1

Nuevas contradicciones

 Después de las experiencias nefastas para el capitalismo internacional provocadas por las dos grandes guerras mundiales, que proporcionaron el nacimiento de países socialistas e hicieron tambalear el régimen burgués, los países más industrializados convinieron en decretar leyes contra la competencia desleal y frente a la cicatería y abusos de los monopolios que rompan las reglas del juego establecidas por ellos mismos, con el fin de evitar la III guerra mundial. Es decir, lo que se dice querer neutralizar de una vez y para siempre el brote de contradicciones, a los que parecía que estaba condenado el sistema.

 

Pero el sistema capitalista no puede existir sin crear constantemente nuevas contradicciones, como resultado de su anarquía de producción, pues los estados monopolistas pueden controlar hasta cierto punto el curso económico, pero solo hasta cierto punto.En la actualidad, cada día que pasa, los imperios encuentran más obstáculos para dominar y dirigir la economía de sus respectivos países y mucho menos vencer sus efectos universales, que surgen independientemente de la voluntad humana, mejor dicho del modo de producción capitalista. Observemos que la denominada “globalización”, con sus expansiones y deslocalizaciones, está creando un novedoso panorama mundial.Los monopolios y las multinacionales generan ya del total del producto bruto elaborado en el mundo, más del 50% en los países subyugados, en las naciones en vías de desarrollo o dependientes del imperialismo, en donde la política y la economía evolucionan con altibajos, siempre en un ambiente de mayor inestabilidad sociopolítico con respecto de los estados europeo y norteamericano, debido a que sus pueblos no disfrutan, en absoluto, de lo que producen. En 2007, estos mismos países atesoran en conjunto, en reservas divisas, un montante que supera los tres billones de dólares, en tanto que los países mas industrializados detentan la mitad de este volumen. De ahí que la guerra y las leyes antisociales de corte fascistas, continúen siendo los elementos primordiales a tener en cuenta por los estados imperialistas, para apagar cualquier fuego que prenda en sus propios países y para mantener la actual situación internacional y de esta guisa, frenan violentamente todo indicio de independencia que surja en cualquier lugar del mundo en un vano intento de neutralizar las nuevas contradicciones inter capitalistas que avanzan inexorables y cuyas consecuencias directas o derivadas pueden ser incalculables. O sea, el capitalismo está condenado por sí mismo a la guerra y a generar nuevas contradicciones hasta su muerte.
PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL

10/09/06




Entrevista a Manuel Góngora (Secretario General del PCOE)

Iskra.- Hablemos del FUT ¿No es contradictorio defender la democratización de las asambleas en los centros de trabajo y ahora darle prioridad a la construcción de las Asambleas de Comités y Delegados de empresas?

Manuel.- No es contradictorio, son dos fases del mismo discurso para alcanzar la unidad de los trabajadores. Se parte de las asambleas democráticas, con capacidad no solo para debatir y decidir sobre problemas reivindicativos, sino también estructurales. La Asamblea debe ser el órgano que decida la forma en que se ha de convocar y desarrollar las elecciones sindicales, como si quiere elegir ella misma el comité y sobretodo deben tener la facultad de revocar en cualquier instante a los miembros del Comité. Nadie debe decirles a los trabajadores como deben ejercer su democracia.

 

Después los comités deben unirse en Asambleas o coordinadoras o como ellos prefieran a todos los niveles hasta el estatal. No habrá organización mas potente, unitaria y democrática.

I.- Sí, pero los comités actuales y las Asambleas de trabajadores no parte de esas premisas ¿Cómo puede defender el partido primero las asambleas de comités y delegados, sin haberse democratizado los centros de trabajo.?

M.- Nos basamos en dos realidades. La primera la externa, deslocalizaciones, privatizaciones que están al caer como la de Correos, la represión sindical, los despidos, los accidentes de trabajo, los bajos salarios etc. piden a gritos una respuesta unitaria de los trabajadores.

También basamos nuestra decisión en la situación interior del movimiento obrero, dominio absoluto del reformismo del que deviene la desunión, la falta de conciencia etc. Y especialmente tenemos en consideración que ni nosotros ni otros partidos estamos presentes con fuerza en los centros de trabajo.

