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Ante los atentados acontecidos en París

En el día de ayer se produjeron distintos atentados en la ciudad de París que dejaron un saldo superior a los 120 asesinados. Estos sucesos irracionales y bárbaros, donde se derramaron ríos de sangre inocente, son los que se desarrollan diariamente en Siria, Libia, Líbano, Palestina, Iraq, Afganistán, Mali y tantos y tantos países donde las potencias imperialistas, entre las que descuella Francia, participan decisivamente.

Lo acontecido ayer en París es la consecuencia del imperialismo, donde la guerra es la única salida que tiene la burguesía para mantenerse, saciar su voracidad criminal y apropiarse de todos los recursos y riquezas de los pueblos del mundo. Francia ha armado a la oposición en Siria, entre los que se encuentra el Estado Islámico, a los que ha señalado Hollande como responsables de la matanza en París, y participa en diversas guerras y ocupaciones militares tanto en el Sahel, África Central, como en Oriente Medio. Ese es el rostro de la socialdemocracia, el del imperialismo, el del pillaje, el de la guerra al servicio de la burguesía.

Las potencias imperialistas norteamericanas y europeas utilizarán estos atentados para seguir justificando sus guerras de carroña y para agredir a más países y más pueblos, continuando su labor criminal y genocida con absoluta impunidad.-

Los propagandistas de los monopolios hoy no han dudado en sembrar odio contra aquéllos a los que cada día sus países bombardean, así como inocular el miedo en el pueblo. O lo que es lo mismo, crear el caldo de cultivo necesario para que el Estado cree leyes todavía más represivas, si cabe, contra el Pueblo.

Y si lo que se les viene a los pueblos encima es más represión y más agresiones militares, el cinismo también ha sido una constante de todos los partidos políticos del Capital. Todos ellos han suspendido sus actos por los más de 120 crímenes de París, sin embargo, no suspenden sus actos el resto de días cuando en Siria, Afganistán, Líbano, Mali, República Centroafricana, Palestina, Iraq o Libia son asesinados miles de inocentes diariamente como consecuencia de las acciones militares de los gobiernos ‘democráticos’.    

Rajoy ha convocado una reunión de la comisión de seguimiento del Pacto Antiyihadista, el cual significa represión contra el pueblo, compuesta por los que suscribieron dicho pacto, que entre otras cosas introdujo la cadena perpetua, que son PP y PSOE demostrándonos que en la práctica ambos partidos son un único Partido, el Partido de los monopolios, el Partido del Capital, el Partido del imperialismo español, por más teatro que hagan a lo largo de la campaña electoral que se avecina. El reaccionario Albert Rivera no ha dudado en llamar a la puerta de dicho pacto, como no podía ser de otra forma, apelando “a que no debe haber fisuras entre demócratas”. Esos demócratas a los que se refiere el líder de Ciudadanos son los responsables no sólo del genocidio social que están provocando en los países europeos, entre los que descuellan España, Grecia o Portugal; sino también de las guerras de rapiña para robar el petróleo y los recursos naturales y, también, de las consecuencias de esas políticas imperialistas, como el 11M o los asesinatos del pasado día 13 de noviembre en París.

Todos estos ‘demócratas’ tienen las manos manchadas de sangre inocente. El Partido Comunista Obrero Español lamenta la sangre inocente derramada por culpa del imperialismo en París, en Madrid, en Beirut, Bagdad o Alepo. El único responsable de todos los crímenes que acontecen  hoy en el mundo son los imperialistas, los que defienden las democracias burguesas, que cada día se confunden más con las dictaduras reaccionarias, no habiendo más salida que la unión y la organización de la clase obrera para acabar con el imperialismo y para construir el Socialismo, la única vía posible de paz.

 

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Sobre la situación de Cataluña

La situación de Catalunya pone sobre la mesa de discusión la penuria de un sistema que hace aguas por todos los lados. Los argumentos son cínicos por parte de la derecha y pobrísimos desde el lado “izquierdo” para abordar un problema secular que debe resolverse a la mayor brevedad posible.

