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Resolución del pleno del comité central contra la Unión Europea

Comprobamos como todos los partidos y todas las organizaciones al servicio del Capital atemorizan al Pueblo ante el mero planteamiento de no cumplir con el dictado impuesto por los monopolios desde la Unión Europea, mostrando a esta unión de burguesías monopolistas del continente como la única y más sublime tabla de salvación de los Pueblos.

Sin embargo, la realidad es que la Unión Europea es el instrumento de la burguesía monopolista europea para imponer su dictadura por la que se someten a los pueblos los condena a la miseria y los expolia, con la colaboración de los gobiernos burgueses títeres de los países,  para enriquecer a las multinacionales. De tal modo que las políticas económicas y laborales antiobreras vienen impuestas por la UE, la política monetaria viene impuesta por la UE, el gasto militar y la intervención del estado en las guerras de carroña vienen determinadas por la UE y su brazo armado, que es la OTAN, la no neutralidad del estado y, consecuentemente, el formar parte de un bloque bélico poniendo en riesgo al pueblo es consecuencia de formar parte de la UE y de la OTAN, quien niega que el campesino y el ganadero puedan vivir de su tierra y su ganado es la UE, quien impone los recortes sociales a las clases populares es la UE, quien niega la soberanía, el derecho de autodeterminación y la independencia de las naciones es la UE, es el imperialismo.

A tenor de todo lo expuesto, el Pleno del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español adopta la siguiente

RESOLUCIÓN:

El II Pleno del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español expresa resueltamente la necesidad de liquidar el bloque imperialista europeo y combatir al imperialismo allá donde esté y, consecuentemente, hacemos un llamamiento a la organización popular para luchar en el sentido de la aniquilación de la Unión Europea, y en este sentido el PCOE desplegará todas las acciones posibles para que el Pueblo Trabajador asuma esta necesidad de hacer desaparecer la Unión Europea.

PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E)

Sevilla, a 26 de septiembre de 2015.




Resolución del pleno del comité central sobre los asesinatos del 27s y contra la represión del estado

El Pleno del Comité Cental del Partido Comunista Obrero Español celebrado en Sevilla el día 26 de septiembre de 2015, a un día del 40 aniversario del asesinato de los comunistas Sánchez Bravo, García Sanz y Baena y de los abertzales Jon Paredes Manot “Txiki”  y Angel Otaegi  por parte del Estado fascista español, quiere con la presente resolución contribuir a mantener viva la llama de la memoria histórica así como el reconocimiento de estos hijos del proletariado, los cuales entregaron sus vidas enarbolando la bandera de la emancipación del Pueblo trabajador de un estado opresor criminal.

A día de hoy, y fundamentalmente tras las sucesivas leyes introducidas por el reaccionario gobierno del Partido Popular,  el estado español avanza inexorablemente hacia el fascismo, constituyendo una dictadura reaccionaria en la que el proletariado se halla  totalmente ilegalizado. El grado de represión cada día es mayor en los centros de trabajo al igual que en el ámbito de la lucha política en contraposición a la impunidad y apoyo que el estado confiere a organizaciones fascistas, a requeridos por crímenes del estado por la Justicia de otros países o a los cada vez más responsables políticos burgueses inmersos en la corrupción.

Mientras las cárceles de éste país mantienen encerrados a dirigentes comunistas, independentistas, sindicalistas, y se le imponen leyes mordazas al pueblo con el único objetivo de reprimirlo, los fascistas campan a sus anchas con absoluta impunidad no dudando en loar a sus correligionarios ideológicos como Pinochet, descollando en este sentido el que fue Presidente del Gobierno en la época en la que su gobierno torturaba en Intxaurrondo y enterraba en cal viva a ciudadanos vascos y se condecoraba a sus autores.  

Desde el Pleno del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español exigimos la inmediata puesta en libertad de todos los presos políticos que existen en este país, la abolición de la Audiencia Nacional, el fin de la política de dispersión de presos, la derogación de las mal llamadas leyes antiterroristas y demás leyes mordazas que lo único que hacen es perseguir a las ideas y las luchas de la clase obrera, así como a los luchadores contra el sistema explotador capitalista otorgando por otro lado la máxima impunidad a los fascistas, ladrones y a los que practican, han practicado y siguen practicando terrorismo de Estado.

COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)




La banca aventa el miedo en las elecciones catalanas. Luchar por el socialismo es luchar por la soberanía y la libertad del pueblo catalán

El pasado viernes las patronales de los bancos y de las inexistentes cajas de ahorro entraron públicamente en la arena de las elecciones catalanas, arremetiendo contra el independentismo y vertiendo miedo al pueblo, saliendo en defensa del marco constitucional español, contubernio de la burguesía por el que maquillaron el régimen político fascista para integrar al estado español en el proyecto de los imperialistas europeos, primeramente la CEE que alumbró lo que hoy es la UE.

Decimos que la banca entró públicamente en la arena electoral porque directa, pero soterradamente, lleva interviniendo en todas las elecciones, y en todas las decisiones políticas de los distintos gobiernos – central, autonómicos y municipales – durante estos 40 años a través de los partidos políticos contendientes, todos ellos financiados y dirigidos por la banca, creados para servir a la gran burguesía monopolista, de la que forma parte los bancos.

La gran burguesía monopolista fusionada al estado, emplea éste, no sólo como instrumento para reprimir al Pueblo, sino también para regular la economía en su beneficio, constituyendo lo que se denomina Capitalismo Monopolista de Estado. La burguesía monopolista catalana siempre estuvo y sigue estando integrada en el Capitalismo Monopolista de Estado español, y es a través de éste, de su estado, a través del cual se integra con las otras burguesías monopolistas de otros estados europeos, conformando la Unión Europea.

Todo lo que sea debilitar el estado español es debilitar el Capitalismo Monopolista de Estado y, consecuentemente, las posiciones de la burguesía monopolista española, entre las que se encuentra burguesía monopolista catalana.

Es por ello que los Bancos no han dudado en tomar partido abiertamente para atemorizar al Pueblo; para que, mediante el miedo, tomen partido de las opciones que más favorecen sus posiciones, que no es otra que la indivisibilidad del estado español.

La agudización de la explotación del proletariado y el incremento exponencial de los beneficios empresariales, fundamentalmente a partir de la segunda mitad de la década de los 80s, llevó a la burguesía monopolista española a invertir esos excedentes de capital (IED) a otros países del mundo, en lo que los oportunistas y burgueses llaman ‘globalización’ y que no es otra cosa que imperialismo,  como magistralmente definió Lenin.

 Hoy, la burguesía monopolista española se encuentra en la tercera oleada de Inversión Directa Extranjera (IED) y, para ella, es fundamental conseguir los máximos mecanismos internacionales de protección de su IED. Es por ello que, en este momento de crisis general del Capitalismo Monopolista de Estado, defienda a ultranza su esencia: la unidad y la indivisibilidad del estado español, que es la garantía de integración a la UE como plasmación del Capitalismo Monopolista de Estado de las burguesías monopolistas europeas. Tras la firma del Tratado de Lisboa, la UE juega un papel mayor en la protección de las IEDs de los estados miembros de la Unión Europea.

La degradación de las condiciones de vida de los pueblos y la resistencia de estos a la agresión imperialista, fuerza a estados nación a confrontarse contra los intereses de los monopolios, como por ejemplo aconteció con la nacionalización de YPF en Argentina. Al agudizarse las contradicciones como consecuencia del desarrollo del imperialismo en el mundo, los monopolios se ven obligados a refinar los mecanismos para debilitar a los estados y garantizar las IEDs, encontrándonos en un momento donde las burguesías monopolistas europeas y norteamericana están negociando el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) como instrumento mundial por el que se garanticen al máximo las IEDs de los monopolios, subordinando todos los estados del mundo a los monopolios de las potencias imperialistas y sus intereses. La justicia mundial será la que apliquen los árbitros de los monopolios, eso es el TTIP entre otros aspectos, y es ahí donde están puestas las ambiciones y las necesidades de la burguesía monopolista española, máxime cuando se halla en una tercera fase de exportación de capitales o de IED.

