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Fuera Israel de los territorios ocupados. Por un Estado palestino independiente

Los planes expansionistas del imperialismo norteamericano y europeo continúan su camino por Oriente Medio a través del terror, sin que nada los frene. El PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL denuncia la criminal matanza de palestinos por parte de Israel, cuyo objeto es mantener los territorios ocupados e impedir la posibilidad de que el pueblo palestino construya un Estado independiente.

 

Las operaciones militares con asesinatos masivos de personas inocentes que lleva a cabo Israel en la franja de Gaza, contra los criterios formales de las instituciones internacionales, como lo evidencian las continuas resoluciones de la ONU, es señal inequívoca de que los imperios, por encima de todo, intentan provocar una situación de inestabilidad en la zona, pues el aplastamiento del pueblo palestino constituye un eslabón en la cadena de intervenciones que EEUU, la UE, Israel y La OTAN -contando con los auspicios de Turquia y Arabia Saudita- pretenden consumar en Irán y Siria. En este sentido, exigimos la retirada de los colonos judios que arbitrariamente transgredieron los límites de las fronteras de 1967. Exigimos tambien, la demolición del muro construido por Israel que expresa su carácter invasor, así como la liberación de los presos palestinos, la retirada del ejército isralí de los territorios ocupados y el cese inmediato del bloqueo de palestinos en Cisjordania y en la Franja de Gaza.

CONTRA EL IMPERIALISMO INVASOR

VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO PALESTINO

Comisión de Relaciones Internacionales del Partido Comunista Obrero Español




No a la farsa electoral, contra el capitalismo y el nacionalismo burgués: abstención el 25N

Vuelve la farsa electoral burguesa el próximo 25 de Noviembre a tierras catalanas bajo el impacto brutal de la crisis capitalista que golpea al conjunto del proletariado y clases populares, con el añadido de un no menos proceso plebiscitario tramposo puesto en marcha por el representante de Caixabank y Fomento del Trabajo -el actual Presidente de la Generalitat- que, jugando con los sentimientos del pueblo trabajador catalán, pretende obtener mayores cuotas de poder de la oligarquía en Cataluña mediante el uso del reaccionario nacionalismo burgués.

 El conjunto de formaciones burguesas que presentan candidatura a las elecciones al Parlament dejan bien claro en sus propios programas que sólo los monopolios y la banca, es decir, el gran capital, estarán presentes en este nuevo engaño al pueblo trabajador. Desgraciadamente, la clase obrera continúa sin representación política, sin organización de clase y sometida a la putrefacta ideología dominante. Respecto a las organizaciones oportunistas, como no podía ser de otra forma, se limitan a presentar propuestas irreales con tal de gestionar un capitalismo caduco y criminal, cayendo en el juego nacionalista inoculado desde la Generalitat y la Moncloa, posicionándose como fieles servidores de la clase dominante que nos desgobierna.

 Es tal el grado de hipocresía y corrupción de la superestructura burguesa, reflejo de la profunda crisis que corroe la base económica capitalista, que ya en estos momentos podríamos anticipar sin mayores problemas los resultados que obtendrán todas las formaciones capitalistas y oportunistas el próximo 25N.

 

Frente a la realidad insoportable que vive el conjunto de las masas laboriosas catalanas, dónde la sobreexplotación y la miseria de los trabajadores se extienden por todo el territorio catalán, el PCOC reafirma hoy más que nunca su fidelidad indestructible a los principios emanados del socialismo científico, oponiéndose frontalmente al veneno nacionalista y haciendo del irrenunciable internacionalismo proletario el mejor antídoto contra los explotadores de Madrid y Barcelona.

 

Por todo ello, hacemos un firme llamamiento al pueblo trabajador y clases populares catalanes, brutalmente golpeadas por la oligarquía galvanizada en las estructuras imperialistas de la UE, a fin de que no participen en la legalización de nuevos ataques burgueses contra las condiciones laborales y vitales de los trabajadores, a fin de que no caigan en el cebo de una cínica guerra de banderas ajena a los principios de solidaridad y unidad que definen históricamente al movimiento obrero del Estado español. Es imprescindible romper la táctica, fríamente calculada por la oligarquía dominante, que sólo pretende desviarnos de nuestro objetivo emancipador; es imprescindible que los trabajadores, la juventud proletaria y las clases populares emprendan el camino hacia la organización del poder popular. No hay más salida para acabar con la barbarie capitalista desatada por la oligarquía financiera, grandes patrones, gobierno y cúpulas sindicales traidoras y oportunistas.

 

El PCOC, siguiendo su táctica de masas encaminada a destruir la actual maquinaria antiobrera y antipopular, insiste en que la única vía hacia la liberación social y nacional del pueblo trabajador catalán radica en la sólida organización de los trabajadores y sus órganos representativos, al objeto que estos se fundan en una gran estructura democrática que ponga los pilares del poder popular. El movimiento obrero ha de tomar con urgencia la iniciativa, organizándose de forma independiente en una Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores que hunda sus raíces en los centros de trabajo y se encamine hacia un movimiento sociopolítico unitario. Si los trabajadores no procedemos de esta forma sólo podemos esperar la extensión de la esclavitud asalariada, el paro y la miseria generalizada. Del mismo modo y en un proceso ininterrumpido, las clases populares deben caminar hacia la conformación de Asambleas Populares en nuestros barrios.

 

Trabajadores, juventud, pensionistas, autónomos, hemos de caminar juntos y en un solo puño hacia la construcción de nuestras estructuras de poder popular, confluyendo en un poderoso Frente Único del Pueblo que garantice el camino hacia el socialismo y, por tanto, que garantice el reconocimiento en pie de igualdad del inalienable derecho a la autodeterminación de Cataluña.

 

El PCOC, al tiempo que defiende sin embudos la abstención consciente y militante este próximo 25N, quiere dejar claro que en ningún caso está contra la participación de los comunistas en las elecciones burguesas. Participará en ellas en tanto las condiciones nos permitan utilizarlas como tribuna popular, denunciando el carácter reaccionario que en la etapa imperialista representa la institucionalidad burguesa.

 

Este nuevo circo electoral, ya lo definió con exactitud Lenin;

 

“La burguesía se ve obligada a recurrir a la hipocresía y a denominar “poder de todo el pueblo” o democracia general, o democracia pura (burguesa), o la república democrática, al régimen que en realidad impone a las masas trabajadoras la dictadura de los explotadores, la dictadura de la burguesía (…) Pero los marxistas, los comunistas, la desmienten y expresan a los obreros y masas trabajadoras, sin embudos, toda la verdad; en la práctica la república democrática, la Asamblea Constituyente, las elecciones populares etc., significan la dictadura de la burguesía, y para que el trabajo se libere del yugo del capital, de las mentiras, falsedades e hipocresías de la democracia burguesa que rige para los ricos y ofrecer democracia para los pobres, es decir, conseguir que los obreros y campesinos pobres tengan un acceso verdadero a los beneficios que otorga la democracia, mientras ahora (incluso en la república burguesa más democrática) la enorme mayoría de trabajadores no pueden en la práctica gozar de tales beneficios”

 

El PCOC no quiere el cambio de unos explotadores por otros ni gestionar un régimen caduco y criminal, sino lanzar este modo de producción senil, a su oligarquía dominante y a sus lacayos políticos al basurero de la historia. Los comunistas del siglo XXI, hoy como ayer, reiteramos que para nosotros no se trata de reformar la propiedad privada, sino de abolirla; no se trata de paliar los antagonismos de clase; sino de abolir las clases; no se trata de mejorar la sociedad existente, sino de establecer una nueva.

 

POR UNA ABSTENCIÓN ACTIVA EL 25N

CONSTRUYAMOS PODER POPULAR, CONSTRUYAMOS LA ACDT Y EL FUP

VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA

VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO

SOCIALISMO O BARBARIE


COMITÉ NACIONAL DEL PARTIT COMUNISTAOBRER DE CATALUNYA




Valoración del Comité Regional del PCOE en las Islas Baleares sobre la huelga general del 14N

El Partido Comunista Obrero Español de las Islas Baleares estuvo presente, durante la jornada de Huelga, en todos los piquetes, tanto nocturnos como diurnos, a pesar de las condiciones climáticas adversas y de las fuertes lluvias que sacudían al archipiélago, luchando codo con codo con los trabajadores. Aún siendo totalmente conscientes de que los sindicatos mayoritarios, convocantes de la Huelga, son organizaciones oportunistas al servicio del capital, se presenta la impetuosa necesidad de apoyar a los trabajadores y presentarse como un referente ideológico y organizativo allá donde estén las masas. La acción sindical permitió paralizar los transportes y otros amplios sectores, y tan solo los servicios mínimos lograron evitar los piquetes; teniendo que luchar también contra la labor de obstaculización que llevó a cabo la policía, evitando que los trabajadores pudieran acudir a determinadas zonas para ejercer su derecho al piquete informativo.