No podemos esperar a que se lleve a cabo la democratización de las asambleas primero y luego hacer la asamblea de Comités y Delegados, sería eterno inacabable y la patronal mientras nos machacaría. Por eso hay que comenzar por la Asamblea de Comités y Delegados.

I.- Pero los comités están en manos del reformismo.

M.- En efecto, pero todo proceso requiere una propaganda que suscite el debate. En este caso para democratizar las asambleas, debe abrirse una discusión en el seno de los trabajadores y no tenemos fuerza para ello.

En cambio, en el transcurso de la preparación para celebrar la primera asamblea de Comité, este primer paso se cumple. Se va a abrir el proceso de discusión, en primer término entre el FUT y los comités. Estos son abordados directamente para explicarles la necesidad de la unidad entre los comités. Ello implica una exposición de la situación política y sindical por parte del FUT, que va ser aceptado o no por comité de turno y entraremos en debate. Luego si no acepta la unidad por sectarismo, nos dirigiremos a sus compañeros de centro de trabajo con una serie de octavillas y demás medios propagandísticos, que suponemos darán como resultados la discusión entre ellos. Pero si no la aceptan por incomprensión seremos muy perseverantes.

De otra forma nunca tendríamos acceso al debate, es más, creemos que éste no se daría jamás.

I.- ¿A qué comités os dirigiréis?

M.- A todos sin excepción, no hay exclusión. El debate entre comités y entre éstos y sus compañeros de trabajo es vital y si el comité está patrocinado por el empresario, tanto mejor, hay que acabar con ellos. Ahora viven plácidamente. Hay que incomodarlos.

I.- ¿Qué contenido tendrá la Asamblea de Comités y Delegados?

M.- Político, sin duda, los problemas que hemos enunciados son políticos y como tal hay que tratarlos.

A las deslocalizaciones y privatizaciones, hay que oponerles la nacionalización. Al paro, un cambio estructural. Por ejemplo en Andalucía hay que reivindicar la Reforma Agraria como base de su industrialización.

Naturalmente, estas son nuestras propuestas que hay que discutir, confrontarlas etc. Lo primero es conseguir la unidad de los comités.

I.- ¿No crees que es bastante difícil?

M.- Si, pero es el camino más directo y no existe otro. Tanto el PCOE como otros llevamos 30 años con indefiniciones y postulando consignas genéricas, ¡sindicato único!, ¡de clase!, ¡los comunistas deben actuar donde estén las masas!, ¡debemos ser honestos! Y esto en la práctica se traduce en militantes del mismo partido pero con filiación sindical diversa, esperando no se sabe qué, cómo y cuándo para unir a los trabajadores.

El análisis es simple, los sindicatos no tienen una afiliación ni en cantidad ni en calidad en relación con la influencia que ejercen en los trabajadores. Con tener unos poquitos afiliados en una empresa pueden hacerse con el comité. Los trabajadores no creen tener otra alternativa organizativa. Cuando un grupo de obreros deciden presentarse a unas elecciones en su lugar de trabajo, siempre o casi siempre recurren a una central que la da carta de legalidad, porque les llevan los trámites burocráticos que ellos desconocen. A partir de ahí se vinculan entre sí. Y como quiera que los obreros no poseen un grado estimado de conciencia de clase, caen en las redes del funcionario de turno.

Así pues, cortando por los comités debilitamos el reformismo sindical de manera alarmante. No hay otra forma. Pero cuidado que nadie se engañe en el supuesto de ponerse en práctica durante un período más o menos prolongado, el reformismo por ser mayoritario actualmente, controlarán las Asambleas de Comités y Delegados, no obstante esperamos que nuestra labor y la de otros partidos y fundamentalmente el FUT triunfen al final.

I.- ¿Qué tiempo puede llevar a la constitución de la Asambleqa de Comités y Delegados?

M.- Eso nunca se sabe; aunque la crisis si se agudiza como se espera puede acelerar el proceso.

I.- ¿Para cuando el comienzo?

