El pasado jueves 20 de diciembre, los sindicatos de CCOO-Industria de Asturias y SOMA-Fitag-UGT firmaron un principio de acuerdo en Hulleras del Norte SA (HUNOSA), empresa participada por el Estado, con relación al plan industrial para los años 2019-2027.
Según manifestó CCOO-Industria de Asturias por boca de su secretario general, dicho principio de acuerdo pivotaba en 2 fases, hasta 2027, por el que durante los dos primeros años, 2019-2021, se realizarían las labores de clausura y post-clausura de los pozos de Carrio y Santiago del municipio de Aller; de tal modo que se continuará la extracción de combustible del pozo Nicolasa para surtir a la Central Térmica de la Pereda; en el segundo semestre de 2021 se planificará la fase 2 de dicho Plan Industrial. También se han “comprometido” a potenciar HUNOSA como agente de restauración medioambiental en coordinación con el Gobierno Autonómico, abriéndose nuevas líneas de actividad para el lavadero de batán, así como, en palabras de la propia organización CCOO-Industria de Asturias “se plasmará en un Plan de Empresa junto actuaciones de Diversificación, Reactivación, Promoción Industrial y Plan Social”.
Por otro lado, dicho Acuerdo también contempla que HUNOSA se compromete a seguir contando con los trabajadores de las subcontratas durante 2019.
Ese mismo día 20 de diciembre, cinco mineros pertenecientes a las subcontratas, se encerraron a 400 metros de profundidad en el Pozo Santiago exigiendo que los trabajadores de las subcontratas pasen a ser plantilla de HUNOSA; exigencia que para HUNOSA es innegociable y, como no puede ser de otro modo, es secundada por sus esbirros sindicales, como por ejemplo el máximo responsable de CCOO-Industria asturiana afirmando “cuando ya no entran en Hunosa ni los preferentes absolutos que perdieron un familiar en accidente en la empresa, sabíamos que no entraría ningún otro colectivo”. De manera vergonzosa, propia de lo traidores que son, CCOO y UGT dividen, nuevamente, a los mineros entre subcontratados o no.
CCOO-Industria a nivel Federal, se posiciona abiertamente a favor de la descarbonización, en un documento de 104 páginas realizado por dicha central sindical titulado “Situación y perspectivas en el sector del automóvil. Medidas ambientales, digitalización y automatización de la industria” donde, más concretamente en su página 92, señala lo siguiente:
“Lo que necesita este país es elaborar un proyecto de descarbonización serio y en una perspectiva de medio largo plazo, que es lo que requiere afrontar proyectos complejos como el del cambio climático y sus efectos en la salud de las personas”.
Pero no olvidemos que, en lo que hoy están el Gobierno de los monopolios, la UE, sus títeres del Estado español, y sus esbirros de CCOO y UGT es el cómo se apuntilla al sector de la minería; o lo que es lo mismo, llevar a término la ejecución de la Decisión 2010/787/UE del Consejo de 10 de diciembre por el que los imperialistas europeos determinan, en palabras del “Plan de la Minería 2013-2018”, “la necesidad de presentar un Plan de Cierre del Reino de España que incluya todas aquellas unidades de explotación no competitivas y contribuya a un cese ordenado de las actividades mineras que no alcancen el umbral de rentabilidad en el contexto de un plan de cierre irrevocable que debe concluir el 31 de diciembre de 2018.”, esto es, la UE ha dado subvenciones tanto a los empresarios como al Estado para destruir la minería.
Dicho “Plan de la Minería 2013-2018” contiene en su página 11 unos datos que son reveladores:
“En aplicación de esa normativa se han aprobado en nuestro país distintos Planes de Reestructuración y modernización de la minería del carbón: Plan de Reordenación del Sector del Carbón 1990-1993, Plan de Modernización, Racionalización, Reestructuración y Reducción de Actividad de la Industria del Carbón de 1994-1997, Plan 1998-2005 de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras y el Plan Nacional de Reserva Estratégica de Carbón 2006-2012 y Nuevo Modelo de Desarrollo Integral y Sostenible de las Comarcas Mineras, cuya vigencia expiró el 31 de diciembre de 2012.
La consecuencia de todos estos planes iniciados en 1990 ha sido una reducción muy significativa del número de empresas del sector, de la producción de carbón, de las plantillas y del volumen de ayudas.
Así, se ha pasado de un parque empresarial con 234 empresas mineras que empleaban a 45.212 trabajadores y producían 19,32 millones de toneladas en 1990, a un parque de 15 empresas mineras, con una plantilla propia en el entorno de 3.400 trabajadores y una producción de carbón de 6,5 millones de toneladas en 2012.”