Bien sabe la banca que no va a abandonar Cataluña, pues otros bancos de otras potencias imperialistas no dudarían, gustosamente, en ocupar el espacio que ellos dejarían. Como tampoco el imperialismo europeo puede permitir que Cataluña se escinda de su criminal dominio político y económico. La pequeña y mediana burguesía catalana y sus partidos , que ven en la independencia y en la consecución de un estado propio como la salida a la ruina en la que la burguesía monopolista le ha llevado, pretende volver a un estadio donde la burguesía monopolista le dio un estatus privilegiado en un momento histórico que ya pasó y que atendía a un desarrollo del capitalismo monopolista de estado distinto al que hoy existe. El desarrollo de la burguesía monopolista ya entra en contradicción con la pequeña y mediana burguesía, no sólo con la catalana. 

El anuncio de la banca, no sólo ha satisfecho enormemente a sus perros a sueldo – PP, C’s, PSC-PSOE y Unió -, sino también a la pata de Junts Pel Sí representada por  Convergència, pues, a pesar de que se posicionan abiertamente con el Estado Español, le lanzan a éste el mensaje de que “… por medio del diálogo, impulsen las reformas que permitan seguir progresando …” exhortando al Gobierno del estado, que es su Comité de dirección, a impulsar las reformas suficientes para poder hacer una componenda, que es lo que llevan demandando desde que estalló la crisis. Dependiendo del resultado electoral, y de la fuerza que obtenga  el bloque ‘independentista’, esa componenda empezará a realizarse tras las elecciones generales de diciembre.

Mientras tanto el pueblo catalán, el proletariado, está en una situación cada vez más miserable, de mayor precariedad, azotada por el paro y por la pobreza, donde el gobierno de la pequeña y mediana burguesía catalana – CiU + ERC – no ha dudado en arremeter contra sus derechos y sus intereses. El Partido Comunista Obrero Español, y nuestro partido hermano en Cataluña, el PCOC, defienden el derecho a la autodeterminación de la nación catalana, pero ésta no vendrá de la mano de la pequeña ni de la mediana burguesía catalana, igual de reaccionaria y criminal contra los trabajadores que la burguesía monopolista, sino que vendrá de la mano del proletariado catalán. El pueblo de Cataluña tiene derecho a la autodeterminación y, si así lo estima, a poseer un estado propio pero, para ser verdaderamente libre y soberano, debe romper con todas aquellas instituciones imperialistas que niegan los derechos a los pueblos y a los que imponen su dictadura política y económica a través de sus instituciones, como es la Unión Europea. Hacemos un llamamiento a la clase obrera catalana a que dé una respuesta de clase, y ésta pasa por la unidad del proletariado, unificando todas sus luchas en una sola, la lucha de la clase obrera contra la burguesía y su sistema económico, el Capitalismo, construyendo un Frente Único del Pueblo cuyo objetivo no sea otro que derrocar a la burguesía y a su criminal sistema. En esa lucha el proletariado catalán no está solo, tiene el internacionalismo proletario de toda la clase obrera del mundo, empezando por el proletariado del estado español. La lucha por la autodeterminación de la nación catalana es la lucha por el Socialismo.

¡POR EL DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS, FUERA DE LA UNIÓN EUROPEA!

¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, POR EL SOCIALISMO!

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)




Imperialismo es migración, robo, guerra, represión, explotación y muerte

Miles de libios, sirios, afganos o iraquíes han muerto en esta Europa decrépita hasta la náusea, a cuya cabeza se sitúa esa caterva de jefes de estado y gobiernos, lacayos políticos al completo servicio de los monopolios industriales y financieros encabezados por un puñado de oligarcas que sólo en la explotación y la guerra hallan su espuria forma de sobrevivir, pasando por encima de miles de cadáveres. Porque las imágenes de cientos de migrantes muertos en el mar Mediterráneo, en las democráticas alambradas europeas o en los camiones hacinados en las pulcras autopistas austríacas –tragedias humanas mil veces repetidas-, no son más que las crueles consecuencias del capitalismo en su etapa putrefacta.

