso durante el estado de alarma”.

Quizás las clases populares lo que necesitan es que nunca tengan que pasar frío ni calor por culpa de la factura de la luz.

– “El IFEF cederá espacios de los coworking y despachos tanto de su sede en las Cuesta de las Calesas como del Casino para micropymes, autónomos y economía social de manera gratuita por espacio de entre 6 meses”.

Medida que no es nueva y que consiste en engendrar más empresarios para darle oxígeno al capitalismo y que no decaiga.

Estas son algunas de las medidas más relevantes que ha tomado nuestro ayuntamiento para enfrentarse a una pandemia mundial, cómo podemos ver gran parte de ellas basadas en la caridad. La caridad es propia de aquellos que desde una posición de superioridad quieren calmar o mitigar con limosnas a quienes considera que están por debajo suya en la escala social.

El oportunismo podemita nos vuelve a mostrar que sus verdaderos intereses políticos no son más que lavarle la cara a este sistema tomando medidas cobardes. Más preocupados por estar en bien con la iglesia, empresarios y con la banca que por combatir al sistema al que dicen no pertenecer.

Como vemos la falsa izquierda no es más que la pata izquierda del sistema capitalista, por eso nunca lucharán por un cambio de sistema porque ellos son el sistema.

El capitalismo está en su fase final, las medidas adoptadas por el gobierno de coalición formado por los socialdemócratas y los oportunistas pretenden contener mediante subsidios el estallido social que se avecina.

La clase obrera no queremos vivir de la beneficencia de la burguesía, no queremos vivir de subsidios, porque somos nosotros los que producimos las riquezas. Somos nosotros los que los mantenemos a ellos, a los que nos explotan, a los que nos humillan mostrándonos una falsa solidaridad basada en devolvernos las migajas del gran pastel que como obreros solo nosotros podemos producir colectivamente.

Ya es hora de gritarles que no queremos sus migajas, ya es hora de tomar las riendas para ser los dueños de nuestro destino. Los grandes monopolios, las oligarquías financieras están unidas para impedirlo y controlan a los gobiernos a todos los niveles para que les laven la cara y nos apacigüen.

Solo unidos y organizados en un Frente Único del Pueblo seremos capaces de vencer al opresor, solo unidos y organizados acabaremos con el capitalismo.


¡¡¡SOCIALISMO O BARBARIE!!!

Partido Comunista Obrero Español (P.C.O.E.) de Cádiz