M.- Bueno, hemos comenzado por la provincia de Sevilla, porque es donde mejor situados estamos y podría constituirse en el centro sobre el que se irá creando organizaciones en Andalucía. También lo haremos en otros lugares como es Cataluña. Hay que prepararse bien primero. Todo debe estar sustentado sobre argumentos sólidos y tener una estructura que soporte la dirección del proceso.

I.- ¿El FUT es coto privado del PCOE?

M.- En absoluto, lo hemos dicho repetidas veces, la unidad de la izquierda e incluso de los comunistas deben ser sobre bases prácticas y no por acuerdos alrededor de una mesa, el papel lo aguanta todo.

Deseamos que los partidos reflexionen al respecto y vean en los comités de empresa cuanto su ilusión abarque, incluido soviets etc. Ahora es el momento de cambiar de tácticas inveteradas negadas por la historia moderna. Los partidos revolucionarios no ejercemos ninguna influencia real sobre los trabajadores, a la vez que estos esperan impacientes quienes les dirijan. ¡Hagámoslo juntos!

I.- Un saludo

M.- Igualmente




¿Frente de partidos o frente de clases?

Es curioso lo que sucede en el mundo de nuestra izquierda. Se reclama actualización bajo la comprensión de la situación contemporánea y sin embargo, se persiste en dar vueltas y más vueltas sobre viejas tácticas y estrategias que correspondían a situaciones de otras épocas.

Por muchos se aseveran que el problema radica en que la izquierda no somos capaces de unirnos. ¿Pero, de qué izquierda hablan? Probablemente, los mas osados nos respondan resueltamente que se trata de la izquierda revolucionaria. ¿Pero, es que hay quien se crea que con la unidad de los partidos revolucionarios que hoy existen en el estado español es suficiente para cambiar el curso de los acontecimientos? ¿Es que todavía existen ilusos que consideran que la unidad de la izquierda bajo un programa de transformaciones, va a calar entre los trabajadores y en el pueblo en general, o siquiera puede ser un punto de partida?

 

 Es evidente, que hay quienes se empeñan en no ver la realidad. En primer lugar ¿quién o qué clase social ha de dirigir el proceso revolucionario?. Indiscutiblemente, la clase obrera, que es la única capaz de aglutinar detrás de sí a todos los trabajadores y capas populares de la sociedad. Pero, la clase obrera española se halla incapacitada en estos momentos, porque está mil veces fragmentada y carece de conciencia de clase. Y es aquí donde los partidos “revolucionarios” deben incidir, pues no se es revolucionario porque nos autotitulemos como tal, sino porque tengamos una táctica acertada y congruente con la realidad objetiva y subjetiva.

Frente de Izquierda sí, pero para sacar a la clase obrera del lugar que ocupa hoy. Este es un objetivo indefinido por los llamados partidos revolucionarios, porque no hacen más que transcribir literalmente viejas consignas, de cuando los anarquistas, comunistas y socialistas, se congregaban en grandes partidos que ejercían una influencia mas que notable entre los trabajadores, a los que les bastaban un acuerdo entre ellos para movilizar a millones de trabajadores.

No hace falta ser un lince para darse cuenta que hoy no existe ningún partido comunista o revolucionario, que luzca un mínimo de influencia sobre nada. Y no confesarlo, es postergar hasta la eternidad el resurgir del movimiento obrero y popular en nuestro país.

Por todas estas razones, la creación del FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO, tal y como aboga nuestro partido, sí puede ser el punto de partida para: unir a los trabajadores, dotarles de un programa revolucionario, a la par que crea en la práctica las condiciones para la unidad de la izquierda y abre la posibilidad real e inapelable de alcanzar la unificación de los marxistas-leninistas en un solo partido con mayores garantías de éxito.




A la clase obrera

Como ya es normal el pasado mes de agosto registró 58.000 parados más en todo el país. Mientras, la cesta de la compra sube sin tope, (los huevos 28% en un año, el 75% la harina desde abril etc.). Se anuncian nuevas subidas como el pan, la leche, la luz etc. Se nos dice que de 19 millones de trabajadores más de 8 millones cobran menos 900 Euros y para colmo las hipotecas suben sin parar, asfixiando a la juventud obrera.