La derecha ha venido sosteniendo el criterio de que a través de la fuerza ningún objetivo es alcanzable, porque en el imperio del “Derecho” y de la “Democracia” debe imponerse la palabra y las buenas hechuras. Se objetó la violencia de ETA  para contener las ansias de independencia del pueblo vasco. Ahora que Catalunya quiere hablar y lo ha pedido por activa y por pasiva, pero ahora, la palabra no vale.

Claro que el gobierno, los socialistas, en general la derecha, en estos momentos cruciales evitan el término “pacífico”, porque los catalanes están demostrando que, menos violentos, son de todo. Así que sale a relucir el imperio de la Ley: fuera de la ley nada es alcanzable. Pero, ¿quiénes son los que apelan a las leyes? Si realmente este país se atuviese a las leyes, tanto el PSOE como el PP, deberían ser partidos ilegalizados por corruptos, por engañar al pueblo con programas electorales que no cumplen, etc. ¿En nombre de qué decencia nos hablan? Cada palabra que sale de la boca de los dirigentes del PP y del PSOE suena a burla.

También los que se autodenominan de izquierda, incluidos los que nos hablan de los de “arriba” y “abajo”, toman una posición ambigua, se ve que este problema, como tantos otros, no lo dominan, porque querer estar sin que se les vea es algo imposible. Estos pretenden esquivar sus responsabilidades y no van al fondo de la cuestión.

También los hay muy revolucionarios que creen que con decir que hasta que no llegue el socialismo no existirá la verdadera oportunidad de imponer el derecho a la autodeterminación y será cuando el proletariado y el pueblo en general podrá expresarse libremente ya está todo dicho, porque lo que se dilucida en estos momentos es una lucha intestina entre facciones burguesas.

Es evidente, la nación es inherente al sistema capitalista, nace con este modo de producción y por tanto el nacionalismo es burgués, porque los comunistas somos internacionalistas. ¿Y qué?

¿Cuál es el fondo de la cuestión? Pues que las luchas domésticas entre burguesías, deben ser azuzadas para exacerbar sus contradicciones, este es el abecé de la táctica de la lucha de clases. El proletariado catalán no está a la altura de las circunstancias, como tampoco el del resto del estado ¿tenemos entonces que dejar que transcurran los acontecimientos sin tomar parte en ellos, sin dar nuestra opinión concreta sobre lo que sucede en estos momentos? ¿Es esa la posición correcta de un partido revolucionario? ¿Qué puede pasar a partir de ahora? Pues que el gobierno del Estado en concomitancia con los “socialistas” y bajo la “neutralidad” de la autodenominada izquierda más, la pasividad de la” izquierda científica”, imponga alguna clase de ley de su propia cosecha que condene a los catalanes, por supuesto, que no será solo contra Más, porque eso no cambiaría nada, y esto por mucho que se quiera disimular no es más que un país imperialista imponiendo la subyugación de otro pueblo. Si llega este caso, todos serán cómplices juntos con el gobierno del sometimiento del pueblo trabajador catalán.

Ciertamente, ésta no es la forma en que nosotros los comunistas del PCOE nos gustaría que discurriesen los acontecimientos, pero están así planteadas las cosas y desde esta base es desde donde tenemos la obligación de encararla. El PCOE está en contra del sojuzgamiento de un país por otro, aun siendo burgueses. Y estaremos en contra de cualquier acto represivo del estado español contra el pueblo catalán.

 

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Portugal, el vivo ejemplo de la dictadura de la burguesía

La pasada semana, el Presidente de la República de Portugal, Anibal Cavaco Silva, rechazó el gobierno de coalición conformado por el Partido Socialista, el Partido Comunista de Portugal y el Bloco de Esquerda designando el gobierno de su partido y poniendo como Primer Ministro a Passos Coelho a pesar de no contar con la mayoría parlamentaria y, por tanto, no poder mantener gobierno.