Conviene recordar un artículo publicado en El Comercio, el pasado 9 de octubre de 2015, titulado “Lo de Villa es la punta del iceberg”, que hace una reseña sobre la presentación del libro de Antón Saavedra, que fue dirigente de SOMA-UGT y exdiputado regional por IU-PASOC, donde “dibujó al exsecretario general del SOMA [José Ángel Fernández Villa] como un hábil manipulador de voluntades situado en el lugar y el momento justos para ser el factótum de la decisión del Gobierno de Felipe González de ‘acabar con la minería asturiana’. El esquema es sencillo: ‘En 1984, el ministro Solchaga pone 600.000 millones de pesetas encima de la mesa para bajar la plantilla de Hunosa de los 23.000 a los 14.500, lo que nos pareció una buena base. En aquella reunión no estaba Villa, que poco después dijo en Tuilla aquello de que antes de cerrar un pozo habrá que pasar por encima de mi cadáver. Solchaga le respondió muy directamente, aquello de no me toques los cojones, la mejor mina es la que está cerrada’ y acto seguido, según Saavedra ‘dotó a Villa de una infraestructura para el cierre de la minería; puso a Hunosa a su servicio con la chequera con la que fue consiguiendo lacayos serviles que le garantizaron el control del sindicato. Con ello fue controlando los municipios, hasta incluso algunos con poca relación con la minería, como Cudillero. Luego vino el control político, poniendo y quitando presidentes del Principado y, con ello, el control de la Caja de Ahorros, que aún es el banco principal de la región’. Por ello, ante la querella que la actual dirección del SOMA ‘le ha puesto, rasgándose las vestiduras, porque se haya quedado con 400.000 euros para gastos personales’, Saavedra es contundente: ‘hay que ser hipócritas, los que estaban sentados a su derecha y su siniestra y ahora dicen que no tenían ni idea. ¿Qué ocultan con esta querella?’ inquirió, tras recordar que ‘el presidente del Principado, Javier Fernández, afirmó que lo de Villa era más grave que lo de Pujol y lo de Bankia. Le fumigó sin darle opción a hablar. Algo muy gordo debe ocultar para taparle la boca así a su padre político’. ¿Qué puede ser? Saavedra apunta, (…) a una trama de ‘corrupción que llevó a una región próspera a la miseria, al cargarse la minería sin generar un tejido industrial alternativo, mientras que las cantidades millonarias que se daban para eso y para la formación de la juventud fueron a parar a los aparatos y a las bandas del pandillerismo mal llamado sindicalismo’”.
Y mientras todo ello ha acontecido, el estado español está importando, cada vez más, mayores cantidades de carbón del extranjero. Sin ir más lejos, en los ocho primeros meses de 2016, España importó 494.646 toneladas de antracita; 1.198.732 toneladas de hulla coquizable; 4.637.050 toneladas de hulla energética y 2.735.010 de otras hullas, con lo que en los 8 primeros meses de 2016, España importó más de 9 millones de toneladas de carbón a la par que terminaba de destrozar el sector de la minería.
El cierre de las minas del carbón no sólo acaba directamente con los puestos de trabajo de los pozos mineros sino con el futuro de dichas zonas, convirtiendo a comarcas de Asturias y Castilla y León en auténticos desiertos laborales, que conllevarán a la emigración de obreros jóvenes a las ciudades donde se convertirán en mano de obra precaria. El cierre de los pozos también destruye a las empresas que les abastecen para la extracción de la producción, así como a otro tipo de empresas, como son las centrales térmicas, algo que ya ha acontecido en los cierres de ELCOGAS y COMPOSTILLA, por ejemplo.
Por todo ello, desde el PCOE señalamos a CCOO y UGT como auténticos traidores de la clase obrera, y nos solidarizamos con los mineros.
El genocidio de la minería del carbón sintetiza perfectamente lo nocivo que para la clase obrera es el capitalismo monopolista de estado. Y, cómo no, el verdadero significado de la transición, que no fue otra cosa que la homologación del fascismo y su Estado para la integración en la Comunidad Económica Europea, lo que posteriormente se ha convertido en la Unión Europea. Transición que fue obra del fascismo y de los oportunistas – PSOE, PCE, CCOO y UGT – en lo que ha sido la mayor traición perpetrada contra la clase obrera en el estado español.