 

Aún así, el gran éxito del Partido tuvo lugar en la manifestación, donde contó con la colaboración de gran cantidad de simpatizantes comprometidos. Numerosos trabajadores presentes en la concentración acudieron a los militantes del Partido para expresar su inquietud por éste, así como para mostrar su total apoyo a la causa revolucionaria del proletariado que defiende nuestra organización.

Una de las claves del éxito, a parte del trabajo diario que nos ha permitido consolidar una fuerza considerable, fue la apuesta de los militantes baleares del Partido de elaborar una pancarta en la que tuvieran presencia los grandes referentes del marxismo-leninismo. Así, Marx, Engels, Lenin y Stalin fueron alzados con orgullo por nuestros militantes y colaboradores.

El éxito que labró nuestra pancarta sorprendió incluso a los propios camaradas. Varias personas se acercaron a felicitar al Partido por mostrar sin tapujos a los referentes internacionales del comunismo. Esto muestra, sin duda, la importancia de eliminar los complejos que a menudo surgen en el seno del Movimiento Comunista, y de mostrar públicamente a los hombres que tanto hicieron por nuestra causa, la causa de los trabajadores y las trabajadoras.

Pese a que la pancarta en cuestión fue fotografiada por numerosos periódicos y grabada en varias ocasiones por las cámaras de la televisión autonómica, no ha aparecido en ningún medio de comunicación; haciendo gala de un acto de censura obviamente intencionada por parte de los medios capitalistas. Esta actitud de los medios muestra, también, el peligro que nuestra causa y nuestro Partido suponen para la burguesía; así como el temor aún presente en la clase explotadora de mostrar a los referentes que aparecían en nuestra pancarta, que tanto hicieron temblar a los capitalistas con su acción revolucionaria.

En conclusión, el Comité Regional del PCOE de las Islas Baleares, en representación de toda la militancia, se solidariza con los detenidos y los heridos durante la jornada de ayer y valora muy positivamente la jornada de Huelga desde el punto de vista partidista.

¡Por la revolución y el socialismo!

¡Por la construcción del Frente Único del Pueblo!

¡Que viva la legítima lucha de la clase obrera!

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español de las Islas Baleares




Organizar el poder popular; construir las bases del Socialismo

La realidad de la profunda crisis estructural capitalista, manifestada de forma sincronizada en las mismas metrópolis del capitalismo monopolista de Estado, pone al descubierto la verdadera esencia depredadora de un modo de producción caduco y criminal que, bajo los dictados de la oligarquía financiera, está provocando el sufrimiento de millones de trabajadores, generando cuotas monstruosas de pobreza, miseria, sobrexplotación y desempleo entre el proletariado y las clases populares subyugadas.

 

Bien sabemos que las crisis son intrínsecas al sistema capitalista, y que tales crisis no son más que la representación de las contradicciones incurables por las que discurre el capital en plena fase imperialista. A la brutal ofensiva clasista contra el conjunto del pueblo trabajador, empujada por las expectativas de obtener mayores tasas de extracción de plusvalía, la oligarquía complementa su maximización de beneficios intensificando los conflictos bélicos entre sus bloques dominantes, a fin de expandir sus monopolios, controlar mercados y copar las principales fuentes de materias primas. Las contradicciones tanto interimperialistas como intraimperialistas ponen de manifiesto, una vez más, no sólo que la lucha de clases es el motor de la historia sino que, como dijo Lenin, en la actualidad vivimos en la etapa superior del capitalismo, la etapa de la revolución social.

Los límites históricos de este modo de producción se nos muestran cada día más claros; estas relaciones de producción chocan frontalmente con el desarrollo de las fuerzas productivas, y en su desesperada carrera hacia la supervivencia no duda en mandar al proletariado hacia el siglo XIX, en franca alianza con el oportunismo mendaz que, todavía hoy, sigue narcotizando al movimiento obrero para desviarlo de sus objetivos emancipadores. A pesar de los esfuerzos por contener lo incontenible de esas cúpulas oportunistas (UGT-CCOO-USO), hoy comprobamos como millones de trabajadores son embrutecidos, degradados y lanzados al abismo del desempleo y la miseria en masa, mientras los derechos arrancados tras largas décadas de luchas obreras son aniquilados de forma fulminante.

La oligarquía decide, la patronal y su Gobierno ejecutan y las cúpulas sindicales aplauden y aceptan. Todos forman parte del mismo engranaje y todos sirven a los mismos intereses burgueses (Estado, UE, FMI, BM). Estos líderes sindicales al servicio del IBEX-35 fingen desacuerdo con sus amos capitalistas al tiempo que se afanan en firmar “Acuerdos para el Empleo” infames, mendigando pactos con esos mismos criminales, enemigos declarados del pueblo trabajador. Si oligarcas y burgueses conforman la clase dominante dispuesta a sacrificar en el altar del capital a millones de trabajadores, tales oportunistas se limitan a pedir que ese altar, por lo menos, esté acolchado antes de pasar a cuchillo a la víctima proletaria. A ese punto de estulticia y degeneración han llegado las traidoras cúpulas sindicales adscritas a la organización imperialista CSI.

La situación de los trabajadores en cualquier centro de trabajo del Reino de España atestigua la aplastante victoria (temporal siempre) de la burguesía, precisamente en momentos en que esta crisis estructural capitalista devora al pueblo trabajador. La lucha de clases se agudiza, pero un movimiento obrero huérfano de unidad y solidaridad de clase no logra más que explosiones de ira puntuales para poco después languidecer derrotado, desorganizado y despolitizado. A la oligarquía le basta de momento con un movimiento obrero dividido, descabezado y a la deriva, tarea que delega en sus lacayos sindicales encaramados en las direcciones de las centrales amarillas. Esclavizados en lo económico, inmovilizados en lo político y sometidos en lo ideológico. Nos están ganando la lucha de clases en todos los frentes y estamos sufriendo las brutales consecuencias.

Algunos datos ponen de manifiesto el cenagal en el que nos ha metido la oligarquía dominante, firmemente engarzada a las estructuras imperiales de la UE; casi el 30% de la población bajo el umbral de la pobreza, más del 65% de asalariados por debajo del “mileurismo”, un tercio de ellos sin siquiera llegar al miserable SMI de 641,40€ (Fundación 1º de Mayo, CCOO), un 40% de autónomos y más de un 25% de pensionistas en riesgo de pobreza, 1 de cada 2 jóvenes parado y cerca de 6 millones de desempleados, casi 400.000 trabajadores saliendo al extranjero para sobrevivir (CERA- Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero ), o la criminal cifra de más de 9 suicidios diarios en el régimen español (INE año 2010), atestiguan la bancarrota social y económica de la producción capitalista. Los 500 desahucios diarios en el Estado español o la destrucción de las redes públicas sanitarias o educativas coronan la putrefacción del régimen capitalista español.

Pero la democracia burguesa también muestra todo su esplendor en nuestros puestos de trabajo. Si en la esfera política nos dejan elegir entre pegarnos un tiro en el pie o en la cabeza, en el ámbito laboral la disyuntiva no es diferente; reducciones salariales y destrucción de condiciones laborales o despidos colectivos. Los casos de Iberia, Telefónica o T-Systems a través de ERE mastodónticos (con la consiguiente precarización de los que quedan activos), así como decenas de miles de despidos tanto en la empresa privada como en la función pública confirman, no sólo la conformación de un aberrante Ejército proletario de reserva, sino también la legalización de la esclavitud asalariada, coronada por la legalidad burguesa a través de reformas antiobreras. Nos colocan a las puertas del siglo XIX y todavía algunos líderes oportunistas de CCOO y UGT pretenden “negociar” instrumentalizando justas Huelgas Generales a fin de seguir babeando por un “pacto social”. Su tiempo se agota.

Quien no quiera ver en este panorama antiobrero y antipopular la caducidad de un régimen agotado que camina hacia el abismo sobre ríos de sangre proletaria; quién no quiera ver que cualquier vía intermedia sólo alargará la agonía de millones de productores; quién no quiera ver en el oportunismo las manos de los oligarcas en el movimiento obrero; quien no quiera ver que la única salida a este proceso criminal diario pasa por la organización del poder popular, por la construcción de la Asamblea de Comités, Delegados y Trabajadores y por la conformación de un poderoso Frente Único del Pueblo para enfrentarse a este atroz estado de cosas, simplemente o es ciego o un ignorante. Quién no quiera ver en el socialismo y la dictadura del proletariado el único camino hacia el fin de la explotación, la opresión y el terror contra el conjunto del pueblo trabajador simplemente es un traidor que no merece más que nuestra denuncia y condena.