Los motivos con los que justificó esta decisión el Jefe  del Estado luso para realizar este pucherazo contrario a la decisión de los portugueses, y amparado por la legislación de la República portuguesa,  fue  la presencia en el gobierno de coalición de izquierdistas del Bloco y comunistas de PCP entre los mismos y que ello implicaría la posibilidad de realizar políticas para abolir el Tratado de Lisboa, el equilibrio presupuestario y la ley de estabilidad, así como políticas contrarias a la OTAN y la UE; haciendo el Presidente de Portugal lo posible para impedir el gobierno de coalición que las urnas arrojaron.

Como se puede comprobar, la democracia burguesa -aquí en su forma de República- que tanto agradan a los oportunistas del estado español, no sólo no duda ya, sin pudor alguno, en impedir la conformación de un gobierno que tiene la mayoría emanada de las urnas, y que su política va a transitar por la senda del oportunismo sin rebasar, en absoluto, los límites del imperialismo no dudando para la justificación de esta medida antidemocrática la existencia de ‘comunistas e izquierdistas’ en el gobierno.

La democracia burguesa ha quedado retratada no sólo en Portugal, sino en multitud de lugares como Grecia o Italia, donde incluso han gobernado títeres impuestos directamente por los monopolios como Papademos o Monti, por no hablar de lo acontecido con Tsipras tras el referéndum contra el memorándum de la UE.

La historia ha acreditado la falsedad reiterada por los oportunistas sobre que para alcanzar el socialismo no era necesaria la Revolución Socialista, derrocando por la fuerza a la burguesía,  sino que mediante la profundización de la democracia burguesa se podía avanzar hacia el socialismo.  

Lenin tenía razón cuando afirmaba que “la  omnipotencia de la riqueza también es más segura en las repúblicas democráticas, porque no depende de unos u otros defectos del mecanismo político ni de la mala envoltura política del capitalismo. La república democrática es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo (…) esta envoltura, que es la mejor de todas, cimenta su poder de modo tan seguro, tan firme, que no le conmueve ningún cambio de personas, ni de instituciones, ni de partido, dentro de la república democrática burguesa”. La profundización de la democracia burguesa, y el desarrollo del imperialismo, han dado lugar a mayor reacción y a unos estados cada vez más reaccionarios, a pesar de que los oportunistas en el estado español, los de siempre (PCE-IU) y los de nuevo cuño, PODEMOS, en un momento de crisis aguda del sistema político capitalista no duden en convertirse en un chaleco salvavidas del mismo, reforzarlo y en engañar a los trabajadores en la posibilidad de reformarlo a la par que acatan la columna vertebral del mismo: UE, OTAN, negación del derecho de autodeterminación y no cuestionamiento del sistema económico capitalista.  Estos oportunistas niegan la lucha de clases, en consecuencia abominan de la revolución proletaria, de la dictadura del proletariado, no dudando en arremeter contra el marxismo-leninismo, al que tildan de desfasado, defendiendo la vía del reformismo dentro del estado burgués. Todo ello a pesar de que los hechos que se suceden lo único que hacen es reafirmar la exactitud de la ciencia marxista-leninista y refutan su oportunismo.

Lenin tenía razón cuando señalaba que “las formas de los Estados burgueses son extraordinariamente diversas, pero su esencia es la misma: todos estos Estados son, bajo una forma u otra, pero, en último resultado, necesariamente, una dictadura de la burguesía. La transición del capitalismo al comunismo no puede naturalmente por menos de proporcionar una enorme abundancia y diversidad de formas políticas, pero la esencia de todas ellas será necesariamente una: la dictadura del proletariado.”. Y los hechos se muestran tozudos en demostrarlo en Portugal donde incluso los oportunistas ya no tienen cabida, o en el mismo estado español, donde la Constitución de 1978 reconoce como único sistema económico posible el capitalismo, garantizando la intervención de las Fuerzas de Represión del Estado en caso de que alguien no lo reconozca, con independencia de que obtenga una mayoría en las urnas. La clase obrera únicamente tiene una salida: El Socialismo y la dictadura del proletariado. Todo aquél que lo niegue y se oponga no es más que un traidor a la clase obrera y un siervo de la burguesía y su dictadura.

 

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)