Los servicios que el PSOE ha prestado al gran capital durante estas últimas 4 décadas han sido impagables; en la década de los 80s fue el brazo ejecutor de la Reconversión Industrial golpeando duramente a la industria pesada – Astilleros, empresas químicas, Altos Hornos, primera oleada de la minería, etcétera – y, con ello, asestando un golpe de muerte a la clase obrera, pues en la destrucción de millones de puestos de trabajo en dicha reconversión industrial – sacrificio hecho por estos canallas al objeto de entrar en la CEE – liquidó al movimiento sindical que provenía del franquismo, un movimiento sindical combativo que dio muestras de capacidad para paralizar el país, y que sirvió al PSOE para construir un nuevo movimiento sindical adaptado a la ideología y a las necesidades de los capitalistas, financiado por el propio Estado, y servidor de los intereses de los monopolios. Un sindicalismo corrompido, enemigo jurado de la clase obrera y servidor de los monopolios, siendo una parte más del corrompido Estado.
En todo este periodo, las cúpulas de CCOO y UGT han sido fundamentales para, por un lado, garantizar la política económica del Gobierno, la moderación salarial que no es otra cosa que garantizar que los salarios de los trabajadores debían crecer muy por debajo de la carestía de vida; y por otro lado, una vez liquidados multitud de cuadros sindicales en la Reconversión de los 80s, no han dudado en firmar inmisericordemente todo tipo de reconversiones y cierres empleando los EREs como instrumento y abrazando la corrupción, llegando al lugar donde hoy nos hallamos.
Ahora ya están preparando la destrucción de puestos de trabajo que conllevará lo que ellos llaman industria 4.0., Cuarta Revolución Industrial, o la penetración de la digitalización a los procesos de producción y organizativos industriales. Los siguientes sectores que el Estado, con CCOO y UGT a la cabeza, deben adecuar al nuevo paradigma productivo, o lo que es lo mismo reestructurar sus plantillas serán, fundamentalmente, la industria de producción de bienes, como por ejemplo, la industria automovilística, y a otro nivel, la informática.
Mientras siga existiendo el capitalismo el desarrollo de la tecnología no beneficiará a las masas populares y trabajadoras sino a la clase hegemónica que impone su dictadura: la burguesía y, más concretamente, a los monopolios. En el estado español, todos los que defienden al capitalismo monopolista – desde los oportunistas de PODEMOS/IU/PCE, a los fascistas, con independencia de la etiqueta que tengan, ya sea PSOE, PP, C’s o VOX, pasando por el corrompido sindicato vertical del Estado, CCOO-UGT – la única respuesta que pueden dar ante el desarrollo de las fuerzas productivas es producir más paro, más precariedad laboral, agudizar la explotación y tirar a más millones de obreros a la cuneta de la exclusión social y la miseria; esto es, destruir a la par fuerza productiva, convirtiéndose objetivamente en un freno para el desarrollo de la humanidad, siendo una necesidad objetiva para la existencia del ser humano la liquidación del capitalismo, del imperialismo. Y es que el actual grado de desarrollo de las fuerzas productivas ya no se corresponde con el capitalismo, sino que corresponde a otro sistema económico de orden superior, que no es otro que el socialismo. Únicamente el socialismo puede destruir el freno que supone para el desarrollo de la humanidad el capitalismo monopolista y putrefacto. Sólo el socialismo puede unir de manera armónica el desarrollo de las fuerzas productivas con unas nuevas relaciones de producción, haciendo que el desarrollo de la ciencia y de la tecnología se ponga al servicio de la mayoría trabajadora, produciéndose una distribución equitativa y justa de la abundancia de medios de vida que el alto grado de automatización ya genera, liquidando el desempleo y reduciendo la jornada de trabajo de los trabajadores con el único objetivo de la consecución del desarrollo multilateral e ilimitado del ser humano, de acabar con las clases sociales y de emancipar al ser humano del trabajo monótono gracias a la automatización.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a todos los trabajadores honrados que todavía mantienen un carnet del corrompido sindicato vertical del Estado – ya sea CCOO o UGT – a que lo rompan y fortalezcan las filas del sindicalismo de clase, de los sindicatos de la Federación Sindical Mundial en el estado español. Asimismo, hacemos un llamamiento a los trabajadores a unir todas las luchas en una única lucha de clases contra el capitalismo monopolista de estado español conformando un Frente Único del Pueblo para combatir al fascismo, que es la única salida que le queda al capital para sostener su caduco sistema, así como nos dirigimos a los elementos más avanzados del proletariado a apoyar y sumarse a su organización de vanguardia, a fortalecer las filas del Partido Comunista Obrero Español (PCOE).
¡ABAJO LOS TRAIDORES SINDICATOS DEL ESTADO CCOO Y UGT!
¡OBRERO, FORTALECE LOS SINDICATOS DE LA FSM!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!
Madrid, 23 de diciembre de 2018
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)