A la división, desorganización e individualismo nihilista esparcidas entre el proletariado por la clase dominante, el PCOE responde con un firme llamamiento a la unidad y la solidaridad de la clase obrera, pilares básicos hacia la edificación de un combativo movimiento obrero que se sepa dueño de su destino como sujeto histórico revolucionario, capaz de construir sus propias instituciones democráticas proletarias, galvanizado entorno a su vanguardia proletaria y firmemente decidido a mandar al basurero de la historia a este modo de producción senil y su parasitaria y criminal oligarquía dominante.

Unir, organizar y dirigir al proletariado hacia la victoria; esa es la tarea inaplazable de los comunistas, única vía posible y real para derrocar a la barbarie a la que nos someten diariamente.

El conjunto del proletariado debe saber con certeza que ellos mismos y sus hijos no son ni serán más que esclavos desechables si continúan agachando la cabeza, si continúan atemorizados y desorganizados, si continúan perdiéndose en aventuras oportunistas, si continúan asimilando el veneno lanzado por la ideología dominante.

¡Por las Asambleas de Comités, Delegados y Trabajadores y el Frente Único del Pueblo, construyamos poder popular!

¡Construyamos socialismo!

¡Viva la lucha de la clase obrera!

 

Comisión de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Solidaridad con la juventud del IES Antonio Machado de Alcalá de Henares

El Partido Comunista Obrero Español condena y repudia la represión sufrida por los estudiantes del instituto de la localidad madrileña de Alcalá de Henares, IES Antonio Machado, entre los que se encuentran militantes de nuestra FJCE.

 

Ante la crisis estructural del capitalismo monopolista de Estado y la brutal ofensiva desencadenada por la oligarquía financiera contra el conjunto del proletariado y clases populares, a los que pretende colocar en pleno siglo XIX en todos los frentes (también el educativo), el pasado 17 de Octubre el aparato represivo del Estado español, con sus policías y sistema judicial, intentó burdamente atemorizar a jóvenes estudiantes que ejercían su derecho a la simple protesta pacífica.

El plante de los estudiantes del mayor centro público educativo de la Comunidad de Madrid, boicoteando un acto en el que intervendrían inspectores bajo la presencia del ministro nacional-católico Wert (que finalmente no asistió), siguió con la decisión democrática de la Asamblea de Estudiantes de realizar un encierro pacífico de tres días a modo de protesta simbólica frente al ataque contra los rescoldos de cualquier atisbo de educación pública en este régimen capitalista inhumano llamado Reino de España.

Tras estas exitosas protestas unitarias, agentes de las fuerzas represivas del estado exigieron la identificación a siete de los estudiantes encerrados, con la clara intención de intimidarlos. Poco después,  agentes policiales se presentaban en los domicilios de tres de estos estudiantes, algunos de tan solo 16 años de edad, citándolos en el cuartel de la guardia civil para declarar (cosa a la que se negaron todos los jóvenes) en lo que constituyó una farsa que sólo este podrido Estado burgués es capaz de realizar sin sentir el más mínimo pudor. Hoy mismo hemos sabido que a  uno de ellos ya le ha llegado la citación judicial por la que ha de presentarse ante los juzgados de Madrid el día 28 de este mes, demostrándose que el sistema judicial burgués actúa con celeridad inusitada cuando se trata de aplicar el peso de la ley sobre jóvenes del pueblo trabajador.

El PCOE muestra su apoyo incondicional a estudiantes, profesores y padres de alumnos que marchan en vanguardia de la lucha por una educación decorosa y digna para la clase obrera; especialmente a los jóvenes citados e intimidados por un régimen capitalista que, en su decrepitud, no duda en acorralar policial y jurídicamente a jóvenes proletarios; a los que cita judicialmente, como en los sangrientos años de fascismo franquista, por los graves delitos de convocar Asambleas y ejercer su derecho a manifestarse pacíficamente en su centro educativo, duramente castigado por la oligarquía dominante a través de sus lacayos políticos.

Hoy más que nunca el profesorado, como parte integrante del proletariado, debe ser consciente de que bajo este régimen al servicio del gran capital financiero, a los hijos de la clase trabajadora no les espera más que el desempleo o, en el mejor de los casos, la esclavitud asalariada, sometidos a una educación pública degradada y en vías de desaparición, mientras una minoría explotadora educa a sus hijos en los exclusivos liceos privados. No hay más salida: socialismo o barbarie.

Deben saber estos señores capitalistas que utilizan a sus Fuerzas represivas a modo de hampones uniformados, que la juventud proletaria  se crece ante la injusticia. Esta ola de movilizaciones y huelgas en el sector educativo, pueden y deben caminar con firmeza y determinación hacia una Asamblea de Profesores que se integre como parte integrante de la clase trabajadora; hacia un frente estudiantil que hunda sus raíces en institutos y universidades, fundiéndose en un solo puño con el movimiento obrero en el ya imprescindible Frente Único del Pueblo. He ahí  las nuevas bases del poder popular que enviarán a los Wert y sus amos oligarcas al basurero de la historia.

Los jóvenes estudiantes alcalainos nos han dado un ejemplo de unidad y firmeza.

 

¡Solidaridad con la Asamblea de Estudiantes del IES Antonio Machado!

¡Basta de intimidaciones y represión contra la juventud proletaria!

¡Por la construcción del  Frente Único del Pueblo!

¡Viva la lucha de la clase obrera!

 

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

 




95 aniversario de la gloriosa revolución bolchevique de octubre

La revolución bolchevique y la construcción del socialismo en la Unión Soviética constituyen ambos el hecho más relevante de la humanidad en el siglo XX. De tal magnitud es su importancia e incidencia en el mundo de nuestros días que, después de 21 años de su desaparición, continúa siendo objeto de inspiración y a la vez fuente de investigación, no sólo para los marxistas honestos que buscan razones para superar cuanto tuvieron de negativo; también para sus enemigos de clase, que en vano pretenden hurgar en las heridas con la intención de sofocar el fervor revolucionario que infieren sus enseñanzas.

La experiencia soviética proporciona suficientes argumentos que nos llevan a afirmar, en honor a la verdad, que la conquista del poder político por parte de la clase obrera no es ninguna utopía y que el capitalismo es del todo vencible cuando se emplea la ciencia marxista-leninista.

 

El oportunismo, concretando una interpretación tendenciosa del derrumbe de la sociedad soviética, se afana en demostrar que no existen leyes generales en la revolución socialista, para concluir que el “fenómeno” soviético estuvo condicionado por su época y por las circunstancias que rodearon a la Rusia de 1917, negando desde esta tesis que la Dictadura del proletariado, la existencia del Partido de nuevo tipo, el Internacionalismo Proletario y la Revolución violenta son necesarias para acceder al socialismo.

A nosotros no nos cabe la menor duda -y por eso afirmamos- que si hoy existiese un Movimiento Comunista Internacional fuerte en volumen, en ideología y aguerrido, Europa se habría convertido en el escenario de presentes revoluciones socialistas. Sin embargo, los efectos de la crisis de dicho movimiento anula por ahora casi todas las posibilidades de que ello ocurra. Pero este hecho de capital importancia viene a corroborar, y no a negar, que serán los marxistas-leninistas los que guíen a los pueblos hacia el socialismo o éste no devendrá por los caminos retorcidos y falsos, de los que al calor de la propaganda imperialista han creado sobre el papel proyectos acientíficos, que únicamente persiguen desviar a los trabajadores del camino revolucionario.

El PCOE celebra el 95 Aniversario de la Revolución Soviética -inmerso en la reflexión sobre los pros y los contras de tan magno acontecimiento- cuyas experiencias nos aportan datos y argumentos irrefutables que nos permiten alzar la frente y fijar todos nuestros sentidos en la esperanza de alcanzar los anhelos de los trabajadores y de todos los anticapitalistas, de desbrozar el camino que nos guie hasta un mundo en el que la explotación del hombre por el hombre no tenga nunca más cabida.

Sin la existencia de la URSS y demás países del campo del socialismo no tendríamos actualmente la certeza de que el nuevo mundo es posible. La existencia del marxismo-leninismo y su práctica revolucionaria -única en el mundo-, es lo que precisamente nos ha dado fuerzas para vencer todos los obstáculos puestos por los burgueses y los traidores durante estas dos décadas de barbarie imperialista.

¡GLORIA ETERNA AL PUEBLO SOVIÉTICO!

¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO!

¡VIVA LA UNIÓN SOVIÉTICA!

 

COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Elecciones en el País Vasco y Galicia. Todo bajo control de la burguesía.