Porque fue la UE y sus gánsteres financieros, agazapados tras la maquinaria asesina de la  OTAN, los que invadieron y destruyeron salvajemente Libia, los que financian y amparan al terrorismo para masacrar a los sirios y destruir por completo ese país, los que enviaron a Irak o Afganistán al Medievo a base de bombas y metralla en nombre de la “libertad”. Los mismos que levantan muros, infames centros de internamiento e interminables kilómetros de alambre de espino para evitar la entrada de miles de africanos, mientras expolian hasta el último recurso de ese rico continente. Los mismos imperialistas que ofertan muerte, crímenes de lesa humanidad, torturas y violaciones masivas de cualquier atisbo de derecho humano en Trípoli, Bagdad, Kabul o Alepo, hoy fingen estupor ante el dantesco drama humano. Los mismos que ofertan guerra y terrorismo en sus “zonas de influencia”, reciben a los que logran escapar del infierno en modernos campos de concentración, mientras ven caer a cientos de ellos en el trayecto, incluyendo niños que apenas pueden sostenerse en pie.

En eso ha quedado la “Europa social y del bienestar” de la que aún hoy hablan oportunistas de todo pelaje.

Este régimen capitalista y su burguesía parasitaria –engordada a costa del trabajo asalariado y el latrocinio a escala industrial y a mano armada- ya hace mucho que ha dado señales inequívocas de su caducidad histórica. Hoy más que nunca urge que los trabajadores nos organicemos desde la base, porque sólo la unión inquebrantable de las fuerzas proletarias y los pueblos oprimidos por el gran capital podrán forjar las bases de nuestra emancipación social y nacional. La contradicción que rige el momento actual que vivimos, es la que se da entre la inmensa mayoría de oprimidos que aspiran a romper sus cadenas y la de esa minoría de opresores que aspiran a apretar todavía más los grilletes. La que se da entre el socialismo e imperialismo. Organizar la revolución socialista ya no es una alternativa, sino una necesidad histórica impostergable.

Sólo el socialismo puede poner las bases indispensables para acabar con el robo, la guerra, la explotación y la muerte que asola a millones de trabajadores. Porque solo la dictadura del proletariado podrá asegurar que los que hoy agigantan sus capitales a costa de nuestro sudor y sangre, sean expropiados y reprimidos sin contemplaciones.

Secretaría de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (P.C.O.E.)




Felipe González, siempre al servicio de los monopolios y de la reacción

La clase burguesa es, sin lugar a dudas, la clase más criminal, corrupta y cínica que ha parido la historia,  reflejo de su sistema económico cuyo ADN es la explotación, el robo y la violencia.

El pasado día 20 de agosto, el periódico EL PAIS contenía en su sección de opinión, un artículo de Felipe González titulado “Venezuela al límite” por la que, sobre el papel, pretende dar una lección de democracia – burguesa, claro está – al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro, plasmando en el papel las consignas de cara al próximo proceso electoral de la oposición fascista y golpista venezolana, que no son más que títeres de los monopolios norteamericanos y europeos – al igual que lo son Felipe González y el periódico EL PAIS  – y que pasan por descalificar al gobierno venezolano, deslegitimar dichas elecciones fijadas para diciembre de este año ante la ausencia de ‘garantías’ y de ‘limpieza’, exigiendo la intervención de organizaciones supranacionales imperialistas al servicio de dichas potencias, en aras a una contienda igual; en definitiva, seguir acosando y fustigando al gobierno venezolano y su pueblo y justificando todo tipo de sabotajes perpetrados por  la burguesía, promoviendo el golpismo y dejando bien a las claras que la lucha de los monopolios por tomar el poder político en Venezuela es a muerte. Antes que Felipe González, el pasado día 27 de julio, el mismo diario EL PAIS se hacía eco de unas  declaraciones del esbirro estadounidense Capriles, desde Washington, por las que éste exigía la presencia de esos organismos imperialistas supranacionales de cara a las elecciones del 6 de diciembre.