 

 Pese a todo ello el gobierno y los partidos parlamentarios observan el más sospechoso de los silencios. A ellos les bastan con recordarnos que esto es un Estado de derecho cuyo problema es el “terrorismo”, con lo cual tratan de desviar nuestra atención. Esta claro. Si no es el “terrorismo” se inventarían otra cosa con la que entretenernos.

¿Acaso no es terrorismo que en los 6 primeros meses de este año hayan muerto 580 trabajadores en sus puestos de trabajo y que en el mismo tiempo, por la no implantación de normas de seguridad tuvieron lugar 510.302 accidentes con baja? ¿No es criminal que en vez de implantar la total gratuidad de los estudios, el Ministerio de Cultura reparta 1.000 millones de pesetas entre la Fundación de José María Aznar (PP) y la Fundación Pablo Iglesias de Alfonso Guerra (ligada al PSOE)?.

¿Qué estado de derecho es éste que permite que la patronal despida a 500 trabajadores por presentarse a las elecciones sindicales, que sabe que hay miles de patronos que defraudan al estado y al obrero, que no pagan los seguros sociales, que utilizan dinero negro, y que abonan al trabajador menor cantidad de la que reza en su nómina? ¿Dónde está el estado y los derechos de los trabajadores, cuando las multinacionales se llevan las empresas a otros lugares o que vende al sector privado las empresas públicas más rentables y en todo caso ocasionando el despido masivo de los obreros?

Es triste el papel de los sindicatos, que o no hacen nada o se oponen falsamente para ceder al final, con el pretexto de aceptar lo menos malo y que para justificarse acometen luchas de desgaste cuando ya no existe solución y siempre atendiendo al interés del sindicato y no el de la clase obrera en general. Pues si los trabajadores afectados son de CC.OO. los otros sindicatos (UGT, CNT. CGT….etc.) no prestarán su solidaridad y viceversa. ¿Por qué tantos sindicatos, si los trabajadores somos una sola clase?

Ante tantos enemigos, a los trabajadores solo nos queda la unidad y la solidaridad. En este sentido, es urgente en donde no tengamos comités o delegados realizar las elecciones y exigir a nuestros representantes inicien contactos entre los comités de las empresas del gremio, independientemente de la afiliación sindical y política de sus miembros, con el propósito de crear e institucionalizar LA ASAMBLEA DE COMITÉS DE EMPRESAS Y DELEGADOS, para poner freno a tantos desmanes y a tanta división. EL AISLAMENTO ES NUESTRA MUERTE. EL PATRON NO ENTIENDE DE OBRERO SUMISO O REBELDE, SINO DE INTERESES, EL PARO ESTA LLENO DE TRABAJADORES SUMISOS.

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)




Hay que forjar la unidad de la clase obrera

Por más que los distintos instrumentos de dominación del Capital se esfuercen en hacer ver al Pueblo Trabajador que su sistema es “democrático” y que garantiza la libertad, la realidad nos señala todo lo contrario, que los trabajadores del Estado español no tenemos ningún derecho y ello es comprobable al entrar por las puertas de los centros de trabajo.

 

 La clase obrera en el Estado español es apaleada, reprimida, dividida y desideologizada por parte del Estado capitalista (con sus instrumentos de represión como son las magistraturas, Policía, Jueces, cárceles,…), que convierte al empresario en Juez de Primera Instancia permitiendo que este despida con impunidad a los trabajadores – despido improcedente – y que financia a traidores a la clase obrera – sindicatos y partidos políticos del sistema – para dividirnos y mostrarnos una supuesta imposibilidad de lucha contra las injusticias y atropellos del sistema capitalista señalándonos como culpables de esto a los que somos las víctimas: los trabajadores.

No pretendemos en esta misiva profundizar en la naturaleza explotadora del capitalismo y lo canallesca de la superestructura que eleva sino que queremos señalar la forma de actuar traidora de aquellos que dicen defender a los trabajadores.