La burguesía, a través de sus medios de comunicación y sus partidos políticos, ha hecho una lectura optimista del resultado de los comicios vascuences y gallegos. Se afana en mostrar y afirmar que el Pueblo comprende la política realizada por el Gobierno del Estado, consistente en robarle a la clase trabajadora y demás clases populares para entregárselo a la oligarquía financiera, sirviéndoles de justificación el resultado de estos procesos electorales para seguir arremetiendo contra los trabajadores y profundizando en las políticas dictadas por los monopolios.

 

No obstante, estas elecciones, tanto vascas como gallegas, dejan unos datos objetivos que la burguesía y sus voceros omiten, como son:

  • La opción mayoritaria elegida por gallegos y vascos ha sido la abstención, en torno al 35%.

 

 

  • El censo ha disminuido, desde 2009, en 57.363 personas en el País Vasco y en 347.941 personas en Galicia, prueba inequívoca de los efectos de la crisis – precarización de las condiciones de vida, envejecimiento y los flujos migratorios que ésta ha provocado-. Reseñable es que el censo gallego se ha contraído desde 2009 en torno al 14%.
  • El voto a candidatura en Galicia ha retrocedido de 1.662.904 votos en 2009 a 1.391.775 votos en 2012, o lo que es lo mismo, ha descendido un 16,3%. Ello acontece porque el sumatorio del voto nulo y el voto en blanco ha pasado de 43.294 en 2009 a 75.882 en 2012, lo que implica que se ha incrementado en un 75,27%. Todo ello a pesar de haber disminuido el censo. Por el contrario, en el País Vasco se ha reducido notablemente el voto nulo debido a que en 2012 la izquierda abertzale no estaba ilegalizada, es decir, el 25% de dicha nación, siendo absorbido ese voto nulo por la candidatura de EH-BILDU. Así, tenemos que el voto a candidatura en el País Vasco ha pasado de 1.036.196 votos en 2009 a 1.107.764 en 2012, es decir, se ha incrementado un 6,91%.

 

Ø Los dos partidos vencedores en las elecciones han bajado tanto en porcentaje como en número de votos. Así, en porcentaje, el PP en Galicia ha pasado del 46,68% del voto emitido a candidatura en 2009 al 45,72% de 2012, perdiendo en términos absolutos 135.493 votos, o lo que es lo mismo, perdiendo un 17,16% de votos con referencia a 2009. Por su parte, en el País Vasco el PNV ha pasado del 38,57% del voto emitido a candidatura en 2009 al 34,64% de 2012, perdiendo en términos absolutos 16.035 votos.

Estos cuatro puntos, ignorados por los voceros capitalistas, demuestran que una parte cada vez más creciente del Pueblo es consciente de lo que no quiere, rechazando al conjunto de partidos mediante la abstención, el voto en blanco o el voto nulo o redistribuyendo el sentido de su voto en otras fuerzas políticas – igual de imperialistas – distintas al binomio PP-PSOE que ha retrocedido 4 escaños en Galicia y 12 en el País Vasco dejando bien patente que van adquiriendo consciencia de lo que no quieren, dejando patente cierto alejamiento para con el sistema pero desconociendo lo que necesitan, el sistema que les corresponde.

A las altas tasas de abstención y al progresivo deslizamiento de voto del PP-PSOE hacia otras formaciones políticas, debemos sumar que estos resultados nos arrojan que la socialdemocracia española, al igual que sus homónimas de otros países europeos como Grecia o Italia, se halla en un proceso de descrédito y declive que se evidencia al perder 230.817 votos en Galicia y 106.173 votos en el País Vasco – lo que significa una contracción de su electorado del 44,01% en Galicia y del 33,37% en el País Vasco. De hecho, la mayoría del pueblo vasco no sólo ha rechazado abiertamente a las dos fuerzas más significativas de la oligarquía financiera, votando en clave nacional a fuerzas nacionalistas e independentistas que pretenden dar una salida a la cuestión nacional vasca dentro de un marco capitalista, el del bloque imperialista europeo, cuando es el propio capitalismo en su fase putrefacta, imperialista, la que le niega a la nación vasca, al igual que a la catalana, la resolución de la cuestión nacional. Sólo el socialismo, la toma del Poder por parte del proletariado, podrá dar solución a los Pueblos sobre aquéllos problemas que el capitalismo ha generado y que se ha manifestado incapaz de resolver: La cuestión nacional, la socialización de los medios de producción, la reforma agraria y la socialización de la tierra, etcétera.

Los partidos que han concurrido a las elecciones no tienen diferencias sustanciales, ya que asumen el orden imperialista y los dictados de la oligarquía. Todos ellos buscan una salida dentro del capitalismo, el cual no cuestionan sino que asumen y aceptan, ocultándole al Pueblo las causas de los males que padecen, que no es otra que el sistema capitalista que todos ellos defienden. Ante esta situación, el Pueblo responde con una creciente abstención y con el reciente rechazo a los partidos más representativos del sistema, PP-PSOE, pero poniéndose a los pies de los caballos entregando su apoyo al oportunismo en lugar de avanzar en el sentido contrario al sistema capitalista, causante de todos sus males, siendo este denortamiento fruto de la ausencia de un Partido revolucionario, firme en los principios, fuerte en militancia y con gran influencia entre los trabajadores, capaz de neutralizar las patrañas de la derecha, de descubrir a los oportunistas traidores de la falsa izquierda y de conducir a las clases populares hacia la transformación social, única vía que posibilita la superación de la crisis a favor de los trabajadores.

Por tales razones, estas elecciones nos suministran datos que confirman nuestra posición circunstancial ante ellas. El PCOE ha repetido en abundantes ocasiones que en modo alguno está en contra de la participación de los comunistas en unas elecciones al parlamento burgués y lo hará cuando considere que está en condiciones de llevar a cabo lo que Lenin propugnaba, utilizarlas junto con el parlamento como tribuna del pueblo. Sin embargo, observamos sobre la base de los argumentos que proporcionan los resultados obtenidos por fuerzas comunistas extraparlamentarias, que se exagera y vulgariza el sentido leninista de la utilización de las instituciones burguesas.

Dudamos mucho que las enseñanzas de Lenin sean absolutas y se interprete que los comunistas hayan de presentarse a las elecciones bajo cualquier condición. En cambio, los hay que así lo entienden y realizan juegos malabares..

El PCOE ratifica su opinión de que en estos momentos nuestras fuerzas, aún pequeñas, deben centrar su atención en consolidar nuestra política de masas, en desarrollarnos numéricamente, extendernos por más lugares y continuar con el proceso de acumulación de fuerzas. Luego estaremos en mejores condiciones de presentarnos allá donde tengamos militancia y un trabajo realizado para hacer de las elecciones el fruto del trabajo realizado cotidianamente, y no lo contrario.

 

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)




Los sindicatos y la izquierda del sistema son el vehículo del capital para perpetuar la explotación del pueblo trabajador

A lo largo y ancho de la geografía del Estado español se suceden un gran número de manifestaciones y huelgas, multitud de luchas y expresiones de no aceptación de las medidas capitalistas, las cuales están desligadas las unas de las otras y que, en la mayoría de los casos, son realizadas a la defensiva,una vez producida ya la agresión de la Patronal o del Estado.

 

A estas manifestaciones, el pueblo trabajador acude para expresar dicha disconformidad, su hartazgo e indignación al sentir en sus carnes los efectos de las medidas del Estado Capitalista y los desmanes de los empresarios, al comprobar que tiene negado el presente y el futuro y está sentenciado a la miseria, al paro forzoso y a la explotación. Acuden desde la individualidad, no como clase, dirigidos por el oportunismo, que busca la perpetuación del sistema capitalista, cuyo estado le otorga prebendas. Quienes hoy están dirigiendo el descontento popular son aquéllos que no sólo han sido coparticipes del desarrollo del sistema y, consecuentemente, responsables de sus efectos y realidad actual, sino que a día de hoy a la par que hacen llamados a los trabajadores para salir a protestar a las calles son los vehículos más firmes que tiene la burguesía para arrebatarle todo a la clase trabajadora, no dudando en firmar en las mesas de negociación auténticas sentencias de muerte, como se puede comprobar al hacer lectura serena de los convenios colectivos signados por los traidores dirigentes de CCOO y UGT. Es por ello que la burguesía se siente fuerte y segura para arrasar con todo, pues sabe que la garantía que tiene del éxito del camino emprendido es que la clase trabajadora no actúa como clase, pues todavía sigue por la senda marcada por las fuerzas oportunistas -ya sean las corrompidas cúpulas sindicales (CCOO y UGT), como por las organizaciones políticas (PSOE, IU-PCE…)- todos ellos sobornados por el estado capitalista con liberaciones, minutas por ERE y convenios firmados, cursos,etcétera, cuando no sigue directamente la senda de la burguesía.