Es normal que el periódico del grupo PRISA, monopolio de la comunicación que tiene multitud de intereses en Venezuela y en todo el continente americano, arremeta contra el gobierno de Maduro, como antes hizo con Chávez.    Y es que EL PAIS, lo que expresa,  no es más que la voz de sus dueños, que no son otros que los Bancos (HSBC, Banco Santander, CaixaBank, Amber Capital, y otros fondos buitres de EEUU o Luxemburgo) y otros monopolios como el conglomerado Catarí – país títere de los EEUU –  del Petróleo, Gas, Construcción, la comunicación y la industria  Investment Holding Group o Telefónica; monopolios todos ellos que tienen multitud de intereses en el continente americano y para los que Venezuela con todos sus recursos y riquezas es una fruta ansiada y apetecida, máxime cuando con el títere Carlos Andrés Pérez se satisfacían con plenitud sus apetencias imperialistas.

El escrito de González condensa toda la esencia de la ideología burguesa,  y consecuentemente,  rebosa hipocresía.  En ella, enarbola la bandera de “la reconciliación” y “el diálogo”, exhortando al Gobierno de Maduro a que “abra un espacio de diálogo con la oposición y con los sectores productivos (…) Un diálogo capaz de reconciliar a una sociedad fracturada que sufre el fracaso y el sectarismo de los gobernantes”, en sintonía con el mensaje manoseado del lacayo de Washington Henrique Capriles Radonski durante estos años el cual, como no puede ser de otra manera entre demócratas burgueses y/o fascistas, por un lado reiteran el mantra de la ‘reconciliación’ de los venezolanos, pero, por el otro, no reconocen la voluntad de estos en el caso que el Pueblo determine otra voluntad que no sea la suya, como aconteció en las pasadas elecciones donde resulto ganador Maduro.

La burguesía siempre apela falsamente a la ‘reconciliación’ y al ‘diálogo’ cuando no se halla en una posición de fortaleza. Cuando tiene el poder, no vacila en imponer su dictado sin miramiento alguno y no duda en fracturar al máximo a la sociedad, favoreciendo a la minoría explotadora y empobreciendo a la mayoría del pueblo de manera inmisericorde. Ello se está pudiendo comprobar con una nitidez absoluta en el estado español, donde el Partido Popular, mientras está machacando al pueblo, ilegalizando de facto a la clase trabajadora, no duda en darle dineros a manos llenas a empresarios y banqueros y en hacer amnistías fiscales a los defraudadores a la par que asfixia con impuestos a los trabajadores y con repagos sanitarios a trabajadores y pensionistas. Felipe González, en lo que concierne al estado español, poco apela al diálogo y a la reconciliación sino que, ante el retroceso del bipartidismo, fue de los primeros en defender una coalición PP-PSOE para que la burguesía siga imponiendo su dictadura de manera inmisericorde tal y como lleva haciendo en España desde siempre y donde Felipe González ejerció de caudillo de esa clase social criminal entre los años 1982 y 1996.   

Felipe González, cuando Carlos Andrés Pérez asesinaba y robaba al pueblo venezolano, y los monopolios norteamericanos y españoles se apropiaban a manos llenas de los recursos de Venezuela,  jamás apeló a que aquél corrompido gobierno escuchara al pueblo ni dialogara ni se reconciliara con nadie,  sino todo lo contrario, apoyando incluso económicamente al gobierno del criminal Carlos Andrés Pérez en 1.989 cuando asesinó a más de 3.000 personas en el Caracazo.