En el Estado español cada año se despiden a centenares de obreros por querer hacer efectivos sus derechos, es decir, por presentarse a las elecciones sindicales. De norte a sur y de este a oeste se suceden las denuncias por persecución sindical. Enumeramos algunos casos como SOMAJASA (SOciedad Mixta del Agua de Jaén SA), Endesa, Caldererías Indálicas, EIDOS, Telefónica, El Corte Inglés, LEMATEL, GALISPORT, Soluciones Lógicas, MERKAMUEBLE, Supermercados DIA, Miquel y Costas y Miquel, Bodegas Torres, Antela Estación de Servizo SL, Centro Distribuidor de Euskadi SL, GENERALI, Guibema de Abadiño, AFEMA, FERCABLE, Fundación Siloé, FUNDAR o Jamones Badía, por ejemplo, que nos demuestran que desde Badajoz a Gijón, desde Andalucía a Cataluña pasando por Galicia, Madrid, Euskal Herria o la Comunidad Valenciana, estén participadas estas empresas por el Estado o no y sean del sector que sean, los trabajadores no tienen ni tan siquiera derecho a los supuestos derechos que la superestructura capitalista “vende” a bombo y platillo a través de sus voceros mediáticos, bien remunerados para engañar y desideologizar a la clase trabajadora.

Ante esta realidad, analicemos una octavilla sobre Jamones Badía (Sevilla) para mostrar como actúan las centrales sindicales.

JAMONES BADÍA.

En Jamones Badía se celebraron elecciones sindicales el pasado mes de octubre, despidiendo a tres trabajadores la empresa como reacción a dichas elecciones sindicales. Ante esta situación la cúpula del ramo del Comercio de CCOO en Sevilla procede a lanzar una campaña dirigida a los Clientes de Jamones Badía donde denuncia estos hechos utilizando para ello una octavilla que pide recoger firmas de los mismos denunciando los tres despidos y la represión sindical. En dicha octavilla se dice “es una empresa que ha venido caracterizándose, a partir de entonces, por reprimir a sus trabajadores, hasta el punto de que se ha procedido a despedir en ese corto espacio de tiempo a tres de ellos RECONOCIENDO LA IMPROCEDENCIA DE LOS MISMOS, ES DECIR, LA FALTA ABSOLUTA DE MOTIVO PARA DESPEDIRLOS, TENIENDO QUE PAGAR LA INDEMNIZACIÓN QUE LA LEY PREVÉE PARA ESTOS CASOS. DENUNCIAMOS, EN DEFINITIVA, QUE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, LA LIBERTAD SINDICAL Y LOS DERECHOS CIVILES AÚN NO HAN ENTRADO EN “JAMONES BADÍA” y que lucharemos sin desmayo para que nuestras leyes laborales, el derecho a sindicarse libremente y ser respetado por razones ideológicas, religiosas, culturales, sea una realidad también en esta empresa” . El subrayado, la negrita y las mayúsculas son extraídos de la octavilla de CCOO del Comercio de Sevilla literalmente, inclusive las faltas de ortografía.

Lo primero que debemos percibir es que el sindicato nada hace por advertir a los trabajadores de Jamones Badía y del Ramo del Comercio Sevillano que deben organizarse tanto dentro de la empresa como con el resto de compañeros del Ramo y que deben ser ellos los que tracen las acciones a realizar sino que funcionarios del sindicato, desde el exterior de la empresa e inclusive del Ramo, planifican ellos la táctica y los objetivos pidiendo el seguidismo de los trabajadores. En vez de dirigirse a los Trabajadores del ramo para desarrollar una lucha sindical y buscar la unidad y la solidaridad como paso previo, la dirección provincial de CCOO del Comercio pide la firma de los clientes y no la lucha, la organización, la solidaridad y la unidad de los trabajadores. Esto conlleva a la individualización del problema y al aislamiento del mismo conduciendo a los trabajadores de Jamones Badía, por muy combativos y honrados que sean, a la “muerte” de su justa lucha por asfixia. Se debe tener en cuenta que los trabajadores del Comercio de Sevilla, según el sindicato del Comercio de CCOO, son los segundos peor pagados de Andalucía con un salario bruto anual de 12.007,68 euros sólo superando a los trabajadores de Huelva que perciben 11.625,30 euros brutos anuales. ¿Acaso eso y la persecución sindical que se da en otras empresas del sector como Merkamueble, Mercadona, etc…. no es bandera para unir primeramente a todos esos conflicto para, posteriormente, unir a todos los trabajadores del Ramo?

Si lo explicado hasta ahora ya es de por sí indigno; el trabajo de CCOO del Comercio de Sevilla de desideologización y de engaño que hace entre los trabajadores con el contenido de dicha octavilla los convierten en verdaderos traidores. Denuncian que existe persecución sindical, que la Empresa despide improcedentemente – reconociéndolo la misma – a tres trabajadores para después salir en defensa del sistema que permite que el Patrón se convierta en Juez de Primera Instancia y pueda despedir con impunidad a esos tres trabajadores, es decir, el mismo sindicato traicionando a la clase trabajadora y engañándola defiende la Constitución Española que es la que le permite al Empresario actuar de esa manera. Al igual que es esa Constitución Española, con sus leyes antiobreras firmadas muchas de ellas por las cúpulas sindicales, la que permiten que los trabajadores perciban salarios de miseria como el mísero Convenio del Comercio Sevillano firmado por las cúpulas provinciales de los sindicatos CCOO y UGT.

Comprobamos de manera clara como, en este caso, CCOO hace un trabajo vital para el empresario. Por un lado aísla a los trabajadores, los divide, les muestra caminos de lucha que les conducen a la asfixia y al desánimo y les engaña ideológicamente. Este es el trabajo que realizan y por el cual el instrumento de opresión del Patrón, el Estado, les inyecta dinero a las centrales sindicales que jamás con tan pocos afiliados tuvieron tantos recursos económicos y materiales.

SÓLO QUEDA UN CAMINO, LA UNIDAD.

La clase obrera está dividida y desorganizada. Como hemos podido ver la Patronal, a través de su Estado, se encarga de actuar para conseguirlo. Para ello, los empresarios han impuesto una legislación laboral, que no es más que el desarrollo de la Constitución Española que tanto UGT como CCOO defienden.

Esta legalidad vigente es nociva para los trabajadores porque, para empezar, fue impuesta por la Patronal. El sistema de elecciones sindicales es antidemocrático por impedir que los trabajadores puedan postular y revocar a sus representantes siendo, además, un procedimiento de listas cerradas postuladas por unos sindicatos que son estructuras pagadas por el Estado y que sirven a éste y no a los trabajadores que reciben dinero público por vender “Paz Social”. Además, los Comités de Empresa no son la expresión del Conjunto de Trabajadores, la Asamblea, sino un órgano que se coloca por encima de ellos y cuyo objetivo es la defensa de los intereses políticos y económicos del Sindicato Estructura, así como del Partido Político burgués del cual sean correa de transmisión, en definitiva, están a servicio de la Patronal y sus intereses.

Esta Constitución Española que contiene leyes laborales antiobreras, y defendida por las centrales sindicales, favorece la disgregación potenciando la entrada de las minorías en los Comités para forzar la máxima fragmentación como se puede visualizar en Correos donde existen 13 centrales sindicales con representación en los Comités.

La Constitución Española convierte a los sindicatos en instrumentos de división de la clase obrera cuyo funcionamiento es vertical fluyendo la política sindical desde arriba (APARATO) hacia abajo (COMITÉS).

Pero no sólo la Constitución es responsable de la división y desorganización de los trabajadores sino también las traiciones de las cúpulas sindicales y de los partidos de “izquierda”. Al ejemplo actual de Jamones Badía se le pueden sumar infinitos ejemplos más, pero queremos recordar traiciones cruciales a la clase obrera como el perpetrado por el PCE de convertir un movimiento político y social que aspiraba a la supresión revolucionaria del capitalismo en un sindicato amarillo que sirviera de correa de transmisión de su política oportunista y de entrega al Patrón; los pactos de la Moncloa, el Estatuto de los Trabajadores, las reformas laborales del PSOE,…

Todo esto ha llevado a los trabajadores al estado que hoy exhibimos. Por ello se hace fundamental unirnos y organizarnos partiendo este proceso de unidad desde la base, desde el corazón de la clase trabajadora: Los centros de Trabajo. Para ello el PCOE apuesta por la construcción del FRENTE ÚNICO DE TRABAJADORES y hace un llamamiento a todos los obreros a la unidad por encima de las siglas y de la división sindical existente con el objetivo de organizar cauces por donde fluya la solidaridad, estimulando asambleas de Comités y delegados de los distintos centros de trabajo así como democratizar las Asambleas, establecer la democracia de la manera que nosotros entendamos y no como nos lo imponga el Patrón a través de sus leyes ni su Constitución.

¡ POR LA DEMOCRACIA OBRERA!
¡POR EL FRENTE ÚNICO DE TRABAJADORES!
¡VIVA LA UNIDAD DEL PROLETARIADO!

 




A los trabajadores de Endesa

La inminente venta de Endesa al capital extranjero, demuestra a las claras dos aspectos fundamentales.

1.- Que La actual concepción de la unidad europea, se forja a favor de las apetencias expansionistas de las multinacionales del continente, en detrimento de los intereses de los trabajadores.

 

 2.- Que es totalmente falso el patriotismo que abanderan los PSOE y PP y su oportunista posición sobre la unidad de “España”, pues a la hora de la verdad no tienen ningún reparo en vender nuestro patrimonio natural, y a los propios trabajadores al mejor postor, español o extranjero. ¿Dónde está la autonomía, para utilizar nuestros propios recursos en provecho del pueblo? ¿Dónde quedan los derechos sociales contemplados en los nuevos Estatutos? Pero la solución no está tampoco, como presentan los sindicatos, en elegir entre capital español o capital extranjero, pues en ambos casos representan intereses egoístas privados, que ponen en peligro constante el puesto de trabajo de los obreros y empleados y supeditan nuestras propias fuentes de energías naturales a los números fríos de sus beneficios. La solución está en que las riquezas, tierras, agua, minas, etc. de nuestro suelo, deben pertenecer al pueblo, en estas circunstancias,

LA NACIONALIZACIÓN, es la opción más cercana y justa en estos momentos. Así pues, los efectos de la venta al capital extranjero de Endesa, o de su continuación en manos privadas españolas, rebasan los intereses de los trabajadores de Endesa, dado que se utilizan riquezas autóctonas de la región. Por tanto, debe ser el conjunto de la sociedad, la que decida su futuro.

El PCOE llama a los trabajadores de Endesa, para que inicien el debate consecuente al respecto y obliguen a sus representantes a asumir la NACIONALIZACIÓN como única solución positiva y a su vez, pedimos que el Comité de Empresa haga extensible el debate a todo el pueblo.

PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)




El momento actual

La huelga de los camioneros se tomen las medidas que se tomen para paliarla, va a contribuir en el proceso en curso a la agudización de la crisis financiera. El gobierno se encuentra en un callejón sin salida.

 Tanto las medidas que ofrece el gobierno como las reivindicaciones que defienden los huelguistas, tienen como resultado final el aumento general en grado desproporcionado de los precios, que pagaremos en última instancia los trabajadores. El estado actual de la economía capitalista no da para más, salvo que los países productores de petróleo den un viraje de 180º, lo cual parece improbable de aquí a poco tiempo.

 

  La huelga de los camioneros no cuestiona al gobierno, menos todavía al sistema capitalista. Toda huelga estrictamente económica, repercute en sentido negativo en el bolsillo de las clases laboriosas

Sin necesidad de subir las hipotecas que según todos los indicios continuarán al alza, muchos ciudadanos de los que aún no se ven en situación de precariedad, se unirán a los que ya no pueden hacer frente a las cuotas mensuales, pues los reajustes de los Presupuestos del Estado para satisfacer a la patronal afectada por la subida de los carburantes, no va enjugarse a través de las partidas del área de defensa y represiva. Como siempre se tratará de equilibrar por medio de la inflación (subida de precios), la manera más directa y fácil de redistribuir las riquezas y de hacer recaer todo el peso de la crisis sobre los trabajadores y pensionistas.

 Pero con ser grave la situación ésta se ve espoleada por las nuevas directrices de la UE. Es tradicional que en épocas de crisis, el gran capital se aproveche del ambiente de impotencia y por lo tanto de resignación que se crea a propósito desde el exterior en las clases trabajadoras, para imponer reformas que coadyuven a una mayor explotación en aras de intensificar la productividad que les permitan a las empresas librar sus batallas en el mercado en las mejores condiciones posibles

 En esta dirección hay que contemplar la propuesta que debe ratificar el parlamento europeo, de abrir las puertas para la prolongación de la jornada laboral hasta las 65 horas.

 Saben perfectamente que es el instante exacto de llevarla a cabo., El argumento de salvar la crisis oculta un análisis de clase, basado en la correlación de fuerzas que nos es desfavorable a los trabajadores, pues no existe en toda Europa una oposición antagónica al capital, ni siquiera en un plano local con influencia suficiente entre los trabajadores para descubrir el juego, mucho menos capaz de frenar a sus progenitores.

 Es cierto que el gobierno español se opone de palabra;  pero, también es verdad que los socialistas se valen de tácticas engañosas y ventajosas, pues no basta con oponerse, sino que han de darse las condiciones sociopolíticas necesarias para que la oposición sea efectiva.

 Se nos dirá primero que es una medida de ámbito superior, por lo que un gobierno no puede desbordar la decisión colectiva de los gobiernos y del parlamento europeo. Después se nos aducirá que su aplicación no es obligatoria puesto que han de ponerse de acuerdo patrón y obrero, además, el compromiso adquirido por ambos ha de recogerse en el convenio colectivo cuando éste exista o en el contrato personal en caso contrario, insinuando que será responsabilidad de los propios trabajadores dado que los que consienten hacen de forma voluntaria dejación de cotas sociales alcanzadas, a lo que tienen perfecto derecho. Incluso puede que el gobierno sugiera que no se debe llegar a tal acuerdo por constituir un retroceso social, pero no podrá ir mas allá, es decir a prohibir la dilatación de la jornada.

 En nuestro país hay miles de pequeñas empresas en las que los trabajadores por su número no tienen representación sindical y se verán obligados a aceptar las propuestas de la patronal. La ampliación de la jornada afectará especialmente a la superexplotación de los inmigrantes, la parte más débil del proletariado.

 Pero también hay medianas y grandes empresas en la que los comités son patrocinados por sus direcciones. Unas veces son candidaturas “independientes” y en muchas mas ocasiones las candidaturas patronales se cobijan en las siglas de CC.OO o de UGT, cuyas centrales han hecho la vista gorda pues sus objetivos consisten en conseguir delegados de la forma que sea.

 Todas estas empresas que representan a millones de trabajadores son presas fáciles para ir implantando paulatinamente la prolongación de la jornada, a la vez que servirían al final, para generar un ambiente de hechos consumados, en definitiva, expandirán la impotencia que tienen estos sectores obreros al resto de los trabajadores, lo demás sería solo cuestión de tiempo.

 Ante una situación como esta de extrema gravedad hay que buscar denodadamente la unidad de todos los trabajadores por medio de asambleas de Comités y Delegados de Empresas (Frente Unico de Trabajadores), que es la manera genuina para que la clase obrera se erija en protagonista y de frenar el avance de la patronal y del gobierno capitalista. Rechazamos pues toda invitación a constituir nuevos sindicatos (SOC, PCPE etc.) que perpetúan el estado actual de la clase obrera.

 En esta dirección hacemos un llamamiento a todos los comités y delegados a que se unan al proceso iniciado en Sevilla, superando todas las trabas en aras de la unidad del conjunto de los trabajadores.

 ¡POR EL FRENTE UNICO DE TRABAJADORES!

 FORTALEZCAMOS Y AMPLIEMOS LA ASAMBLEA DE COMITÉS Y DELEGADOS DE EMPRESAS

 ¡POR EL FRENTE UNICO DEL PUEBLO!