Prueba de lo que decimos es el papel jugado por CCOO y UGT. Condenan al neoliberalismo como fuente de todos los problemas, de tal manera que indultan al capitalismo monopolista. Según estas corruptas cúpulas sindicales, la democracia está secuestrada por el Partido Popular debiéndose liberar, ya sea mediante un referéndum sobre las medidas adoptadas por el reaccionario gobierno de Rajoy, ya sea mediante un cambio de gobierno del agrado de ellos, mediante la fórmula PSOE-IU, al estilo de la Junta de Andalucía. No obstante, todos ellos, cúpulas de CCOO y UGT y partidos políticos del capital  – PP, PSOE, IU-PCE, CiU, PNV, etc. –  coinciden en su anticomunismo y en su odio de clase contra el proletariado.

Sorprende escuchar a dirigentes sindicales como el máximo responsable de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, expresar que “sin empleo no hay vida plena” cuando en la práctica UGT, junto con CCOO, negocian y perciben ingresos económicos firmando ERE tras ERE. Expedientes de Regulación de Empleo que realizan, incluso, entre los propios trabajadores de sus sindicatos –que en la práctica son y se comportan como cualquier otra empresa– siendo defendidos como, por el ejemploel realizado en CCOO en Galicia, por Toxo. UGT-Andalucía planteó el pasado 26 de julio a los mismos trabajadores asalariados de ese sindicato el descuelgue del convenio en materia de salarios (eliminando complementos salariales y bajando los salarios por tramos entre el 5% y el 35%), promover un ERE, bajas incentivadas y prejubilar a los 64 años. Y es que es cierto cuando Cándido Méndez afirma que “hay bastante proximidad entre lo que decimos y pensamos los sindicatos con lo que dicen y piensan estos empresarios de la economía productiva”; ello se ve en cómo negocian con sus empleados, donde los trabajadores de UGT-A denuncian al sindicato UGT, mediante comunicado fechado el pasado 28 de septiembre, expresando “no podemos creer que en UGT se usen artimañas tan rastreras(…) presionando en momentos tan delicados a los compañeros y compañeras (…) para que firmen modificaciones individuales con promesas de continuidad, estabilidad, o lo que sea, sin buscar soluciones de conjunto” ó “ya han demostrado su buena voluntad cuando se saltaron a la torera el acuerdo verbal realizado en una mesa de negociación con al menos 14 personas presentes(…)”. A lo que se le pueden añadir los ERE que signan las direcciones de CCOO y UGTcuyo único objetivo tiene destruir empleo, como por ejemplo los 6.500 en Telefónica (años 2011-2013), los 700 en T-Systems (4 ERE realizados entre 2008 y 2012), Citroën, PRISA, SEAT, AENA, Acciona, Spanair, Mercedes-Benz,Banc de Sabadell, Banca Cívica y un largo etcétera en las que se deben incluir las mismísimas CCOO y UGT.

Lo anteriormente citado no es más que la demostración de que las dirigencias sindicales comparten de hecho el ideario capitalista y no dudan en aplicar todos aquéllos instrumentos que les permiten despedir y depauperar las condiciones de la clase trabajadora y, también, dejan patente su filisteísmo.

El papel de las direcciones sindicales de CCOO y UGT es básico para la pervivencia del capitalismo monopolista de estado: fraccionan y dispersan a la clase obrera y a sus luchas, malforman el pensamiento e inoculan el ideario capitalista y el reformismo en las filas del proletariado. La burguesía es plenamente conocedora de lo que les reporta el oportunismo sindical. Por ello, no dudan en sobornarles en base a subvenciones, puestos y liberaciones en instrumentos de “conciliación”-por ejemplo el SIMA y demás mecanismos de Mediación y Arbitraje-, y otras formas de financiación (Cursos de formación, ERE, etcétera). Además, el estado no duda en otorgarle en sus leyes la capacidad para que las dos centrales sindicales mayoritarias negocien en nombre de los trabajadores y así establecer marcos jurídicos que favorecen el enriquecimiento de la burguesía y la explotación y depauperación de las condiciones de vida de los trabajadores; todo ello a pesar que, a duras penas, alcanzan el 10% de afiliación de los trabajadores, estando en torno al 90% fuera de ellos. Consecuentemente, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que las direcciones sindicales de CCOO y UGT son instrumentosmanejados por la burguesía y que sirve a sus intereses económicos, todo ello bajo una falsa máscara democrática, de colaboración.

Esta es la razón de la firma de auténticas traiciones al proletariado por parte de las cúpulas de CCOO y UGT -así se ganan los suculentos sueldos y liberaciones-como la jubilación a los 67 años y el establecimiento de normas que persiguen que los trabajadores perciban la mínima pensión posible. Por no hablar las soluciones son las del II Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) por el que estas cúpulas sindicales santifican los anhelos de la patronal, como son: la jornada anual y la distribución irregular del 10% de lamisma pudiendo afectar a la jornada máxima diaria o semanal; establecimiento de un sistema de grupos profesionales en lugar de categorías profesionales que permitirá reducir salarios y acrecentar la desigualdad;se vinculan las subidas salariales a criterios empresariales y no a la carestía de vida; eliminar complementos objetivoscomo la antigüedad fijando otros variables que queden a merced de las cuentas de las empresas o lo que es lo mismo rebaja salarial; aceptación de la temporalidad, contratos basura y de la subcontratación todo ello bajo el paraguas del incentivo y la bonificación para el empresario; aceptación de los ERE y otorgar al empresario la prerrogativa de que le reduzca la jornada al trabajador; cláusulas de revisión salarial al margen de la carestía de vida y el descuelgue de los convenios por parte de los empresarios. Un ejemplo de esta traición la tenemos, por ejemplo, en la última firma del convenio del comercio-metal sevillano, por el que empobrecen a unos 7.500 trabajadores sevillanos, negociando el descuelgue salarial de tal manera que se renegocian a la baja del 2,9% de los salarios ya pactados para 2010 y 2011, y se aplica para 2012 y 2013 las subidas salariales establecidas en el II AENC (0,5% para 2012 y 0,6% para 2013) que están muy por debajo del incremento de la carestía de vida.

Pero el oportunismo traidor no se halla únicamente en las dirigencias sindicales sino también en el seno de los partidos políticos que se autodenominan de izquierda, pero que no dudan en acatar al sistema y seguir disciplinadamente las directrices que los monopolios dictan, al igual que sus métodos. El caso más significativo es el gobierno autonómico andaluz conformado por el PSOE e IU-PCE, organizaciones ambas que se presentaban ante el pueblo para “frenar a la derecha”, que no ha dudado en realizar una política de derechas sirviendo a los intereses del Capital rebajando los salarios a los funcionarios,estableciendo recortes en Sanidad, educación (prescindiendo por ejemplo de 4.502 profesores interinos),congelando oposiciones, etcétera. La disciplina pétrea, en la aceptación del imperialismo y de sus directrices, se escenificó en la última cumbre de presidentes autonómicos, a primeros de octubre,donde todos los gobiernos autonómicos – de todos los colores – tragaron con los dictados provenientes de la UE en materia de reducción del déficit, o lo que es lo mismo, de avanzar en la senda de la redistribución de la riqueza a favor de los monopolios como consecuencia de robarle a los trabajadores.

El municipalismo es un buen caldo de cultivo por donde el oportunismo obtiene prebendas y carguitos para desviar a la clase obrera de la senda del socialismo. Señalaba Lenin respecto al municipalismo que “no amplía ni agudiza la lucha de clases, sino que, por el contrario, la amortigua. La amortigua porque admite el democratismo local paralelamente a un democratismo incompleto del centro. La amortigua también con la idea del “socialismo municipal”, pues éste sólo es concebible en la sociedad burguesa al margen del camino real de la lucha, sólo en los asuntos menudos, locales, sin importancia, en los que hasta la burguesía puede ceder, puede transigir, sin perder la posibilidad de conservar su dominación de clase.”. El interclasismo y el colaboracionismo,el alejamiento del centralismo y el engaño es lo que inocula el oportunismo a la clase trabajadora a través del municipalismo. Los oportunistas no vacilan en pactar con lo más reaccionario ni en “gestionar” los ayuntamientos burgueses en base a los principios capitalistas, ejemplo de ello escomprobar cómo el oportunismo más acabado, IU-PCE, actúa no dudando en pactar con PP, PSOE así como con partidos políticos nacionalistas para tamaña traición. La labor realizada por el oportunismo enlos ayuntamientos del estado capitalista consiste en aprobar presupuestos –donde a lo máximo que aspiran es a gestionar y repartir la miseria y la precariedad (bolsas de trabajo) sin incomodar las bases del sistema ni, tampoco, cuestionarloal igual que tampoco se incomoda a la hegemonía de la burguesía– y en ajustar y dirigir dicha institución en sintonía con la política general impuesta por los monopolios, no dudando en destruir empleo como, por ejemplo, ha realizado IU-PCE en municipios como Trebujena, desarrollando un Expediente de Regulación de Empleo.