Asimismo, la misiva publicada en el periódico EL PAIS nos deja bien claro  qué es la democracia para Felipe González, “La democracia sigue siendo el sistema menos malo que existe. No garantiza el buen gobierno, pero sí garantiza al pueblo cambiar al Gobierno cuando no le gusta. La democracia se legítima en origen por el voto de los ciudadanos, como la condición necesaria, pero no suficiente. Porque necesita que el Gobierno cumpla con sus programas, que el Parlamento o asamblea lo controle y elabore leyes para todos, que se respete a las minorías, que la división de poderes sea real, que haya garantía de libertad de opinión y de información, así como de elección de los representantes de los ciudadanos”, demostrándose que para los burgueses el papel que le corresponde al pueblo en su democracia burguesa únicamente es el de legitimar con su voto el gobierno resultante, que en una sociedad burguesa donde todos los medios de producción y de intervención política y social están en manos de la burguesía, que solamente será burgués. La ideología burguesa de Felipe González lleva a circunscribir la democracia a la forma burguesa de la misma, la cual teóricamente descansa sobre el sufragio universal, la división de los poderes y el reconocimiento de la primacía del poder legislativo, los derechos y las libertades del individuo, etc., como superestructura emanada del sistema capitalista de producción. Felipe González caracteriza la democracia burguesa con una serie de condiciones necesarias, aparte del sufragio universal, como que el “Gobierno cumpla sus programas”. Habría que recordar que el PSOE, que lideraba Felipe González en 1.982, accedió al poder llevando en su programa electoral que incumplió sistemáticamente, la no permanencia de España en la OTAN, siendo éste el aspecto más ilustrativo de ese incumplimiento, y  haciendo todo lo contrario cuando accedió al poder. O en lo concerniente a los derechos individuales y los derechos humanos, las credenciales de los gobiernos de Felipe González fueron desde el terrorismo de estado, el GAL, la tortura en los cuarteles  ( de tal modo que a los torturadores el gobierno de Felipe González les reconocía, como a Rodríguez Galindo ), o la ley de la patada en la puerta, o ley Corcuera, por la que se liquidaba la inviolabilidad del domicilio, entre otras. 

Felipe González  y los burgueses son enemigos jurados del pueblo y no dudan no sólo en liquidarle todo tipo de derechos, sino de condenarlos a la explotación, a la miseria y a la muerte. Es normal que Felipe González, un demócrata reconocido por la burguesía internacional, no dude un minuto en servir a los monopolios en la defensa de fascistas golpistas como Leopoldo López y Antonio Ledezma, todos ellos con participación en el golpe de estado de abril de 2002 contra Hugo Chávez,  y en la intentona golpista de 2014. El modelo de los demócratas burgueses, de Felipe González, es el terrorismo de estado, el condecorar a militares dirigentes de la dictadura criminal argentina, el participar en guerras de carroña y  apoyar golpes de estado como el de Venezuela en 2002. Todos estos avales le han servido para recibir el reconocimiento y la nacionalidad de un país que para él es un modelo: el criminal estado colombiano, líder en terrorismo de estado, violación de los derechos humanos y en persecución y asesinato de sindicalistas.

Felipe González está en su sitio, en el de su criminal clase social, en el de la dictadura de la burguesía ora demócrata-burgués, ora fascista y siempre enemigo de la clase obrera, de las clases populares, del pueblo trabajador.  A Felipe González, como asalariado de los monopolios y peón de las mayores fortunas, le importa mucho más la riqueza de Gustavo Cisneros, al que regaló Galerías Preciados cuando era Presidente del Gobierno del estado español, que el progreso del pueblo venezolano.

El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela debe tener en cuenta que la lucha de clases, a nivel mundial, es la lucha entre el socialismo y el imperialismo;  y que ésta la está sufriendo en sus carnes,  pues los imperialistas no están dudando en sabotear y arremeter contra Venezuela.  La faz y la esencia criminal de la burguesía está demostrada, y el acoso imperialista contra Venezuela es de dimensiones considerables, por ello la respuesta del pueblo y del gobierno venezolano contra los traidores, los fascistas, los sicarios de los monopolios como la MUD, debe ser de una dimensión mayor al acoso imperialista sufrido, y ello pasa por dar pasos enérgicos en la dirección del socialismo y de la dictadura del proletariado,  de despojarles absolutamente de todo,  incluida la posibilidad que se les está dando en las sucesivas elecciones.

F.J. Barjas

Secretario General del PCOE.