Estas organizacionesy otras muchas que conforman la llamada Cumbre Social, que niegan la lucha de clases, son las que llaman a los trabajadores a combatir al gobierno, cuando llevan décadas remando en la dirección impuesta por los monopolios y atentando contra la clase trabajadora y sus intereses.

Estas organizaciones han demostrado su bagaje antiobrero y anticomunista. Sus alineamientos a nivel internacional demuestran que son instrumentos de y al servicio de los monopolios: IU-PCE en el Partido de la Izquierda Europea, las centrales sindicales CCOO y UGT en la Confederación Sindical Internacional que asume el orden imperialista y que forman parte de las instituciones que machacan a los pueblos (OCDE, UE, etcétera). Los enemigos del proletariado son los que insisten en engañar a los trabajadores para perpetuar el sistema capitalista de explotación y, con él, sus privilegios.

IU-PCE, PSOE, CCOO o UGT son tan responsables de la situación del pueblo trabajador en este país como sus socios, los herederos de Franco. No olvidemos que todos ellos defienden a capa y espada este sistema y su constitución, que consagra al capitalismo como sistema económico del estado en su artículo 38. Es momento de recordar el posicionamiento de las centrales sindicales mayoritarias pidiendo el Sí a favor de la Constitución Europea en el referéndum donde se santificaba al imperialismo europeo, Constitución tumbada por otros pueblos que es la esencia del Tratado de Lisboa. Las centrales sindicales (CCOO y UGT) así como el oportunismo siervo (IU-PCE) son vehículos esenciales del capital para perpetuar la explotación del Pueblo Trabajador; los monopolios no podrían mantener su hegemonía sin su existencia.

La solución a los problemas de la mayoría trabajadora no va a venir de la mano de los responsables, la burguesía y su sistema, como tampoco puede venir de la creación de éstos, y esbirros, los oportunistas. De ellos sólo pueden venir más agresiones para la clase trabajadora y más miseria. La solución a nuestros problemas como trabajadores sólo puede venir de la mano de la unión y organización de la clase trabajadora como condición necesaria para la consecución del Socialismo. Por ello, hacemos un llamamiento a los Comités de Empresa, Delegados de Personal y trabajadores a unirse y organizarse constituyendo Asambleas de Comités, Delegadosy Trabajadores y, a éstos, a unirse con todos los sectores obreros y populares maltratados y machacados por el imperialismo, como son los estudiantes, la mujer trabajadora, los jubilados, los desempleados conformando el Frente Único del Pueblo.

 

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)

 




El oportunismo al servicio del imperialismo

El hecho de que en todos los países capitalistas avanzados se han constituido ya “partidos obreros burgueses”, como fenómeno político, y que sin una lucha enérgica y despiadada, en toda la línea, contra esos partidos — o, grupos, corrientes, etc., todo es lo mismo — no puede ni hablarse de lucha contra el imperialismo, ni de marxismo, ni de movimiento obrero socialista (EL IMPERIALISMO Y LA ESCISIÓN DEL SOCIALISMO, Lenin)

 

 Lenin llevaba razón cuando aconsejaba que la lucha antiimperialista debe ser a la vez un combate sin descanso contra el oportunismo, que se ha transformado en el vehículo más eficaz, para llevar hasta el seno del Movimiento Obrero y de las clases populares las ideas y las políticas de los imperialistas.

  Los oportunistas emplean el engaño como si de una ciencia se tratase. Sus palabras son frases hechas que cuentan con el beneplácito de los medios de difusión burgueses, porque de tanto pronunciarlas y escribirlas resuenan en los oídos y se meten por los ojos del pueblo a modo de canto a la esperanza, pues prometen un mundo “feliz” sin sacrificios y sin riesgos. Lo cual tiene la “virtud” de embaucar a las amplias masas en fases claves del avance capitalista y desviarlas de sus intereses de clase, aprovechándose de su bajo nivel de conciencia. En los momentos actuales, complicados y fatales que desesperan a los que ellos llaman “ciudadanía”, infunden políticas e ideología que supuestamente se contraponen a los criterios reaccionarios del gobierno capitalista español y a los de las jerarquías europeas. En nuestro caso, el oportunismo se manifiesta por medio del PCE-IU y en el resto del continente a través del Partido de la Izquierda Europea (PIE), al cual pertenece.

 Pero la crisis arrasa con todo lo aparente al poner al descubierto las deficiencias y maldades de cada cual. Está claro que el oportunismo campa a lo largo y a lo ancho de la geografía estatal, entre otras circunstancias por la debilidad ostensiva de los revolucionarios.  El dictamen de la crisis en este sentido no admite objeción. Pero también nos muestra la verdadera faz de la apostasía, pese a su deslumbrante retórica y a su influencia temporal.

 Los conceptos teóricos por arte de la maniobra son sustituidos por conclusiones que derivan de análisis, sin más reglas ni metodología que los del raciocinio burgués, es decir, sin buscar las raíces de los problemas. A la hora de enjuiciar la crisis toman como referencia fiable las expertas palabras de los sabios tecnócratas y politicastros burgueses. La crisis, en orden a sus razonamientos, se debe a una mala política del gobierno de turno o al egoísmo de un sector capitalista que, arropado por el manto neoliberal, sólo busca satisfacer sus apetitos insaciables. En esta lógica metafísica sería suficiente cambiar de gobierno para solucionar el problema. El efecto de sus prédicas suele ser impactante en las mentes poco formadas, que tras almacenar derrota tras derrota, sin vislumbrar una salida feliz, se aferran al dulce engaño como única posibilidad de ganar sin exponer: ¡existe un capitalismo egoísta y otro que no lo es! ¡un gobierno malo puede causar la crisis y otro bueno no!   Con estos argumentos facilones y penetrantes inducen a la clase obrera y a las clases populares a creer que la crisis se puede superar a favor de ellos sin cambiar de sistema y les persuade para confiar en el parlamento burgués.

El desatino político en donde embridan sus conclusiones falsarias les hace dar bandazos sin ruborizarse por sus incoherencias. En el supuesto del PCE-IU, su práctica se desenvuelve en un círculo vicioso; la crisis no se supera según sus dirigentes porque los gobiernos del PSOE y del PP, cada vez que lo estiman oportuno, se saltan la Constitución (monárquica) de la que fueron uno de sus progenitores mas sobresalientes, para no establecer medidas sociales. Por esta razón, abjuran de la misma y también por entender que ya ha sido superada por la propia evolución social, que obliga a iniciar un nuevo proceso constituyente que desemboque en una Republica burguesa, tal como recoge la carta enviada por Centella, su Secretario General, al Jefe del Estado (Rey) el pasado 27 de septiembre de este año. Pues bien, en Andalucía, a juzgar por los hechos, todo es distinto. Después de que sus representantes en el gobierno de la comunidad se hubieron convertido en los verdugos de los trabajadores, poniendo en práctica las medidas antiobreras implantadas por el gobierno conservador del Estado, revelan que el problema radica en que el PP desprecia los Estatutos de autonomía de la región. Pero esos Estatutos tan “revolucionarios” han eclosionado desde las entrañas de la Constitución monárquica que ahora rechazan por obsoleta.

 En su carta al Rey, Centella dice, entre otras muchas necedades de contenido reformista, lo siguiente:

 “En definitiva entendemos que hay que remar en el sentido contrario (del que demanda el Rey) para poner la economía al servicio de las personas, de que hay que plantear el rescate de quienes están sufriendo el paro, el desahucio, la pérdida de derechos sociales y laborales y para ello, acometer una profunda reforma fiscal que consiga que quien más tiene más pague, que termine con el fraude fiscal y los paraísos donde tantos falsos patriotas evaden sus fortunas con la pasividad de las administraciones del Estado. Ese es nuestro compromiso con el pueblo y no tenga la menor duda de que ese compromiso está, para nosotros, por encima de cualquier otro mandato”

 A renglón seguido, Centella, engreído por su sabiduría, enumera una serie de diez puntos reivindicativos,que en opinión del PCE “están basados en la defensa de los intereses de la mayoría”. Habrá que hacer un esfuerzo más que extraordinario para entender lo de la “mayoría”. Las diez propuestas que presenta como el no va más de lo revolucionario, no cuestionan el poder político y menos el poder económico de los monopolios y de las multinacionales, abstrayéndose de las experiencias históricas, que confirman que un país asentado sobre bases económicas capitalistas y por supuesto definido por las relaciones de producción burguesas, es un país que lo único que asegura son las venidas cíclicas de crisis y consagra la explotación de las clases trabajadoras. Hacer creer que se puede asegurar el respeto y la salvaguarda de los intereses de la Mayoría (supongamos trabajadores) en el capitalismo monopolista, o sea, en un pais imperialista, no es un error de bulto, sino una alta traición además de un insulto a la inteligencia de los que con sus esfuerzos crean todas las riquezas materiales y espirituales de la sociedad.

 Las crisis capitalistas se originan con independencia del gobierno titular y del modelo de Estado en vigor, por lo que los socialdemócratas del PCE en un hipotético gobierno de una hipotética República burguesa, no tendrían la facultad divina de impedir que se produzcan y menos aún de neutralizarlas hasta que no se cumplan sus ciclos vitales. El modo de producción es el mismo, lo que quiere decir que el poder real lo detenta el capital monopolista, por consiguiente, las leyes que rigen en la sociedad capitalista persistirán igualmente.

 Las crisis sobrevienen por las contradicciones del sistema capitalista, sea la más retrógrada de las dictaduras fascistas como la más avanzada República burguesa,  y por ser consustancial a él la anarquía productiva, así como unas relaciones de producción basadas tanto en la propiedad privada sobre los medios de producción como en la desigualdad del reparto de los bienes producidos, que prosperan hasta la sobreacumulación de capitales durante el período de desarrollo de la economía, como consecuencia de la explotación de los trabajadores; luego, el paro y el empobrecimiento relativo y absoluto de las clases populares impiden la progresión pese a la alta tasa de ganancias.

 Las concepciones oportunistas son proposiciones prestadas por la ideología burguesa y, dada la actual universalización de la economía, resultan ser formulaciones del imperialismo, que bajo las apariencias del progresismo, las concibe para que las clases populares acepten de buen grado el mundo que les rodea: grado superlativo de explotación de los trabajadores, luchas interimperialistas, avasallamiento de los pueblos, etc. Y al igual que en los niveles estatales, en el ámbito internacional también, son frutos de análisis que soslayan la lucha de clases, transformándola en contradicciones entre naciones. En esta dirección se constata que los posicionamientos oportunistas son la prolongación de la política imperialista, que queda definida en tres apartados de suma importancia para sus intereses:

  • Se aprueban y defienden las agrupaciones supranacionacionales de Estados capitalistas, so pretexto de constituir formas de frenar las influencias e injerencias del imperialismo en zonas determinadas.

  • En su consecuencia se toma partido por un imperio frente a otro

  • Y por último, se apoya subrepticiamente intervenciones militares o económicas de los buenos contra los malos, así como se hacen eco de la propaganda imperialista contra los países socialistas.

 El pasado mes de Agosto, la Secretaría de Política Internacional del PCE saludó con desaforado entusiasmo la entrada de Venezuela en Mercosur,  integrado entonces por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay,  y lo hizo afirmando:

“en este tratado de integración no tienen cabida políticas injerencistas de los centros mundiales del poder capitalista, por tanto puede ejercer de salvaguarda ante los intentos de descargar el peso de la crisis de los países industrializados en los países llamados emergentes”….. “todos los estados miembros del MERCOSUR están implicados en la lucha de llevar adelante una más justa redistribución de la riqueza, cada país con sus características y procesos”

No hay que ser un erudito en economía ni tampoco en política para darse cuenta que en su saludo, el Secretario de Política Internacional del PCE expresa sin reservas las posiciones de su partido, que tanto nos recuerdan a las de Kautsky. Sus esfuerzos por evitar denominar a los países por su naturaleza de clase lo delata. Lo que el PCE interpreta como“descargar el peso de la crisis de los países industrializados en los países llamados emergentes”  no es otra cosa que la lucha por el mercado internacional entre los monopolios y capitales financieros de los países imperialistas. ¿Cuáles son los países industrializados? Por supuesto, EE.UU, Japón, UE… Por otro lado, en Mercosur al menos, está presente Brasil, cuyos monopolios, multinacionales e inversiones financieras se extienden por toda latinoamérica y estos no están implicados como defiende el PCE, en llevar adelante ninguna redistribución de las riquezas ni en su país, donde las diferencias sociales cada día son más acusadas, ni en el Mercosur. Por otro lado, entre los países emergentes, además de Brasil, se encuentran Rusia, China, India y Suráfrica, a los que sólo los ingenuos y los que no quieren ver les niegan su carácter imperialista. La Secretaría de Política Internacional del PCE oculta las contradicciones imperialistas, sus luchas por el mercado internacional, que en definitiva explica el mundo contemporáneo, porque en su existencia encuentra la justificación capital para su política de orientación pro UE.

El Partido Comunista Obrero Español, en el supuesto de una revolución socialista en nuestro país, estará dispuesto y propugnará alianzas o agrupaciones supraestatales con otros países socialistas en virtud del internacionalismo proletario y en consonancia con la naturaleza revolucionaria del sistema. Por lo que sabemos, ninguna de las naciones integradas en Mercosur tienen bases económicas y relaciones de producción socialistas, ni tan siquiera Venezuela -sobre la que fijamos nuestra atención-, por sus “perspectivas revolucionarias”,  avanza todavía hacia una economía socialista.

El PCE convierte sus simpatías y sus deseos en una situación que en absoluto coincide con la realidad. Su adhesión al Socialismo del Siglo XXI ha sido su salida a la crisis ideológica que desde hace décadas aprisiona a su militancia. El Socialismo del Siglo XXI al que aspira la dirección del PCE cuya matriz es el aberrante Estado no clasista y cuyo sujeto revolucionario una amalgama de agrupaciones sociales desclasadas, le permite conjugar su actual ideología con la consagración de la UE monopolista, cuyos valores constitucionales aceptaron al integrarse en el PIE.

Para el PCE-IU, la República burguesa es la solución a los problemas y contradicciones del actual Estado español, por consiguiente, bajo este modelo de Estado capitalista piensa, también, hacer retroceder o rectificar las políticas antisociales de la UE, olvidando que España es un Estado de monopolios, lo que quiere decir imperialista. ¿Acaso la República burguesa va a cambiar el signo imperialista de los monopolios industriales y del capital financiero españoles? ¿Puede suprimir las injerencias de estos en la economía venezolana, y en los demás países de Mercosur? En el año 2010, las empresas españolas destacarón entre las más inversoras en Venezuela (Santander, Mapfre, Repsol-YPF, Elecnor, Iberdrola, Iberia, Air Europa, Telefónica, Sol Melía, NH Hoteles, Grupo Inditex, Leche Pascual, así hasta 102 empresas, entre las que sobresalen varios bancos. Del mismo modo operan en los demás paises del Mercosur: 60 empresas en Argentina, 168 en Brasil, 33 en Ururguay, 12 en Paraguay) (según SIEX, entidad pública dependiente del Ministerio de Comercio)

La historia es terca y confirma que las contradicciones que se generan en torno al imperialismo sólo se pueden superar por medio de la ruptura radical con el capitalismo, o de lo contrario, las leyes que rigen su modo de producción engullen con su inercia al más revolucionario de los revolucionarios, convirtiéndole sin más remedio en gestor de los intereses del gran capital industrial y financiero. Tal es la ley que hasta la fecha ningún partido ha podido transgredir. Además PCE-IU no ofrece ningún dato práctico que nos haga pensar lo contrario. Cada una de sus experiencias en gobiernos de todos los rangos han terminado con la asunción de las reglas impuestas por el sistema, mimetizándose con partidos burgueses y pequeñoburgueses, confirmando la teoría.

 La versatilidad de la conducta de los dirigentes oportunistas, producto de sus concepciones teóricas, produce el disloque mental en su militancia, sin lo cual les sería imposible alcanzar sus fines. Si se le pregunta a la base del PCE-IU cuál es su ideología, cuál es el socialismo al que aspiran, resultarán intereseantes sus respuestas, pero será imposible extraer una conclusión clara que defina lo que es común a toda élla. Hay militantes que se dicen marxistas-leninistas, otros son marxistas revolucionarios, socialistas democráticos, seguidores del socialismo del Siglo XXI,  etc. Diferencias que se traducen en multitud de maneras de ver y aplicar en la práctica sus labores indefinidas teóricamente. De ahí que firmen ERE, bajadas de salarios, los hay esquiroles, anticubanos, pro-cubanos, nacionalistas, seguidores de las direcciones reformistas de CC.OO y también críticos; aunque la mayoría de las veces se confundan con quienes denuncian, los hay pues para todos los gustos.

No obstante, queremos dejar constancia que en las filas del PCE-IU existe un número muy notable de afiliados honestos que tienen asumido que su rol es revolucionario y defienden con bravura según su entender sus posiciones reformistas. La razón de tantos despropósitos está implícita en su crisis orgánica. Sabemos a ciencia cierta que en una gran cantidad de lugares no se reunen sus agrupaciones, no existe la discusión política, no hay un proyecto formativo, sus militantes se diluyen en IU en cuyas asambleas esporádicas no se desarrollan según los canones de una organización revolucionaria. Existe pues, una dirección dentro del Partido que no puede ser cuestionada orgánicamente, con lo cual se ha convertido desde hace años en una casta por encima de las bases, a las que éstas por falta de preparación ideológica aplaude, más con fanatismo que con ciencia.

 Pero al lado de los honestos afiliados se ha creado una capa intermedia a la que de ninguna de las maneras podemos calificar de honestos, pues constituyen la salvaguardia de las directrices de la cúpula dirigente. Estos son auténticos traidores, que se prestan a veces a construir candidaturas sindicales a las órdenes de los empresarios, que pactan con los enemigos del pueblo en las elecciones municipales y autonómicas a cambio de recibir las prebendas del imperialismo. Son auténticos profesionales de la holgazanería que se prestan a todo con el propósito de ganar sin trabajar, quienes confieren certificado de calidad a las palabras de Lenin:

“La burguesía imperialista atrae y premia a los representantes y partidarios de los “partidos obreros burgueses” con lucrativos y tranquilos cargos en el gobierno o en el comité de industrias de guerra, en el parlamento y en diversas comisiones, en las redacciones de periódicos legales “serios” o en la dirección de sindicatos obreros no menos serios y “obedientes a la burguesía”.

COMISIÓN IDEOLÓGICA DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL




Contra el nacionalismo burgués

El problema nacional y colonial debe ser considerado siempre con conexión indisoluble con el problema general de la revolución proletaria (…) Soberanía Nacional y capitalismo monopolista son incompatibles “

Joan Comorera

 

No es casual, que ante la profunda y devastadora crisis que corroe la base económica del capitalismo monopolista en Cataluña, sea la propia superestructura del régimen la que refleje las tensiones y contradicciones por ella provocada.Tampoco es casual que la clase dominante, tratando de liberar presión ante la brutal ofensiva desencadenada por la oligarquía estatal, que ya ha dejado en tierras catalanas cientos de miles de desempleados, miles de desahucios, millones de pobres y de trabajadores sobreexplotados, haya decidido inocular uno de sus venenos preferidos para desviar la atención del proletariado y de las clases populares, parasumirlos en el engaño del sempiterno nacionalismo burgués.Un chovinismo repungnante  que, a modo de narcótico, le resulta muy apropiado cuando lo que se pretende es tapar y avanzar en los desvergonzados y criminales ataques lanzados contra las masas trabajadoras en plena crisis estructural del sistema capitalista.

 

 

Este nacionalismo oportunista no representa ninguna novedad, porque bien provenga de los sectores oligárquicos castellanos como de suspares catalanes, vascos o gallegos, ha sido una maniobra clásica de la clase dominante a lo largo de la historia, precisamente en momentos en que la lucha de clases se agudiza a marchas forzadas.Y ese es, precisamente, el momento que vivimos.Sin embargo hoy, y a diferencia de los años 30, el Estado burgués español ya se encuentra firmemente anclado en las estructuras imperialistas de la UE. En plena época imperialista, por tanto, los proletarios no tenemos más salida que la revolución socialista para salir de la barbarie a la que nos someten diariamente los señores Mas y Rajoy.Frustrada la revolucióndemocrático burguesaen 1939, hoy sólo el proletariado triunfante y el socialismo pueden asegurar la emancipación social de los trabajadores y la liberación nacional de los pueblos sometidos al Estado burgués.

 

El circo nacionalista organizado por la oligarquía de Barcelona y Madrid, no tiene otra finalidad que desviar la clase trabajadora de su objetivo emancipador, tratandode engañar a las masasque, confundidas por la ofensiva clasista y alienadas desde la misma base económica , quedan al arbitrio de estos explotadores y sus asalariados políticos.Mientras sectores burgueses en Cataluña tensan la cuestión nacional jugando a la independencia, basada en postulados mercantilistas, sus hermanos de clase fingen estupor, amenazan a sus homólogos con fraseología barata y se atreven a blandir la constitución neofranquista de 1978.El nacionalismo burgués se nos muestra así en toda su podrida esplendor.Mientras la renovada Liga Catalanista de Cambó (CiU), a manos de Caixabank y Fomento del Trabajo, sólo busca presionar para obtener cuotas de poder económico más grandes en una Cataluña rota y en bancarrota (Pacto Fiscal), la cuna política del renovado nacional -catolicismo (PP), a manos del BBVA y CEOE, intenta contener estas presiones, implorando miserablemente a sus amos europeos “el rescate” de la criminal Banca Privada española, completamente integrada en el IBEX-35.

 

Observamos pues, como la oligarquía estatal se apresta a enfrentar y dividir al proletariado de las diferentes nacionalidades del Estado, intentando desesperadamente contener la efectiva agudización de la lucha de clases, efecto inmediato de la caducidad de un modo de producción que, ya sin máscaras, muestra su esencia depredadora frente a millones de trabajadores,   la de la explotación, el robo y el crimen.Esto es precisamente lo que quieren tapar esta corte de bufones políticos de la oligarquía estatal.Pero, nosotros nos preguntamos: Acaso nos explota el obrero madrileño o el jornalero andaluz?Acaso la patronal de la CEOE defiende intereses de clase opuestos a los de Fomento del Trabajo?Acaso la oligarquía financiera de Caixabank defiende intereses opuestos a los de BBVA?Es que defienden los gestores del gran capital de CiU, intereses de clase opuestos a los del PP?

 

Fruto de ésta pugna interburguesa, que intenta engañar a vastos sectores de las masas laboriosas del Estado, surgen en tierras catalanas multitudinarias manifestaciones “por la independencia”, forjadas entorno a oscuras plataformas interclasistas (ANC) que, unidas fraternalmente a los gestores del gran capital en Catalunya (es decir, al cínico Gobierno de los “recortes”), pretenden establecer un “Estado propio dentro de la UE”. Es tal el oportunismo y el afán de estos promotores por desviar el hartazgo popular frente a las arremetidas diarias del Gobierno de la Generalitat, que sin rubor alguno son capaces de hablar de “independencia” e “integración en la UE” sin siquiera ruborizarse lo más mínimo.

 

Por su parte, los sectores más reaccionarios del nacionalismo español, aprovechan el tirón para sacar a relucir su siempre latente nacional-catolicismo renovado, convocando contramanifestaciones en Barcelona tales como la del 12 de Octubre, a modo de “Día de la Raza” remozada y para enfrentar lo que ellos llaman “peligro secesionista”. No hay duda de que tanto unos como otros, cumplen a la perfección con el papel encomendado por la oligarquía estatal en el momento actual que vivimos; dividir al proletariado del Estado, enfrentarlo, embrutecerlo, paralizarlo y desorganizarlo en base a las repugnantes premisas del nacionalismo burgués.

 

El PCOC, fiel a los principios del internacionalismo proletario, considera que el inalienable derecho a la autodeterminación de Catalunya, así como de las demás naciones del Estado, es irrealizable dentro del actual régimen existente. La cuestión nacional seguirá siendo irresoluble mientras el capitalismo monopolista subsista y la oligarquía estatal (también la de procedencia catalana), siga manejando con puño de hierro los engranajes de su Estado, completamente sometido a la voluntad del imperialismo europeo. He ahí el enemigo común del pueblo trabajador, de obreros, empleados, estudiantes, intelectuales, autónomos y clases populares; el Estado burgués español y las estructuras imperialistas en las que este se halla engarzado (UE). El PCOC, frontalmente opuesto a la táctica oportunista de la oligarquía galvanizada entorno al Estado, hace un llamamiento al proletariado español para que defienda sin condiciones y con claridad meridiana el inalienable derecho de todas las naciones a la autodeterminación. Asimismo, exhorta a los trabajadores catalanes a fundir sus luchas con las del conjunto del proletariado del Estado. Los capitalistas nos quieren divididos y enfrentados, nosotros afirmamos con rotundidad que sin unidad y solidaridad de clase, resultará imposible derribar a nuestro enemigo común; al capitalismo monopolista y su Estado represor, verdadera síntesis de la explotación y la degradación asalariada que sufrimos, auténtica cárcel de pueblos.

 

 

Sólo el socialismo podrá liberar el conjunto del proletariado del Estado.Sólo el socialismo podrá hacer efectivo y real el derecho democrático de Cataluña a su autodeterminación, en pie de igualdad con el resto de nacionalidades del Estado.

 

 

Por la emancipación social y nacional!

Por la construcción del poder popular!

Por la construcción de Asambleas de Comités, Delegados y Trabajadores!

Viva el internacionalismo proletario!

PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA