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Se generaliza el destajo: ahora, los profesores

Haciendo un ejercicio científico, de materialismo dialéctico, desde el PCOE llevamos años advirtiendo de la actual crisis económica, que podía deducirse por las tendencias económicas más conservadoras de inversores e imperialistas en general. De esta forma, publicamos comunicados como Elecciones generales: la crisis se acentúa y la situación política se radicaliza, Coronavirus, la justificación de los capitalistas para salvar su moribundo sistema económico o La COVID-19 es la excusa perfecta de los monopolios para imponer el cambio en el modelo productivo. En este último, en particular, aseverábamos:

«La patronal pretende devolver a la clase trabajadora a la década de los 60s y 70s del siglo pasado, cuando en las grandes ciudades del Estado español las familias de trabajadores hacían trabajos manuales en casa – realizar casquillos eléctricos, montajes de bolígrafos, montajes de cajas, montaje de sobres de cromos, etcétera. Entonces era para que las mujeres de los obreros sacaran un ingreso extra para las familias, ante los salarios exiguos de sus maridos, hoy pretenden que sean la fuente de ingresos de los trabajadores, que dejarán de ser trabajadores y pasarán a ser autónomos, o colaboradores como gusta llamar a los burgueses. Lo que sí es que, en ambas situaciones, volverá el destajo y los trabajadores retrocederán en derechos – a enfermar, a vacaciones, etcétera.

La patronal de esta manera no sólo pretende introducir el destajo, no sólo pretende acelerar los ritmos de trabajo sino también dividir y desorganizar a los trabajadores y ahorrar en costes, tanto salariales como de espacio y suministros.»

 

Así, el gobierno “más progresista de la historia” ha convertido en los últimos meses nuestras palabras en hechos con los ERTEs (que el 1 de octubre se convertirán en EREs), con el teletrabajo, con las deplorables condiciones de vida de los jornaleros, con el Ingreso Mínimo Vital… Y no podía ser de otra forma pues los que componen este gobierno, a pesar de los esfuerzos de la prensa burguesa por pintarlos como revolucionarios bolcheviques, no son más que burdos capitalistas, oportunistas, aquellos que acertadamente Lenin decía que vendían al pueblo “por un plato de lentejas”.

Estos atropellos contra la clase obrera se producen a todos los niveles. Nada ni nadie está a salvo de los recortes, de la desvalorización del mundo humano en favor de la valorización del mundo de las cosas. Y el ejemplo perfecto lo vemos recientemente en la educación: el Ministerio de Educación y las respectivas consejerías de las comunidades autónomas han acordado la supresión del Máster de Profresorado como requisito para impartir aula durante la pandemia. El motivo que alegan para esto es la insuficiencia del número de profesores para abordar las condiciones que obliga la COVID-19.

Si apuntamos brevemente, vemos que la situación que el Estado llama “nueva normalidad” ha impuesto en las aulas la necesidad de reducir los ratios, elevar el número de profesores en los centros, dotar de más medios tecnológicos a los colegios e institutos públicos… En otras palabras, las reivindicaciones que la comunidad educativa lleva décadas exigiendo son ahora imprescindibles para recibir una educación. Si a esto añadimos que estas medidas no se están llevando a cabo en muchos de los centros públicos que existen en España, estamos viendo negro sobre blanco que la educación en este país es un auténtico despropósito.

La Educación está siguiendo el mismo camino que la Sanidad hace unos años, y no es más que el camino de la precarización y el desmantelamiento de los servicios públicos. Según un informe de 2019 de Comisiones Obreras (un sindicato para nada progresista y que ha defendido la última medida de Celáa como “algo excepcional”) el 37% del profesorado tiene más de 50 años y en un lustro se jubilarán en España 70.000 docentes. Además, la relación que establece la OCDE como idónea entre profesores jóvenes y mayores es del 0’5 (esto es 10 profesores jóvenes por cada 20 mayores), mientras que en España este cociente es de 0.15 (es decir, hay 3 profesores jóvenes por cada 20 mayores).

Estos datos responden claramente a una tendencia: una plaza que queda libre por una jubilación lo más probable es que quede desierta de por vida. Con lo cual, se verifica aquello que escribíamos en el 2019 en el comunicado titulado Sobre la Educación Pública, la Educación Concertada y la Educación Privada:

«(…) vemos la ligazón inseparable del desarrollo de la industria con la educación, encontrando en esta última el canal que tiene el capitalismo para obtener mano de obra cualificada. Es decir, que la calidad y la accesibilidad de la educación están subyugados a la necesidad de la empresa privada y, en definitiva, de la burguesía. La burguesía marca, entonces, el límite de lo que pueden o no pueden saber los desposeídos.»

 

Con el progresivo desmantelamiento de la industria en España, la cantidad de recursos que se pueden destinar a los servicios públicos cada vez es menor debido al desempleo y la inestabilidad. Por consiguiente, como la demanda de la mano de obra cualificada desciende, el empeoramiento de los servicios educativos como medida de ahorro se convierte en algo natural en el capitalismo. Así es como se envejece al profesorado en el Estado Español.

Sin embargo, la crisis del coronavirus ha acelerado las condiciones de desempleo y miseria de la población y ha dejado al descubierto el saqueo silencioso a la Educación Pública. A este respecto, el Gobierno de PSOE-UP debe salir del paso de forma que siga favoreciendo al Capital, por lo que se han sacado de la manga que en España no hay profesores (de la misma forma que Ayuso afirmaba que en Madrid no había médicos) y que es necesario hacer un llamamiento a aquellos elementos con titulación universitaria para realizar tareas docentes.

Como no puede ser de otra forma, esto no es más que una burda mentira para abaratar los costes de contratación en la Educación, como bien están haciendo ya en la Sanidad. En España se forman decenas de miles de docentes todos los años, pero la situación de deserción de plazas les lleva a renegar de lo público y postularse a otros empleos en la educación concertada o privada o, directamente, fuera del sector educativo. La contratación de estos docentes sin plaza implicaría la remuneración correspondiente a cualquier interino o sustituto, cosa que con seguridad no exigirá un recién titulado al que la diferencia de sueldo se le justificará por la situación excepcional y por la falta de una preparación real como profesorado.

Si el Estado realmente quisiera abordar la cuestión de la enseñanza, no se plantearía dos veces la contratación indefinida de todos y cada uno de los titulados universitarios con formación de profesorado, puesto que en Educación y en Sanidad nunca hay exceso de personal o de material. Pero esto sobrepasa los límites burgueses; enseguida se esgrimen los argumentos que declaran la incapacidad de financiar los servicios públicos, mintiendo una vez más.

El Estado español tiene la capacidad suficiente para garantizar una educación pública, gratuita, de calidad y universal a todos y cada uno de los alumnos que existen en el país. Lo que impide que esto sea posible es el carácter de clase del Estado, su carácter profundamente burgués. Esto le lleva a favorecer la avaricia de los empresarios, que sólo pueden enriquecerse cada vez más a través de la bajada de salarios y los despidos. Pero he ahí la contradicción del Capital: si el poder adquisitivo de los trabajadores desciende, la carga impositiva que estos pueden soportar es aún menor, por lo que son necesarios los recortes de aquellos servicios públicos que no aportan rentabilidad a las arcas. Como dice el dicho popular “la pescadilla que se muerde la cola”.

Es claro, entonces, que son los elementos burgueses los que pervierten lo público y que para que los hijos de la clase obrera ejerzan realmente el derecho a la educación gratuita y de calidad, es necesario superar de una vez por todas el Estado Burgués, enviarlo al estercolero de la historia e implantar el Socialismo, el dominio obrero del Estado. Sólo así podremos asegurar la máxima marxista de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades. Y para llegar a ello es indispensable la unidad de la clase obrera, que solamente se podrá llevar a cabo si los comunistas, los únicos revolucionarios, emprendemos también el proceso de unidad.

 

¡Por una educación obrera!

¡Por el socialismo!

¡Por la unidad de los comunistas!

 

Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




El conflicto del Metal de la Bahía de Cádiz es de toda la clase obrera, de todo el pueblo

Ya os decíamos hace un par de semanas que la única verdad que existe es la realidad objetiva. Por tanto, esa realidad objetiva, en una sociedad dividida en clases sociales cuyos intereses son antagónicos, como en la que vivimos, se refleja en una verdad para cada clase social, de tal modo que la verdad para la clase obrera no puede ser la misma verdad que la de la Patronal, que la de la burguesía, de hecho, deben contradecirse la una con la otra.

Por ello os señalábamos que la reivindicación de la clase obrera, de los trabajadores de la Bahía de Cádiz, los trabajadores del metal, jamás puede ser la misma que la de la Patronal, que es la misma de la extrema derecha verbalizada por VOX, como es la reivindicación de carga de trabajo.

El Secretariado Permanente del Comité Confederal de CGT en Andalucía, Ceuta y Melilla convocó, primeramente, huelga general indefinida en el sector del Metal para el ámbito de las comarcas de la Bahía de Cádiz y La Janda para el pasado 27 de agosto, la cual se retrasó su inicio hasta el pasado 4 de septiembre. Los objetivos planteados por CGT para dicha huelga enviados a la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, a la Confederación de Empresarios de Cádiz y a la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (FEMCA) – eran:

Que el fin de esta convocatoria de huelga general indefinida está constituido por el llamamiento a la participación reivindicativa de todos los trabajadores y trabajadoras sin distinción alguna de situación laboral, sexo, edad o condición social, en el ámbito de las dos comarcas descritas de la provincia de Cádiz ante la ausencia de medidas eficaces y eficientes para garantizar el futuro mediante compromisos de carga de trabajo en el sector del metal en el ámbito de la convocatoria, dar fin a la desigualdad en el ámbito laboral y económico y social de las personas trabajadoras en las empresas auxiliares, garantizar las medidas preventivas que protejan la vida y la salud laboral de las plantillas evitando tristes episodios como los sucedidos recientemente en accidentes con el resultado de muertes en el tajo, evitar la precariedad laboral en el sector…

El primer objetivo es la “exigencia de compromisos de carga de trabajo en el sector del metal para ambas comarcas”. Este objetivo, por lo que han expresado, es común entre los Comités de Empresa de Navantia en Puerto Real, San Fernando y Cádiz, dirigidos por CCOO y UGT; y la CTM – que se autodenomina a sí misma como los “sindicalistas” que cuando “hablan, hablan de verdad” y por eso “son escuchados por la clase obrera”; pero, también es común a los enemigos de clase de los trabajadores: La patronal FEMCA y los propios fascistas, como lo ha verbalizado la diputada de Cádiz por el partido VOX Ángela Mulas. Sin duda, cuando obreros y burgueses coinciden, quien se está equivocando es la clase obrera.

Pero, ¿A quién exigen esos “compromisos de carga de trabajo en el sector del metal para ambas comarcas”? Pues, sin duda, a aquéllos que precarizan las condiciones de los trabajadores, que agudizan la explotación de los trabajadores pasando por encima de la salud y la vida nuestra clase, a los que nos dividen en contratados y subcontratados al objeto de dificultar su organización y acrecentar la desigualdad en nuestras filas, para facilitar, aún más, la explotación asalariada, que es lo que les hace engordar sus beneficios. Les exigen esos compromisos de carga de trabajo a aquéllos que dividen internacionalmente el trabajo y consideran que tanto la economía de la provincia de Cádiz, como del Estado español, debe centrarse en el sector servicios, liquidando tanto al sector primario – agricultura, ganadería, pesca, minería, etcétera – como al secundario – industria.

La lucha no sólo es económica, sino que es también política e ideológica, por eso es lucha de clases, porque abarca los tres frentes. Los trabajadores no sólo tenemos al enemigo de clase, la burguesía, sino que ésta también hace penetrar en nuestras filas, en las filas de la clase obrera, su ideología apoyándose en lo que se denomina la aristocracia obrera.

Como puedes comprobar, los trabajadores de la Bahía de Cádiz y La Janda – al igual que los trabajadores del resto del mundo – no sólo tenemos un problema cuya naturaleza sea económica, sino que también lo es política e ideológica.

Dicen que el problema es de falta de carga de trabajo. Pero el Estado, y más concretamente la Junta de Andalucía, el mismo día que el brazo sindical de Adelante Andalucía en este conflicto – la CTM – te señalaba que sus reivindicaciones llegaban al Parlamento Andaluz a través de dicho partido y su portavoz, Ángela Aguilera, el pasado 10 de septiembre, y en ese mismo Pleno del Parlamento, a través del Consejero de Economía del Gobierno fascista de la Junta de Andalucía, anunciaba que su Consejería había propuesto el diseño de una Estrategia Industrial para el sector naval  de la Bahía de Cádiz.

Estrategia por la que se va a repartir dinero público a Navantia y a las 150 empresas auxiliares que pivotan sobre ella, en forma de ayudas, por una cuantía de 174 millones de euros entre los años 2021-2027, por no hablar del dinero que, a través de las convocatorias de I+D+i empresarial, la Junta de Andalucía inyecta a los empresarios. Estas prebendas están dotadas con la cuantía de 84 millones de euros para este año 2020, entre otras ayudas y créditos blandos para las empresas.

Y mientras el Estado, a través de la Junta de Andalucía, y otros instrumentos les da dineros a manos llenas a los empresarios, también a los de la Bahía de Cádiz, cada día más trabajadores son arrojados al paro. Pero este Estado no sólo da dineros públicos a la patronal, sino que también pone en sus manos otros instrumentos construidos desde la política, fundamentados en la ideología burguesa, para salvaguardar sus intereses económicos, como son el despido, los EREs o los ERTEs – por los que los empresarios se ahorran las nóminas y el pago de los impuestos sociales de los trabajadores, mientras los trabajadores pierden entre el 30% y el 55% de sus salarios.

Estado que no sólo es clasista a la hora de redistribuir la riqueza en favor de la burguesía, en arrebatarle dinero al trabajador para entregárselo a los empresarios, sino que también da impunidad a los empresarios en sus atropellos contra los trabajadores, con una Inspección de Trabajo y unos Juzgados de lo Social que, en la mayoría de las ocasiones, legalizan dichos atropellos perpetrados por los empresarios contra los trabajadores.

Pero todo ello es natural, es la naturaleza clasista del Estado burgués, que es un instrumento de opresión de la burguesía contra la clase obrera.

Estos últimos dos meses de este conflicto nos dejan claro el escenario.

Por un lado están los trabajadores, los cuales han demostrado que están en contra de los atropellos de la patronal, de la represión y de las injusticias que son la esencia de este sistema. Y los trabajadores lo manifestaron el pasado mes de agosto en las asambleas celebradas en los tornos de las diferentes factorías de Navantia de la Bahía de Cádiz. Los trabajadores no dudaron en hacer huelga varios días. Los trabajadores estuvieron a la altura, no así aquéllos que los pusieron a los pies de los caballos pues, por su incompetencia y aventurerismo, los llevaron a una huelga ilegal, hecho éste que aprovechó la Patronal para mandar cartas a los trabajadores bajo amenaza de despido, que es lo que las leyes del Capital dictaminan.

Esta es la razón por la que la gran mayoría de los trabajadores, habiendo manifestado su psicología de lucha y su rechazo a su situación laboral en agosto, no han apoyado la huelga indefinida de aquéllos que los han desguarnecido y los arrastraron a una huelga ilegal; por ello, no nos encontramos ante una derrota de la clase obrera sino ante una derrota del oportunismo, del aventurerismo, de aquéllos que niegan la organización revolucionaria de la clase obrera.

Por otro lado, está la patronal con sus partidos políticos y sus organizaciones sindicales. En este sentido nos encontramos con una aristocracia obrera que defiende sus privilegios a costa de la división y las condiciones del conjunto de los trabajadores – CCOO y UGT. La Patronal y sus partidos políticos, tanto de “izquierda” como de derecha, no dudan en actuar para socavar la autonomía de la clase obrera. Así tenemos que todos los partidos políticos – desde el más fascista, VOX, hasta la falsa “izquierda” – repiten abiertamente el mensaje de la Patronal: “carga de trabajo”, que a su vez es reiterado por los sindicatos del Estado y los “alternativos”. Asimismo, el oportunismo no duda en tratar de sacar tajada política del conflicto llevando a los trabajadores su división por alcanzar unas migajas del Estado capitalista, de tal modo que Adelante Andalucía – su parte autodenominada “anticapis” – no duda en llevar su choque con la otra parte PODEMOS/IU-PCE llevando a los trabajadores la pelea bajo la fórmula de que se tiene que implicar el Estado central, o lo que es lo mismo, señalando a la facción contraria. Sin embargo, todos ellos miran para otro lado ante el verdadero responsable de la maltrecha situación de los trabajadores, ninguno de ellos señala al verdadero culpable, que no es otro que el capitalismo y su Estado, porque todos ellos defienden el sistema y, por consiguiente, condenan a la clase obrera a la que dicen defender.

Como puedes apreciar, no estamos ante un problema sindical de los trabajadores del metal, sino que estamos ante un problema del conjunto de la clase obrera, y una de las maneras en que se manifiesta en la Bahía de Cádiz es mediante el desmantelamiento industrial y la precarización de las condiciones de vida de la clase obrera. Cada día el empobrecimiento de los trabajadores es mayor y eso no sólo repercute en la economía de los obreros que pierden su puesto de trabajo, que cada vez serán más pues el desarrollo tecnológico lejos de redundar en beneficio del pueblo redunda en beneficio de los bolsillos de los empresarios comprometidos en la fórmula de incrementar la productividad por la vía del desarrollo tecnológico y la reducción de la mano de obra. Este incremento del paro y de la pobreza redunda en una pérdida de poder adquisitivo, en una contracción del consumo de los trabajadores arrastrando también a la ruina al pequeño comercio de la zona. Es un problema que afecta a jóvenes y a ancianos, a jubilados y estudiantes, a todos los sectores sociales que conforman el proletariado.

Y es que los trabajadores mientras no tengamos el poder económico y político en nuestras manos, mientras las fábricas no estén en manos de la clase obrera, mientras nuestra clase social no sea dueña de la producción, mientras ésta no planifique la economía subordinando ésta a las necesidades de la mayoría trabajadora, en definitiva, mientras los trabajadores no destruyamos el capitalismo y edifiquemos el socialismo y su sociedad, nuestras vidas quedarán subordinadas a los intereses económicos de un puñado de capitalistas, como pasa en la actualidad.

Por ello, urge que todos los sectores sociales que componen la clase obrera gaditana unifiquen las diferentes luchas en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado, de tal manera que estudiantes, obreros, jubilados, pequeños comerciantes se unan conformando el Frente Único del Pueblo al objeto de construir una fuerza autónoma en términos de clase que proporcione una salida revolucionaria a la situación para poner fin al escenario de empobrecimiento y de injusticia al que la burguesía y su sistema nos arrastra.

 

¡Por el Frente Único del Pueblo!

¡Socialismo o barbarie!

 

Cádiz, 20 de septiembre de 2020

COMITÉ PROVINCIAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.) EN CÁDIZ




El Estado está en quiebra absoluta. Más ataques contra la clase obrera

El Gobierno comienza a diseñar las estrategias para hacer pagar a la clase trabajadora los dispendios del Estado, como congelar el sueldo de los funcionarios en 2021 y retrasar voluntariamente la jubilación. Tras seis meses desde el inicio de la pandemia y el regalo a los empresarios de dinero –regándoles con más 112.000 millones al inicio de la crisis sanitaria además de asumir los pagos de los trabajadores con los ERTE-, en lo que supone un nuevo y enorme trasvase de capitales de las rentas del trabajo a las rentas del capital, el Estado se encuentra en la absoluta bancarrota.

La deuda pública en el Estado se situó en 1,29 billones de euros durante el mes de junio, un 2,55% más respecto al mes anterior (32.087 millones de euros más) y un 6,8% más interanual (82.473 millones de euros más). Según los últimos datos publicados por el Banco de España, la deuda pública registró un nuevo máximo histórico y se mantiene por encima del 100% del PIB, una cifra que ya se superó en mayo, cuando llegó al 101,4%. La mayor parte de la deuda se concentra a la administración central, que acumula un pasivo de 1,18 billones de euros (un 91,3% del total).

La deuda de la Seguridad Social subió un 4% en junio y se situó ya en 48.693 millones de euros, nuevo máximo, mientras que a nivel interanual registró un alza del 39,5%, con 13.805 millones de euros más. El Gobierno aprobó el pasado mes de marzo la concesión de un préstamo del Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social por importe de 13.830 millones de euros para poder pagar las pensiones.

Esta situación insostenible obliga al Gobierno a diseñar una estrategia con la que paliar esta crisis económica del Estado. No es casualidad que en estos días aparezcan informaciones acerca de los planes del Gobierno para congelar el sueldo de los funcionarios en 2021 y para crear nuevos y mayores incentivos para retrasar voluntariamente la jubilación.

Mientras se riega de dinero público a las grandes empresas, además de pagar la mayor parte del salario de sus trabajadores gracias a los ERTE, los trabajadores ya estamos pagando las consecuencias de la crisis. Buena parte de los trabajadores han perdido sus empleos, otra gran parte han visto muy disminuidos los ingresos y mantienen la duda sobre la continuidad de sus puestos de trabajo, ahora serán los funcionarios públicos quienes vean congelados sus salarios mientras el Gobierno planea como aumentar la edad de jubilación.

Todo lo regalado a las empresas por el Gobierno lo estamos pagando los trabajadores, toda la clase obrera en su conjunto. El Gobierno de PSOE y PODEMOS/IU, autoproclamado como el “más progresista de la historia del país”, ha empobrecido al Estado para dar dinero a manos llenas a la burguesía y ahora pretende empobrecer aún más a la clase trabajadora, pretendiendo que trabaje durante más años, congelando los salarios de los funcionarios, permitiendo despidos en masa (ERTEs y EREs), etc…

Este es el verdadero carácter de clase del Estado y con ello se observa claramente como el Gobierno, sea del color que sea, está siempre sometido a los intereses del gran capital, la burguesía, que es quien maneja a su antojo los hilos del Estado. Los juegos de prestidigitador de PSOE y PODEMOS/IU con, por ejemplo, el Ingreso Mínimo Vital -esto es allanarle el camino a la burguesía para una mayor precarización aún, la uberización del trabajo, el trabajo a destajo, conscientes que trabajadores trabajando van a cobrar por trabajo asignado no a tiempo completo- no sirven para maquillar este carácter de clase del Estado.

El cambio de modelo productivo en el país ya está en marcha, porque es una necesidad imperiosa de la burguesía nacional, y será el Gobierno de PSOE y PODEMOS/IU quien lleve a cabo cuantas medidas sean necesarias -incluyendo los ataques a la clase obrera y sus derechos y condiciones de vida como los que estamos viendo y viviendo- para implementar este nuevo modelo productivo.

Para tratar de sostener los márgenes de ganancia la burguesía ya tira piedras sobre su propio tejado, incrementando las filas de los parias, acrecentando la pobreza de la mayoría trabajadora a pesar de la inmensa riqueza generada, buscando ya la obtención de ganancia a costa de deteriorar al Estado, su instrumento de opresión mediante el que garantiza la imposición de su dictadura criminal, lo que manifiesta es la absoluta caducidad del capitalismo, es la confirmación de la bancarrota del capitalismo el cual pide a gritos ser arrojado al estercolero de la historia. Cada paso que dan los capitalistas para tratar de salir del atolladero lo que hace es agudizar la putrefacción del sistema, carcomerlo más, reclamar con mayor insistencia su derrocamiento revolucionario, demostrar que la única salida posible para armonizar el desarrollo de las fuerzas productivas y transformarlo en desarrollo humano, en progreso social y en mayor progreso de las fuerzas productivas y de la técnica y la ciencia, es el socialismo.

La clase obrera no puede confiar ni un momento más en este Gobierno oportunista, que cumple a pies juntillas con los designios de la burguesía como hicieron los anteriores, y que no hace otra cosa que empobrecer a los trabajadores, incrementando su miseria moral y material y su descontento. Esto abre de par en par las puertas del Gobierno al fascismo, hoy encarnado en VOX, que sacará el rédito parlamentario necesario del fracaso del oportunismo, sin lugar a dudas.

Ahora, más que nunca, los comunistas debemos estar organizados y unidos en los frentes de lucha con la clase obrera, uniendo la lucha de los trabajadores en los centros de trabajo -bajo los principios de superación del capitalismo de la FSM- con la lucha de la clase obrera en los barrios, actuando con ética e integridad comunista para ganarnos a la clase obrera y entroncarnos con ella para que cumpla la misión que históricamente le corresponde, derrocar el imperialismo y construir el socialismo.

 

¡Por la unidad de los comunistas!

¡Por la unidad del proletariado contra el capitalismo!

¡Socialismo o Barbarie!

Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




Los trabajadores del metal de la Bahía de Cádiz sólo tienen una salida

Se han sucedido las asambleas en los tornos de Navantia, los trabajadores de las tres plantas de Navantia de la Bahía de Cádiz – Puerto Real, Cádiz y San Fernando-, así como el gran número de trabajadores subcontratados están manifestando su inquietud movilizándose y advirtiendo con más movilizaciones debido a la falta de carga de trabajo que sufrirán a partir del mes de septiembre. Asimismo, en las Empresas subcontratadas por Navantia se han producido despidos.

Los Comités de Empresa de los distintos astilleros de Navantia coinciden en la consigna de demanda de carga de trabajo para los astilleros de la Bahía. Por otro lado, la Coordinadora de Trabajadores del Metal, que pretende erigirse en representante de los trabajadores de las empresas auxiliares, de las subcontratas, de Navantia, reiteran la misma consigna de exigir carga de trabajo para los astilleros, a lo que añaden la exigencia del cumplimiento del Convenio del Metal.

Curiosamente, tanto unos como otros coinciden en la consigna de demanda de carga de trabajo. Consigna que se reitera a lo largo del tiempo y que también es demandada por los enemigos de los trabajadores, como son los fascistas de VOX a través de su diputada por Cádiz, Ángela Mulas, que no han dudado en señalar que “hay que pedir carga de trabajo para los astilleros gaditanos”. Otros enemigos declarados y jurados de los trabajadores, la patronal FEMCA – la misma que acusa a los trabajadores de secuestradores del sector por ejercer su derecho a movilizarse – lleva ya tiempo, no sólo demandando carga de trabajo para la Bahía, sino reclamando también fondos públicos en formación alegando que falta mano de obra cualificada en la Bahía.  ¡Y es que la formación es una de las fuentes de financiación tanto de la Patronal como de los sindicatos subvencionados por el Estado!

Hay una única realidad objetiva, sin embargo, hay una verdad para los empresarios y una verdad para los trabajadores, verdades que son antagónicas la una con respecto de la otra. La verdad para los empresarios es la legitimidad de la explotación de los trabajadores, es agudizar la explotación de los trabajadores para incrementar sus beneficios, no dudando para ello en escatimar en seguridad de los trabajadores, en forzar la realización de horas extraordinarias y en precarizar al máximo el trabajo, en definitiva es subordinar todo, incluida la vida de la clase obrera, a los beneficios de los empresarios. Por el contrario, la verdad para los trabajadores es que el despido es un crimen, que la explotación de nuestra clase por parte de los empresarios es un robo a mano armada inadmisible e inmoral, nuestra verdad es que todo trabajador tiene derecho al trabajo y que la riqueza que nosotros generamos debe estar a disposición del pueblo y no de los bolsillos de un puñado de empresarios.

Y es que cuando explotadores y explotados tienen una misma visión sobre una realidad objetiva, sin duda, uno de los dos está equivocado y, sin duda, el Empresario no lo está. Por tanto, el equivocado es el obrero.

Atendiendo a ello, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Los trabajadores de La Bahía debemos reivindicar la carga de trabajo?

Esta reivindicación de la carga de trabajo es una reivindicación cíclica, realizada en multitud de ocasiones por los trabajadores y, sin embargo, a día de hoy la situación de los trabajadores no ha mejorado ni de lejos. De hecho las condiciones de los trabajadores han retrocedido multiplicándose la subcontratación, deteriorándose nuestras condiciones laborales, dividiendo a la clase obrera entre trabajadores subcontratados y trabajadores de Navantia o de AIRBUS, acrecentándose nuestras jornadas de trabajo, incrementándose los accidentes y la siniestralidad laboral, abusando de las horas extraordinarias, etcétera. Por el contrario, los empresarios han visto engordar sus beneficios.

¿A quién le estamos pidiendo el incremento de esa carga de trabajo? A los mismos que precarizan las condiciones de los trabajadores, a los mismos que nos explotan, a los mismos que planifican la economía y determinan qué se produce y dónde en base, no a las necesidades de los pueblos sino a la avaricia de un puñado de empresarios, en definitiva, se les está pidiendo el incremento de esa carga de trabajo a los responsables de la situación de precariedad y miseria en la que nos hallamos los trabajadores.

Los trabajadores no debemos exigir más carga de trabajo sin tocar las bases del sistema capitalista. Los trabajadores debemos exigir que las empresas sean nuestras y que seamos los trabajadores, en virtud de las necesidades del pueblo, quiénes determinemos lo que debemos de producir y seamos dueño del fruto de nuestro trabajo, siendo los trabajadores los que decidamos como se distribuye lo que generamos, enriqueciendo a la clase trabajadora y no a un puñado de capitalistas responsables de nuestra miseria.

Aquéllos que nos dicen a los trabajadores que debemos reivindicar las mismas consignas que los capitalistas, que la patronal, están engañándonos y subordinándonos a los intereses de los capitalistas, de los empresarios. La salida no pasa por perpetuar este sistema, que empuja a un empobrecimiento cada vez mayor de la clase obrera, sino por acabar con este sistema y construir un sistema en el que todo el poder esté en manos de la mayoría del pueblo, esto es, en manos de la clase obrera. Todo esto no es una utopía, como los falsos aliados de los trabajadores y fieles siervos de la Patronal señalan para engañarnos, sino que es una necesidad histórica que refrendan las leyes de la historia y la inviabilidad del capitalismo, como se está demostrando, y la única salida real que tenemos los trabajadores.

Por todo ello, hacemos un llamamiento a la unidad de los trabajadores de los diferentes centros de trabajo y empresas, y a la organización al objeto de unir todas las luchas de los diferentes centros de trabajo, llevarlas al resto de los sectores de la clase obrera y unir todas las luchas en una única lucha de clases contra el Capitalismo y su Estado, conformando el Frente Único del Pueblo al objeto de construir una fuerza capaz de poner fin a la situación de empobrecimiento y de injusticia a la que la burguesía y su sistema nos arrastra.

 

¡Por el Frente Único del Pueblo!

¡Socialismo o barbarie!

 

Cádiz, 26 de agosto de 2020

COMITÉ PROVINCIAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.) EN CÁDIZ




La criminal situación de los temporeros en España

La actual crisis del sistema capitalista apuntalada por la pandemia del COVID-19 vuelve a relucir en la situación laboral del campo, como ya denunciamos desde nuestros medios de expresión.

Lejos de mejorar esta cuestión bajo la administración de un gobierno supuestamente progresista, en las últimas semanas se suceden acontecimientos que confirman que todo sigue igual, en especial para los temporeros, gran parte de ellos trabajadores inmigrantes explotados por patrones sin escrúpulos que no dudan en abusar de su vulnerabilidad, creándose un contexto prácticamente de esclavitud en el campo.

Ya denunciamos la situación de las temporeras marroquíes de los campos de fresa de Huelva, que no sólo son explotadas laboralmente, sino que sufren acoso y agresiones sexuales por parte de sus patrones. Ante la actual pandemia permanecieron bloqueadas 7.100 temporeras marroquíes en España al cerrar las fronteras el criminal Reino de Marruecos (fiel aliado a la monarquía corrupta y fascista española), por lo que todo el dinero ahorrado por su trabajo (pensado para ayudar a sus familias en Marruecos) tuvo que invertirse en alimentos para sobrevivir, así como para pagar los gastos de luz y agua de las viviendas donde estaban hacinadas.

En unas declaraciones de una temporera marroquí de 46 años dijo, “vine aquí a recoger fresa, pero la temporada se ha terminado y ahora no puedo volver. Mi familia me necesita y el dinero que había ahorrado para ellos lo tengo que gastar en comida para vivir”.

Así mismo, existen mafias de tráfico de personas de Europa del Este (en especial Rumanía y Bulgaria), las cuales, estando al servicio de las diferentes patronales agrarias, captaban mediante engaños a personas vulnerables de estos países para explotarlos en las campañas de recolección de cítricos en las provincias de Castellón, Valencia y Lérida. En este último caso, a los inmigrantes temporeros se les culpabilizó de los rebrotes del COVID-19 en la provincia, sin explicar las condiciones sanitarias en las que se encontraban trabajando.

Ya un relator de la ONU, Philip Alston, denunció la situación de los temporeros en Andalucía Occidental:

Los inmigrantes con los que hablé en Lepe y en las afueras de Huelva viven en chabolas y no tienen ni agua, ni electricidad, ni alcantarillado; viven en condiciones precarias, en las que en cualquier momento hay un incendio, se duchan al aire libre y algunos llevan más de cinco años allí, se deben mejorar esas condiciones. La industria de la fresa mueve más de 500 millones de euros y las grandes empresas deben preguntarse cómo esto sigue así y tomar medidas para mejorar esas condiciones.”

Sin haber cambiado las circunstancias desde que este comunicado del relator de la ONU se publicó en febrero de este año, el Ministerio de Defensa envió a un equipo de reconocimiento del Ejército a controlar la localidad de Lepe (Huelva) con la intencionalidad de controlar los asentamientos de los temporeros subsaharianos bajo el pretexto de controlar rebrotes del COVID-19, en los cuales ya se han sucedido dos incendios.

El caso más mediático en los últimos días es el de un jornalero nicaragüense de 42 años en Lorca (Murcia) que fue obligado a trabajar para su patrón en plena alerta naranja, lo que le causó la muerte. Además, su cuerpo desfallecido fue abandonado en un centro de salud por este mismo patrón. Al no estar regularizada su situación laboral, prefirió abandonarlo a su suerte sin dar la cara, sintiéndose impune ante tal fechoría.

Pese a tal drama humano, los fascistas de VOX, que no dejan de ser los representantes de los intereses de patronales agrarias como ASAJA, han utilizado este episodio para lanzar sus proclamas xenófobas. Mientras aluden demagógicamente a los “millones de españoles en paro” y critican de forma hipócrita la esclavitud de los inmigrantes en el campo (lo que no les impidió utilizar en la misma frase el término despectivo de “invasión migratoria”), condenan este episodio “olvidando” que uno de sus apoderados hizo lo mismo en Hinojares (Jaén), lo que demuestra, además, que esta acción no es un caso aislado, como se asegura en algunos medios de comunicación al servicio del status quo capitalista.

Así que tenemos por un lado a la extrema derecha, que lanza un discurso xenófobo para buscar el enfrentamiento entre la clase trabajadora nativa con la extranjera al mismo tiempo que se aprovechan de esta última para servir a los intereses de las patronales. ¿Qué hay de la izquierda al servicio del sistema capitalista? El gobierno de PSOE/Unidas Podemos, lejos de defender el bienestar de la clase trabajadora (ya sea nativa o extranjera) busca proteger los intereses de la patronal y bajo un demagógico discurso de flexibilizar la situación de la inmigración ilegal, sólo encontramos una forma más de beneficiar a los grandes propietarios y empresas que explotan a este sector tan vulnerable. Así mismo, en la “izquierda oportunista extraparlamentaria” como en el caso de organizaciones de carácter socialchovinista, se plantea bajo una falsa retórica leninista el control de la inmigración para “integrarlos en la producción”, en abstracto, lo que supone en la práctica una política fascista al nivel del Partido Popular o incluso Hogar Social Madrid.

Desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), como internacionalistas, defendemos la unión de las luchas de los trabajadores de diferentes naciones, defendiendo la derogación de la Ley de Extranjería y llevar a cabo un amplio proceso de regularización de todos los trabajadores migrantes.

Así mismo, apoyamos una Reforma Agraria Antilatifundista y Antimonopolista para solucionar los problemas relacionados con el trabajo del campo y la integración de todas las luchas relacionadas con obreros, campesinos, estudiantes, pensionistas, etc; en el Frente Único del Pueblo (FUP).

 

¡Fortalece el Partido Comunista Obrero Español!

¡Trabajadores de todos los pueblos, uníos!

¡Por la Reforma Agraria Antilatifundista y Antimonopolista!

¡Por el Frente Único del Pueblo!

¡Socialismo o Barbarie!

 

Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




España, eslabón débil de la cadena imperialista. El desempleo

Los datos arrojados ayer por la Encuesta de Población Activa (EPA), con un aumento del paro en 55.000 personas y la destrucción de más de un millón de empleos en el segundo trimestre, demuestran que el Estado español es uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista en Europa.

Y es que el reparto que los monopolios hacen respecto a los sectores productivos deja al Estado español en una situación de debilidad que repercute a las condiciones laborales de la clase trabajadora del Estado. Son los monopolios a través de sus agrupaciones imperialistas – Unión Europea, OCDE, Comisión Trilateral, Club Bilderberg o la Commonweath, entre otras – los que imponen su dictadura, siendo a través de los organismos internacionales imperialistas como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio, desde donde se dirige la implementación de forma práctica de los dictados de los monopolios determinados en las agrupaciones imperialistas y que los Estados nación, como meras sucursales en las diferentes naciones del planeta, ejecutan directamente en su ámbito dichas políticas.

En esta división internacional del trabajo los monopolios han ubicado al Estado español como una región vinculada al sector terciario, y fundamentalmente al turismo. El proceso de terciarización en el Estado español viene de largo, desde la década de los 60s, cuando este sector concentraba al 31% de los trabajadores – a día de hoy concentra al 80% de los trabajadores españoles -, al igual que sus procesos duales, como han sido el proceso inverso conducente al desmantelamiento de la industria y del sector primario, ya sea la agricultura, ganadería o minería. Es por ello que la industria se desplaza a las regiones del mundo donde los imperialistas han determinado que se debe desarrollar la producción industrial mundial, otros países y regiones del mundo juegan el rol en el suministro de las materias primas y la alimentación y a España le corresponde según los imperialistas – donde están integrados los oligarcas españoles – la parte de la economía inherente a los servicios, castrando la capacidad productiva y de procesamiento de la gran riqueza natural que nuestro país dispone. Con la COVID-19, la ubicación del Estado español en la división internacional del trabajo diseñada por los imperialistas hará que los trabajadores españoles sufran mucho más, condenándolos a unas tasas de paro y de empobrecimiento descomunales, como ya indicábamos en nuestro análisis “LA COVID-19 ES LA EXCUSA PERFECTA DE LOS MONOPOLIOS PARA IMPONER EL CAMBIO EN EL MODELO PRODUCTIVO”.

Así, los datos arrojados por la EPA en el día de ayer no pueden sorprendernos, más bien son algo esperado y consecuencia directa de la política imperialista en nuestro país: la tasa de paro se dispara al 15,3%, aumentando en 55.000 personas, se destruyeron más de un millón de empleos en el segundo trimestre, la ocupación disminuyó en 1.074.000 puestos de trabajo (un 5,4% menos) -aunque la tasa sería de un 20% si se atiende “a la caída de población activa” y en un 30% si se incluye a los afectados por un ERTE-, las horas efectivas de trabajo realizadas han disminuido un 22,5% respecto al primer trimestre del año y, con ello, el número de ocupados que efectivamente trabajó entre los meses de abril y junio fue de 13,9 millones de personas. Esto es, en torno a un tercio de la población española en edad de trabajar.

Los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentaron en el segundo trimestre en 74.900, hasta un total de 1,14 millones, de los que 300.100 son unipersonales, de acuerdo con los datos de la EPA. Es su mayor alza en ocho años. Por el contrario, el número de hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados disminuyó en 311.300 y se situó en 10,38 millones, de los que 1,95 millones son unipersonales. La tasa de actividad bajó más de 2,6 puntos en el segundo trimestre, hasta el 55,54%, la menor desde el primer trimestre de 2003, tras registrar el número de activos un descenso histórico de 1,09 millones de personas (un 4,4% menos respecto al trimestre anterior). De esta forma, el número de activos, 21,97 millones, marcó mínimos de 14 años.

El número de asalariados se redujo en el segundo trimestre en 1,03 millones de personas (un 6,3% menos), de los que 671.900 tenían un contrato temporal (un 16,2% menos) y 361.900 un contrato indefinido (una caída de un 2,9%).

La patronal, sin embargo, ya está planeando su estrategia para realizar un cambio en el modelo productivo que le permita obtener unas mayores ganancias, liquidando para ello los actuales puestos de trabajo (ahora en ERTE) y convirtiendo estos a través de futuros EREs en otros puestos de trabajo más precarios. Los objetivos para los empresarios son claros:

  • Incrementar la desigualdad y abrir brechas salariales mayores entre los trabajadores.
  • Mayor externalización del trabajo para abaratar tanto costes laborales como rebajar salarios.
  • Desarrollar y regular el teletrabajo a favor de los empresarios.

El teletrabajo va a cumplir un papel fundamental en esta estrategia de los monopolios de “uberizar” la economía, introduciendo de nuevo el antiguo trabajo “a destajo” acelerando los ritmos de producción, ahorrando en costes, tanto salariales como de espacio y suministros y, además, dividiendo y desorganizando a los trabajadores. La futura normativa del Gobierno de PSOE, PODEMOS-IU/PCE, sin duda, allanará el terreno a la patronal en este sentido, como ya lo ha hecho con el Ingreso Mínimo Vital.

Los sindicatos traidores CCOO y UGT siguen las instrucciones de la patronal a pies juntillas, como se puede leer en el diario 20 minutos: “El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, sostuvo que los datos son “terribles”, por lo que ve “imprescindible” extender los ERTE más allá del 30 de septiembre y abordar las cuantías, junto a un cambio de modelo productivo. “Cada día se hace más difícil”, sentenció. En esa línea se mantuvo también Unai Sordo. El secretario general de CC OO cree que la solución pasa por “alargar los ERTE” y añadió que la recuperación probablemente se tenga que demorar hasta “la última parte del año y 2021” si no hay “confinamientos graves“.

Como puede verse, el Gobierno de la ‘izquierda’ junto con los sindicatos amarillos y vendidos CCOO y UGT, están abonando el terreno y actuando al dictado de lo que los monopolios requieren, permitiendo la liquidación de buena parte de los actuales puestos de trabajo y creando la normativa legal necesaria para asentar el cambio de modelo productivo que la burguesía necesita para acometer esa mayor obtención de beneficios a costa de las condiciones laborales de la clase trabajadora.

En este sentido y a tenor de las condiciones a las que los imperialistas nos abocan, donde con sus cambios nos muestran también su debilidad, su necesidad de acabar con la organización de los trabajadores en los centros de trabajo y liquidar la organización sindical, los comunistas debemos contribuir a que los trabajadores fortalezcan la organización sindical en los centros de trabajo y la organización de los trabajadores. La organización sindical debe abrazar los principios del sindicalismo de clase, debe servir para que los trabajadores conciban la lucha de clases como única forma de defender sus intereses y debe hacer que los trabajadores rompan su aislamiento uniendo las luchas de los distintos centros de trabajo en una única lucha de clases contra el capitalismo y contra la burguesía y por la superación de la explotación capitalista.

Por ello, debemos apoyar a los sindicatos de la Federación Sindical Mundial (FSM) que defienden esa visión del sindicalismo, con el objetivo de superar el capitalismo que hoy pide a gritos ser arrojado al estercolero de la historia. Cada paso que dan los capitalistas para tratar de salir del atolladero, especialmente en el estado español que como estamos viendo es uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista, lo que hace es agudizar la putrefacción del sistema, carcomerlo más, reclamar con mayor insistencia su derrocamiento revolucionario y demostrar que la única salida posible para armonizar el desarrollo de las fuerzas productivas y transformarlo en desarrollo humano, en progreso social y en mayor progreso de las fuerzas productivas y de la técnica y la ciencia, es el socialismo.

¡Socialismo o Barbarie!

Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)




¡Médicos Internos Residentes a la huelga! [ESP/VAL]

Los Médicos Internos Residentes (MIR), son aquellos graduados en medicina que, para completar su formación, se encuentran realizando un periodo formativo práctico en los hospitales.

Durante las peores semanas de la pandemia provocada por la COVID-19, algunos MIR realizaban más de 200 horas al mes, y en algunas ocasiones más de 31 horas seguidas, tal y como denuncia la Asociación MIR de España-AME. A cambio, lo único que han recibido ha sido recortes en sus sueldos y falsas alabanzas a su trabajo.

A consecuencia de estos atropellos laborales, los MIR han convocado en distintos puntos del Estado, una huelga indefinida. En València, la huelga partió el pasado martes 21 de julio.

Ana Barceló, quien se ha caracterizado durante esta pandemia por ser la voz de la insensatez, con innumerables faltas de respeto a los sanitarios antes y durante la pandemia, no ha dudado en rehuir de las críticas y del dialogo con los MIR. Pese a no considerarles “esenciales”, al ser personal en formación, se han impuesto unos servicios mínimos del 100% mientras se negaba a entablar una negociación. Teniendo en cuenta que los MIR no son personal esencial, en teoría, al no tener estos la “formación práctica” necesaria, ¿qué sentido tiene imponer un servicio mínimo del 100%? ¿No debería la sanidad pública sustentarse sobradamente sin este personal?

Desde el PCOE ya exigimos la dimisión de Ana Barceló por sus innumerables atropellos contra los trabajadores sanitarios y contra la salud pública. Hoy de nuevo, insistimos en la necesidad de eliminar a esta persona de la dirección de la sanidad pública valenciana, pero además denunciamos la manera sistemática en la que la precarización de los empleos, incluso públicos, sirven para reducir costes, como en el caso de los MIR, aumentar beneficios de empresas privadas, como en el caso de los TES y perjudicar en todos los casos la sanidad pública y los derechos laborales de los trabajadores. Debemos exigir, sin duda alguna, la dimisión de Ana Barceló y el resto de gestores de la sanidad valenciana, pero de igual manera debemos denunciar el propio sistema que encarna el problema, y atajarlo de raíz.

Por su parte, Compromís, socio de gobierno del PSPV, Ciudadanos, muleta del PP en Madrid, y Partido Popular, no han dudado en, de manera oportunista y cínica, poner buena cara a las reivindicaciones de los MIR. Todos ellos, en mayor o menor medida, en un nivel u otro de las instituciones del Estado, han sido y son cómplices del desmantelamiento de la sanidad pública y la precarización de los trabajadores sanitarios. Esto es muestra pues de que, el espectro político burgués, de un extremo a otro, solo cumple unos intereses económicos superiores a su supuesto papel. Llámese patronal de ambulancias, llámese UE a través de los recortes sociales a fin de cumplir objetivos de déficit o llámese patronal de residencias de ancianos, quien gestiona es el gobierno, quien decide, es el poder económico.

Mientras los dirigentes autonómicos se felicitan, se dan palmadas en sus propias espaldas, y lanzan lágrimas de cocodrilo sobre las tumbas de los difuntos, la posible segunda oleada de la pandemia de COVID-19 empieza a ver su inicio. De nuevo, el personal sanitario pagará con sangre, sudor y lágrimas las penurias de una gestión ajena. De nuevo, la “crisis del COVID-19”, que no ha hecho más que exacerbar las consecuencias de la anterior crisis económica, hará que el gobierno, independientemente de su color, haga un llamado a la población a “apretarse el cinturón y realizar sacrificios”, y estos sacrificios los pagaremos, de nuevo, los trabajadores. El mismo personal médico que ayer y hoy catalogan como “héroes”, serán números a recortar en una gráfica.

Desde el Partido Comunista Obrero Español nos solidarizamos con la lucha y las reivindicaciones de los MIR, y hacemos un llamado a los MIR a organizarse contra los atropellos laborales en sus centros sanitarios, de igual manera, llamamos a todo el personal sanitario a apoyar sus movilizaciones, pues hoy son ellos, pero mañana puede ser tu. De igual manera, llamamos a los MIR a solidarizarse con el resto de trabajadores sanitarios que sufren día a día la precarización, no solo en sus derechos laborales, sino también en su dignidad.

 ¡Pues solo la organización de los trabajadores puede frenar estos atropellos! ¡Unidad obrera como único camino!

 

¡Ni un paso atrás!

¡Todos somos MIR!

 

En València a 22 de julio de 2020

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en València

Metges Interns Residents a la vaga!

 

Els Metges Interns Residents (MIR) són aquells graduats en medicina que per a completar la seua formació es troben realitzant un període formatiu pràctic als hospitals.

Durant les pitjors setmanes de la pandèmia provocada per la COVID-19, alguns MIR realitzaven més de 200 hores al mes, i en algunes ocasions més de 31 hores seguides, tal com denuncia l’Associació MIR d’Espanya-AME. A canvi, l’única cosa que han rebut ha sigut una retallada dels seus sous i falses lloances al seu treball.

A conseqüència d’aquests atropellaments laborals, els MIR han convocat en diferents punts de l’Estat, una vaga indefinida. A València, la vaga començà dimarts 21 de juliol.

Ana Barceló, qui s’ha caracteritzat durant aquesta pandèmia per ser la veu de la insensatesa, amb innombrables faltes de respecte als sanitaris abans i durant la pandèmia, no ha dubtat en defugir de les crítiques i del diàleg amb els MIR. Malgrat no considerar-los “essencials” al ser personal en formació s’han imposat uns serveis mínims del 100% mentre es negava a entaular una negociació. Tenint en compte que els MIR no són personal essencial, en teoria, al no tindre aquests la “formació pràctica” necessària, quin sentit té imposar un servei mínim del 100%? No deuria la sanitat pública sustentar-se àmpliament sense aquest personal?

Des del PCOE ja vam exigir la dimissió d’Ana Barceló pels seus innombrables atropellaments contra els treballadors sanitaris i contra la salut pública. Hui de nou, insistim en la necessitat d’eliminar aquesta persona de la direcció de la sanitat pública valenciana, però a més denunciem la manera sistemàtica en la qual la precarietat de les ocupacions, fins i tot públiques, serveixen per a reduir costos, com en el cas dels MIR, augmentar beneficis d’empreses privades, com en el cas dels TES i perjudicar en tots els casos la sanitat pública i els drets laborals dels treballadors. Hem d’exigir, sens dubte, la dimissió d’Ana Barceló i la resta de gestors de la sanitat valenciana, però d’igual manera hem de denunciar el propi sistema que encarna el problema i atallar-lo d’arrel.

Per part seua, Compromís, soci de govern del PSPV, Ciutadans, muleta del PP a Madrid, i Partit Popular no han dubtat en, de manera oportunista i cínica, posar bona cara a les reivindicacions dels MIR. Tots ells, en major o menor mesura, en un nivell o altre de les institucions de l’Estat, han sigut i són còmplices del desmantellament de la sanitat pública i la precarietat dels treballadors sanitaris. Això és mostra de que l’espectre polític burgés, d’un extrem a un altre, només compleix uns interessos econòmics superiors al seu suposat paper. Es diga patronal d’ambulàncies, es diga UE a través de les retallades socials a fi de complir objectius de dèficit o es diga patronal de residències d’ancians, qui gestiona és el govern, qui decideix, és el poder econòmic.

Mentre els dirigents autonòmics es feliciten, es donen palmades en la seua pròpia esquena, i llancen llàgrimes de cocodril sobre les tombes dels difunts, la possible segona onada de la pandèmia de COVID-19 comença a veure el seu inici. De nou, el personal sanitari pagarà amb sang, suor i llàgrimes les penúries d’una gestió aliena. De nou, la “crisi del COVID-19”, que no ha fet més que exacerbar les conseqüències de l’anterior crisi econòmica, farà que el govern, independentment del seu color, faça un cridat a la població a “estrényer-se el cinturó i realitzar sacrificis”, i aquests sacrificis els pagarem de nou els treballadors. El mateix personal mèdic que ahir i hui cataloguen com a “herois” seran números a retallar en una gràfica.

Des del Partit Comunista Obrer Espanyol ens solidaritzem amb la lluita i les reivindicacions dels MIR, i fem un cridat als MIR a organitzar-se contra els atropellaments laborals en els seus centres sanitaris, d’igual manera, cridem a tot el personal sanitari a donar suport a les seues mobilitzacions, perquè hui són ells, però demà pot ser la teua. D’igual manera, cridem els MIR a solidaritzar-se amb la resta de treballadors sanitaris que pateixen dia a dia la precarietat, no sols en els seus drets laborals, sinó també en la seua dignitat.

Perquè només l’organització dels treballadors pot frenar aquests atropellaments! Unitat obrera com a únic camí!

 

Ni un pas arrere!

Tots som MIR!

 

A València a 22 de juliol de 2020

 

Comitè Regional del Partit Comunista Obrer Español (PCOE) a València




La explotación criminal capitalista detrás de los rebrotes de COVID-19 en Lleida [ESP/CAT]

Todos los años un gran número de trabajadores viajan hacia Lleida desde distintas partes del Estado español para trabajar en el campo al iniciarse la campaña de recogida de fruta entre abril y mayo. La gran mayoría de los trabajadores son inmigrantes, y muchos carentes de nacionalidad española o permiso de residencia. Los mal llamados “sin papeles” se ven forzados a aceptar unas condiciones pésimas de trabajo en las que los payeses y demás cooperativas, al más puro estilo del caciquismo, se aprovechan sin escrúpulos al pagarles sueldos de absoluta miseria por recoger manzanas, peras, fresas, melocotones en los campos de la comarca del Segriá, en la provincia de Lleida, para las distintas empresas de la agroindustria.

Este año, a causa de la pandemia, muchos más trabajadores han ido al campo a intentar ganarse la vida al perder sus empleos habituales en otras ciudades. Además, desde diversas webs y aplicaciones destinadas a la búsqueda de empleo, se han incrementado las ofertas de trabajo en el sector de la recogida de fruta. Desde ETTs también se repartieron salvoconductos para que temporeros de otras zonas fueran hacia Lleida.

Al aparecer nuevos rebrotes en la provincia, estos trabajadores han sido discriminados y culpabilizados. Ahora muchos se han quedado sin trabajo como consecuencia de las condiciones de seguridad, sanitarias e higiénicas para el trabajo por parte de los caciques. En muchos casos no tenían ni siquiera gel hidroalcohólico, mascarillas, y si las tenían, las debían utilizar a lo largo de toda una semana, al igual que EPI’s y la falta de test PCR para controlar a los infectados y las cadenas de transmisión de la enfermedad. Esto no es nada nuevo, todos los años han estado durmiendo al raso, o con suerte en granjas abandonadas donde antes había ganado y al reproducir las miserables condiciones infrahumanas y miserables impuestas por los empresarios, los rebrotes han sido inevitables.

Diversas organizaciones sociales de la zona llevan denunciando esta terrible situación desde hace años, y por parte de las instituciones nunca han tomado medidas para atajar esta situación laboral de los trabajadores del campo, que sufren la explotación más descarnada de una burguesía cacique y criminal. Las instituciones del Estado burgués, empezando por la Inspección de Trabajo, están más para servir al Empresario que para perseguir sus atropellos, y eso la pandemia de la COVID-19 lo ha mostrado con toda su crudeza. Este año con el peligro de la pandemia se habilitaron algunos pabellones para poder controlar la situación de un posible rebrote, pero los resultados han mostrado que estos parches han sido del todo insuficientes.

Pero la cosa no acaba aquí. Decretado el confinamiento de diversas poblaciones de la comarca del Segrià (Lleida capital incluida) el pasado 3 de julio, los recogedores de fruta se sienten engañados al no poder trabajar, habiéndoles asegurado un puesto de trabajo para toda la temporada y, aparte, están atrapados en una localidad que no es la suya como consecuencia del confinamiento. Las fuerzas policiales impiden la libre circulación, bloqueando todas las salidas con lo que las personas que se han visto atraídas al campo pero que venían de zonas costeras en las que podrían estar ganándose la vida ahora mismo, no pueden acudir a sus puestos de trabajo habituales. Una negación total del derecho al trabajo.

Por mucha pandemia que haya, la producción no puede parar y aunque en la actualidad se estén alcanzando niveles de contagio equiparables al momento en el que se decretó el Estado de alarma, para la economía capitalista es inviable volver al confinamiento, cerrar negocios y cerrar fronteras. La lógica capitalista actúa de esta manera, no hay ningún tipo de planificación y el caos reina sin excepción, siendo el pueblo trabajador el más vulnerable en estos casos, sin olvidarnos del racismo que sufren siendo a ojos de los empresarios trabajadores de segunda de los que sacar más negocio pagándoles salarios de auténtica miseria, sobreexplotándolos. Ahora les han condenado a sobrevivir en la mendicidad sufriendo las consecuencias de la nefasta gestión los capitalistas que vulnera todos los derechos a los trabajadores, que desprecia el más elemental humanismo con tal de ampliar ganancias provenientes de la brutal explotación laboral.

Ante esta situación tan precaria sabemos de buena mano que desde las instituciones van a seguir haciendo oídos sordos a las quejas de diversas asociaciones y activistas por los derechos de los inmigrantes o de los trabajadores del campo, y es que el Estado está para servir al burgués, para despejarle el camino de la explotación más descarnada. Desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya hacemos un llamamiento los trabajadores inmigrantes, una parte de la clase obrera que sufre con más violencia si cabe la explotación y  el maltrato del capitalista, para que se sumen a la lucha por la conquista de sus derechos, alejándose de los discursos oportunistas que les prometen una vida mejor dentro de un sistema criminal, quebrado y putrefacto que nos explota de manera inmisericorde y que nos niega la vida al conjunto de la clase obrera. Nadie nos dará nada si no lo tomamos nosotros mismos con nuestras propias manos.

La única forma de conseguir la tan ansiada y necesaria reforma agraria – que entregue las tierras y su riqueza a disposición de los trabajadores – es la lucha revolucionaria de los trabajadores del campo unidos con sus hermanos trabajadores en las zonas urbanas uniendo las luchas de los diferentes sectores que componen la clase obrera en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado, conformando un Frente Único del Pueblo que nos permita derrocar revolucionariamente al capitalismo y construir el socialismo, única alternativa que tenemos la clase obrera y demás clases laboriosas para poder conseguir una vida digna y acabar con el capitalismo criminal que  explota de manera salvaje al pueblo trabajador.

 

¡Por el Frente Único del Pueblo!

¡Por la unidad de la clase obrera!

¡Por el socialismo!

Barcelona, 22 de julio de 2020

COMITÉ NACIONAL DEL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA (P.C.O.C.)

L’explotació criminal capitalista darrere dels rebrots de COVID-19 a Lleida

 

Tots els anys un gran nombre de treballadors viatgen cap a Lleida des de diferents parts de l’Estat espanyol per a treballar en el camp quan s’inicia la campanya de recollida de fruita entre l’abril i el maig. La gran majoria dels treballadors són immigrants, i molts mancats de nacionalitat espanyola o permís de residència. Els mal anomenats “sense papers” es veuen forçats a acceptar unes condicions pèssimes de treball a les quals els pagesos i altres cooperatives, al més pur estil del caciquisme, s’aprofiten sense escrúpols pagant-los sous d’absoluta misèria per recollir pomes, peres, maduixes, préssecs en els camps de la comarca del Segrià, a la província de Lleida, per a les diferents empreses de l’agroindústria.

Enguany, a causa de la pandèmia, molts més treballadors han anat al camp a intentar guanyar-se la vida en perdre les seves ocupacions habituals en altres ciutats. A més, des de diverses webs i aplicacions destinades a la cerca d’ocupació, s’han incrementat les ofertes de treball en el sector de la recollida de fruita. Des de ETTs també es van repartir salconduits perquè temporers d’altres zones anessin cap a Lleida.

En aparèixer nous rebrots a la província, aquests treballadors han estat discriminats i culpabilitzats. Ara molts s’han quedat sense treball a conseqüència de les condicions de seguretat, sanitàries i higièniques per al treball per part dels cacics. En molts casos no tenien ni tan sols gel hidroalcòlic, mascaretes, i si les tenien, les havien d’utilitzar al llarg de tota una setmana, igual que EPI’s i la falta de test PCR per a controlar als infectats i les cadenes de transmissió de la malaltia. Això no és res nou, tots els anys han estat dormint al ras, o amb sort en granges abandonades on abans hi havia bestiar i en reproduir les miserables condicions infrahumanes i miserables imposades pels empresaris, els rebrots han estat inevitables.

Diverses organitzacions socials de la zona porten denunciant aquesta terrible situació des de fa anys, i per part de les institucions mai han pres mesures per a atallar aquesta situació laboral dels treballadors del camp, que pateixen l’explotació més descarnada d’una burgesia cacic i criminal. Les institucions de l’Estat burgès, començant per la Inspecció de Treball, estan més per a servir a l’Empresari que per a perseguir els seus atropellaments, i això la pandèmia de la COVID-19 ho ha mostrat amb tota la seva cruesa. Aquest any amb el perill de la pandèmia es van habilitar alguns pavellons per a poder controlar la situació d’un possible rebrot, però els resultats han mostrat que aquests pedaços han estat del tot insuficients.

Però la cosa no acaba aquí. Decretat el confinament de diverses poblacions de la comarca del Segrià (Lleida capital inclosa) el passat 3 de juliol, els recollidors de fruita se senten enganyats al no poder treballar, havent-los assegurat un lloc de treball per a tota la temporada i, a part, estan atrapats en una localitat que no és la seva a conseqüència del confinament. Les forces policials impedeixen la lliure circulació, bloquejant totes les sortides amb el que les persones que s’han vist atretes al camp però que venien de zones costaneres en les quals podrien estar guanyant-se la vida ara mateix, no poden acudir als seus llocs de treball habituals. Una negació total del dret al treball.

Per molta pandèmia que hi hagi, la producció no pot parar i encara que en l’actualitat s’estiguin aconseguint nivells de contagi equiparables al moment en el qual es va decretar l’Estat d’alarma, per a l’economia capitalista és inviable tornar al confinament, tancar negocis i tancar fronteres. La lògica capitalista actua d’aquesta manera, no hi ha cap mena de planificació i el caos regna sense excepció, sent el poble treballador el més vulnerable en aquests casos, sense oblidar-nos del racisme que pateixen sent a ulls dels empresaris treballadors de segona dels quals treure més negoci pagant-los salaris d’autèntica misèria, sobreexplotant-los. Ara els han condemnat a sobreviure en la mendicitat patint les conseqüències de la nefasta gestió els capitalistes que vulnera tots els drets als treballadors, que menysprea el més elemental humanisme amb la condició d’ampliar guanys provinents de la brutal explotació laboral.

Davant d’aquesta situació tan precària sabem de bona mà que des de les institucions continuaran tancant l’orella a les queixes de diverses associacions i activistes pels drets dels immigrants o dels treballadors del camp, i és que l’Estat està per a servir al burgès, per aclarir-li el camí de l’explotació més descarnada. Des del Partit Comunista Obrer de Catalunya fem una crida als treballadors immigrants, una part de la classe obrera que sofreix amb més violència si cap l’explotació i  el maltractament del capitalista, perquè se sumin a la lluita per la conquesta dels seus drets, allunyant-se dels discursos oportunistes que els prometen una vida millor dins d’un sistema criminal, fraccionat i putrefacte que ens explota de manera immisericorde i que ens nega la vida al conjunt de la classe obrera. Ningú ens donarà res si no ho prenem nosaltres mateixos amb les nostres pròpies mans.

L’única manera d’aconseguir la tan anhelada i necessària reforma agrària – que lliuri les terres i la seva riquesa a la disposició dels treballadors – és la lluita revolucionària dels treballadors del camp units amb els seus germans treballadors en les zones urbanes unint les lluites dels diferents sectors que composen la classe obrera en una única lluita de classes contra el capitalisme i el seu Estat, conformant un Front Únic del Poble que ens permeti enderrocar revolucionàriament al capitalisme i construir el socialisme, única alternativa que tenim la classe obrera i altres classes laborioses per a poder aconseguir una vida digna i acabar amb el capitalisme criminal que  explota de manera salvatge al poble treballador.

 

Pel Front Únic del Poble!

Per la unitat de la classe obrera!

Pel socialisme!

Barcelona, 22 de juliol de 2020

COMITÈ NACIONAL DEL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA (P.C.O.C.)




La Inspección de Trabajo o cómo blanquear a la burguesía

La crisis de la COVID-19 está desenmascarando, todavía más, a todas las instituciones del Estado como lo que son, organismos a la disposición de la burguesía con el único objetivo de servirle en sus intereses de clase. Así, la Inspección de Trabajo está cumpliendo su indecente tarea, que no es otra que la de blanquear las decisiones empresariales de los dueños de los medios de producción y retorcer al máximo las leyes para amoldarlas a la explotación de los trabajadores que se produce en los centros de trabajo.

Uno de las decenas millares de ejemplos de cómo la Inspección de Trabajo ha permitido a las empresas poner en riesgo la salud de los trabajadores lo encontramos en la planta cárnica de Rafelbunyol, donde CCOO -un sindicato del régimen, nada sospechoso de ser enemigo del sistema capitalista- denunció a la Inspección de Trabajo porque la empresa no proporcionaba mascarillas a los trabajadores ni aseguraba los dos metros de distancia entre ellos.

La versión de la empresa sobre el dictamen de la Inspección de Trabajo difiere de la de Comisiones Obreras, ya que aseguran que la valoración fue positiva y que les comunicaron que estaban actuando de forma correcta. Desde UGT, el otro sindicato con representación en el comité de empresa, apuntaban que, según la información que obra en su poder, la Inspección “no detectó ninguna irregularidad y no arrojó ningún resultado”.

Como vemos, la Inspección de Trabajo permitió que se produjera este brote de COVID-19 de la localidad valenciana de Rafelbunyol, ya que no se ha cerrado esta fábrica donde surgieron los contagios, que debería haber sido la primera medida para evitar el brote. Y es que la Inspección de Trabajo no va a tomar nunca decisiones que afecten a la productividad de las empresas, aunque estén en juego las vidas de los trabajadores.

Observamos con toda claridad como la Inspección de Trabajo está jugando un papel fundamental en el Estado capitalista: sus informes y resoluciones son ambiguas si la ilegalidad de la empresa es manifiesta, blanqueando su forma de actuar en todo momento.

Esto sirve a los sindicatos traidores, como son CCOO y UGT, para abandonar las justas luchas y que cunda el desánimo entre los trabajadores, dando la sensación de que nada se puede hacer contra la empresa y promoviendo, con ello, la desorganización.

Esta es una realidad conocida a la que se enfrentan todos los sindicalistas combativos y de clase. Por ello, el sindicalismo de clase y combativo es esencial y debemos reforzarlo todo lo posible. Este sindicalismo tiene la tarea de mostrar a los trabajadores la inviabilidad de la vida del trabajador en el sistema capitalista, enseñándole el carácter de clase de todas las instituciones de este Estado criminal, como lo es la Inspección de trabajo, y mostrarle la necesidad de la superación del sistema capitalista y la consecución de un sistema superior, el socialismo, cómo única salida que tiene la clase obrera para lograr la vida digna que merece.

La Federación Sindical Mundial (FSM) y sus sindicatos adheridos en el Estado español, son el espacio sindical donde los comunistas debemos desempeñar estas tareas, imposibles de lograr en los sindicatos amarillos -muchos de ellos adheridos a la Confederación Sindical Internacional (CCOO, UGT, ELA y USO)-, y avanzar en la superación del capitalismo y la construcción del socialismo. La construcción de una única central sindical que trabaje bajo los principios del sindicalismo de clase de la FSM es necesaria para el logro de los objetivos revolucionarios.

El proletariado no le puede tener ninguna fe en este sistema moribundo que es el capitalismo, en su fase imperialista. Se demuestra día a día como se agudizan las contradicciones de este y cómo la vida para el obrero en él es cada día más difícil y miserable, por lo que es imperiosa la necesidad de organizar a la clase con el objetivo de derribar este sistema criminar y sentar las bases del socialismo.

 

¡POR LA UNIDAD DEL SINDICALISMO DE CLASE, POR EL FORTALECIMIENTO DE LA FSM!

¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Secretaría de Movimiento Obrero y de Masas del Comité Central del PCOE




El conflicto en la Nissan quita las caretas del oportunismo [ESP/CAT]

Los trabajadores de la Nissan en Catalunya llevan más de un mes en huelga indefinida contra el cierre de las plantas de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca. Ante esta situación, una gran cantidad de partidos y sindicatos han corrido a tomar posiciones frente al conflicto y a aportar sus “soluciones”. Sin embargo, el actual cierre de la Nissan no responde a unos hechos aislados, casuales o puntuales, sino que parten de un plan por parte de los monopolios, asumido por sus Estados títeres, por lo que es necesario hacer un repaso exhaustivo de la situación y tener en cuenta todos los hechos que rodean al caso. Es necesario entender la naturaleza del capitalismo, su desarrollo que inevitablemente lo lleva al surgimiento de los grandes monopolios, al imperialismo y cómo éstos han respondido ante las crisis permanente que vive el sistema durante décadas y que a cada medida que adoptan lo que hacen es acentuar la profundidad de la crisis en la que el capitalismo se halla instalado.

Desde el Partido no nos hemos cansado de denunciar y de exponer que la COVID-19 ha sido una baza perfecta para los monopolios de imponer una serie de cambios y de reformas en el sistema productivo. Dicha baza la han explotado con mucha vivacidad y gran éxito para implantar medidas tales como el desarrollo e implantación del teletrabajo, el cual atomiza al trabajador, alejándolo de otros compañeros intentando socavar la organización de los trabajadores en los centros de trabajo. Además, el imperialismo convierte el desarrollo tecnológico y científico, que por su propia naturaleza deberían ayudar al trabajador haciendo su trabajo más sencillo y reduciendo su jornada laboral, en el mayor enemigo del obrero. Marx ya señalaba sobre la automatización del trabajo – que hoy recibe el nombre de  robotización de la producción – que simplificaba el trabajo del obrero y le podría permitir una mayor producción en menos tiempo, pero que bajo el capitalismo la burguesía lo que hace es echar más gente a la calle aumentando así el paro forzoso y el ejército de reserva, además de llevar a la pequeña y mediana burguesía a la ruina, destruir a las PYMES que se ponen en su camino. El desarrollo de la robotización  y la distribución del trabajo a nivel internacional por parte de los monopolios acelera la deslocalización de la industria radicada en países destinados a desarrollar su economía en el sector servicios hacia los países encargados de la producción industrial  – fundamentalmente Asía y parte del continente americano – implicando todo ello no sólo la deslocalización de las multinacionales en Cataluña y en el resto del Estado español y la consiguiente destrucción de puestos de trabajo sino que, con ello, también se produce la destrucción de lo que se denomina la industria auxiliar que acentúa la destrucción de puestos de trabajo y el desmantelamiento total del tejido industrial; reflejándose esto en lo que está pasando con NISSAN en Barcelona hoy.

Los monopolios para optimizar la producción y acrecentar la tasa de ganancia monopolista no dudan en distribuir el trabajo a nivel mundial. Esta distribución internacional del trabajo la determinan en sus asociaciones imperialistas internacionales – OCDE, UE, Club Bildelberg, Comisión Trilateral, etcétera – utilizando a sus sucursales – los Estados-nación – para que ejecuten sus órdenes estableciendo las medidas de índole político y económico pertinentes para llevar a término la voluntad de los monopolios. Todo esto nos lleva al caso del Estado español, que con el apoyo de sus sindicatos continúan la desindustrialización y privatización, la cual sufren los trabajadores desde los años 70 del siglo pasado, acentuada tras la firma de los Pactos de la Moncloa siendo el precio pagado por el pueblo para que la burguesía monopolista del Estado español pudiera integrarse en la Unión Europea, antaño Comunidad Económica Europea.

Toda ésta planificación y distribución de la producción a nivel mundial viene a retorcer aún más las contradicciones en las que el capitalismo está inmerso, los Estados nación han entregado la soberanía nacional constituyéndose en auténticas marionetas de los monopolios. El desarrollo del imperialismo, y su distribución mundial del trabajo, nos muestra que para los imperialistas  el Estado español tiene que centrar su economía en el sector terciario y, fundamentalmente, en el turismo y en esa lógica debe completarse la deslocalización total de la industria hacia las zonas o regiones del mundo cuya economía se centre en el sector secundario, industrial, y convertir la economía española en una economía fundamentada en ser el turismo y en el ocio empobreciéndose cada vez más los trabajadores del Estado español.

Esta es la razón por la que los trabajadores de NISSAN y las empresas auxiliares se quedarán en la calle, negándosele por tanto su derecho al trabajo que implica la negación a los medios de vida en este sistema. Ante este escenario, los partidos del capital han adoptado dos posiciones, por un lado la derecha pide al Gobierno que se dé más dinero público a los empresarios para que éstos mantengan las producciones en el Estado español, mientras la ‘izquierda’ del sistema ha ido tomando posiciones oportunistas que no tienen en cuenta la realidad material tanto en sus discursos como en sus actos, de tal modo que “amenazan” con la nacionalización de las empresas que se deslocalizan.

Así, escuchamos hoy a los representantes de partidos burgueses por todo el país llenarse la boca con “la nacionalización” de la Nissan y reorientar su producción, como decía Iñigo Errejón en sus redes sociales o nacionalización y empatía como difundía Gabriel Rufián por su Twitter y en el Congreso de los Diputados. Por supuesto, también el vicepresidente Pablo Iglesias hablaba de su posible nacionalización durante su segunda intervención en la comisión de reconstrucción del Congreso alegando que es compatible con la Constitución, cómo si eso ya fuera más que suficiente. Pero parece que se les olvida que todos ellos son unos firmes defensores de la Unión Europea y demás agrupaciones imperialistas, y que todos ellos han alabado sus medidas y en ninguna ocasión se han opuesto a la voluntad de los monopolios. Y es que como hemos visto, la Unión Europea y la OCDE están defendiendo la distribución internacional del trabajo realizado por los monopolios y el desmantelamiento de la industria en el Estado español, como lo fue la minería, es su obra. Por tanto, es indigno ver a representantes de ERC o de PODEMOS señalar que están con los trabajadores de NISSAN y, a la par, defender con uñas y dientes a la UE y demás agrupaciones imperialistas que es donde se determinan las deslocalizaciones y la distribución internacional del trabajo.

A los que hablan de nacionalización de la Nissan delante de las cámaras, pero luego resulta que es todo papel mojado porque ni se plantean desafiar a la Unión Europea ni mucho menos a los monopolios que la controlan, sólo se les puede denominar de una forma: oportunistas. Su interés es aparentar que dan la cara para que les votemos, mientras a la hora de la verdad venden a los trabajadores para sostener sus privilegios, sus prebendas. ¿Cómo puede Alberto Garzón hablar de hacer un plan de reindustrialización mientras Izquierda Unida se excusa con que la Unión Europea les ata de pies y manos en otras cuestiones? ¿Cómo puede hablar Gabriel Rufián de nacionalización cuando en Catalunya gobernaron junto al PSC e ICV-Esquerra Unida durante siete años en los que se perdió una gran cantidad de tejido industrial y desde la Conselleria de Treball firmaron todos los EREs y ERTEs habidos y por haber o, por ejemplo, imponiendo el plan Bolonia a base de palizas a estudiantes? Por no hablar de toda la privatización de los servicios públicos que llevaron a cabo de la mano de la corrupta CiU. Cabe recordar que en Catalunya ya existía una empresa dedicada a los vehículos de propiedad estatal, la “PEGASO” y que fue vendida al grupo italiano IVECO en 1994. A su vez cabe recordar aquí el caso justamente de la NISSAN en 2011, donde UGT traicionó a los trabajadores y los arrastró a la mayor indignidad, como fue votar favorable la traición que UGT y USO ya habían perpetrado. Todo esto fue votado y apoyado por los propios trabajadores que se dejaron arrastrar por promesas vacías, como se ha comprobado 9 años después. De la NISSAN hay que extraer enseñanzas, entre ellas, que los trabajadores no deben ceder jamás a las pretensiones de los capitalistas y que hay que desterrar del movimiento obrero a los sindicatos del Capital financiados por el Estado como son CCOO y UGT. Los trabajadores en el centro de trabajo deben organizarse para defender sus condiciones de trabajo en el sindicalismo de clase fortaleciendo los sindicatos de la FSM y deben organizarse política e ideológicamente desde los centros de trabajo en el Partido para derrocar al capitalismo y construir el socialismo.

El imperialismo supone hoy un freno objetivo al desarrollo de las fuerzas productivas y al desarrollo del ser humano. La única manera de desarrollarnos como sociedad sería destruir esas relaciones de producción anticuadas que suponen un freno y armonizar las mismas al desarrollo de las fuerzas productivas, de tal modo que seamos los trabajadores los que seamos dueños de los medios de producción y planifiquemos la economía y la producción en base a nuestros intereses siendo dueños totales de lo que producimos. Dar otro discurso es engañar a la clase trabajadora y aturdir su conciencia de clase para alargar la corrupta y decrépita existencia del sistema capitalista caduco.

Por ello desde el Partit Comunista Obrer de Catalunya decimos y proclamamos que no hay otra salida para el pueblo que acabar con el capitalismo y construir el socialismo. Es el momento de que todos los sectores que conforman la clase obrera unan sus luchas en una única lucha de clases contra el capitalismo y su Estado, conformando un Frente Único del Pueblo que sirva no sólo como instrumento de unidad de la clase obrera para organizar dicha lucha sino también que progresivamente se vaya constituyendo en contrapoder obrero con el que podamos contrarrestar el poder del Estado burgués. Asimismo, hacemos un llamamiento a todos los obreros a organizarse sindicalmente en las fábricas y en las empresas bajo la bandera del sindicalismo de clase, fortaleciendo a los sindicatos de la FSM y uniendo a los trabajadores y las luchas de las distintas fábricas y sectores en una única lucha contra la Patronal y por la socialización de todas las empresas. Por último, también hacemos un llamamiento a los obreros más avanzados en términos de conciencia de clase a unirse al PCOC para fortalecer las filas del Partido, lo cual es esencial para que la clase obrera pueda llevar a término su misión histórica: Derrocar el capitalismo y construir el socialismo.

 

¡Fuera de la UE, abajo el imperialismo!

¡Por la unidad y la organización de la clase obrera!

¡Derroquemos al capitalismo y construyamos el socialismo!

 

Barcelona, 15 de junio de 2020

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya (P.C.O.C.)

El conflicte a la Nissan treu les caretes de l’oportunisme

 

Els treballadors de la Nissan a Catalunya porten més d’un mes en vaga indefinida contra el tancament de les plantes de Zona Franca, Montcada i Reixac i Sant Andreu de la Barca. Davant d’aquesta situació, una gran quantitat de partits i sindicats han corregut a prendre posicions enfront del conflicte i a aportar les seves “solucions”. No obstant això, l’actual tancament de la Nissan no respon a uns fets aïllats, casuals o puntuals, sinó que parteixen d’un pla per part dels monopolis, assumit pels seus Estats titelles, per la qual cosa és necessari fer un repàs exhaustiu de la situació i tenir en compte tots els fets que envolten al cas. És necessari entendre la naturalesa del capitalisme, el seu desenvolupament que inevitablement el porta al sorgiment dels grans monopolis, a l’imperialisme i com aquests han respost davant les crisi permanent que viu el sistema durant dècades i que a cada mesura que adopten accentua la profunditat de la crisi en la qual el capitalisme es troba instal·lat.

Des del Partit no ens hem cansat de denunciar i d’exposar que la COVID-19 ha estat una jugada perfecta per als monopolis d’imposar una sèrie de canvis i de reformes en el sistema productiu. Aquesta jugada l’han explotat amb molta vivacitat i gran èxit per a implantar mesures com ara el desenvolupament i implantació del teletreball, el qual atomitza al treballador, allunyant-lo d’altres companys intentant soscavar l’organització dels treballadors en els centres de treball. A més, l’imperialisme converteix el desenvolupament tecnològic i científic, que per la seva pròpia naturalesa haurien d’ajudar al treballador fent el seu treball més senzill i reduint la seva jornada laboral, en el major enemic de l’obrer. Marx ja assenyalava sobre l’automatització del treball – que avui rep el nom de robotizació  de la producció –que simplificava el treball de l’obrer i li podria permetre una major producció en menys temps – però que sota el capitalisme la burgesia el que fa és deixar a més gent al carrer augmentant així l’atur forçós i l’exèrcit de reserva, a més de portar a la petita i mitjana burgesia a la ruïna, destruir a les PIMES que es posen en el seu camí. El desenvolupament de la robotizació  i la distribució del treball a nivell internacional per part dels monopolis accelera la deslocalització de la indústria radicada en països destinats a desenvolupar la seva economia en el sector serveis cap als països encarregats de la producció industrial  –  fonamentalment Àsia i part del continent americà  – implicant tot això no sols la deslocalització de les multinacionals a Catalunya i  en la resta de l’Estat espanyol i la consegüent destrucció de llocs de treball sinó que també es produeix la destrucció del que es denomina la indústria auxiliar que accentua la destrucció de llocs de treball i el desmantellament total del teixit industrial; reflectint-se així en el que està passant amb NISSAN a Barcelona avui.

Els monopolis, per a optimitzar la producció i fer créixer la taxa de guany monopolista no dubten en distribuir el treball a nivell mundial. Aquesta distribució internacional del treball la determinen en les seves associacions imperialistes internacionals – OCDE, UE, Club Bildelberg, Comissió Trilateral, etcètera – utilitzant a les seves sucursals – els Estats-nació –  perquè executin els seus ordres establint les mesures d’índole polític i econòmic pertinents per a portar a terme la voluntat dels monopolis. Tot això ens porta al cas de l’Estat espanyol, que amb el suport dels seus sindicats continuen la desindustrialització i privatització, la qual sofreixen els treballadors des dels anys 70 del segle passat, accentuada després de la signatura dels Pactes de la Moncloa sent el preu pagat pel poble perquè la burgesia monopolista de l’Estat espanyol pogués integrar-se a la Unió Europea, antany Comunitat Econòmica Europea.

Tota aquesta planificació i distribució de la producció a nivell mundial ve a retorçar encara més les contradiccions en les quals el capitalisme està immers, els Estats nació han lliurat la sobirania nacional constituint-se en autèntiques marionetes dels monopolis. El desenvolupament de l’imperialisme, i la seva distribució mundial del treball, ens mostra que per als imperialistes  l’Estat espanyol ha de centrar la seva economia en el sector terciari i, fonamentalment, en el turisme i en aquesta lògica ha de completar-se la deslocalització total de la indústria cap a les zones o regions del món l’economia del qual se centri en el sector secundari, industrial, i convertir l’economia espanyola en una economia fonamentada en el  turisme i en l’oci empobrint cada vegada més als treballadors de l’Estat espanyol.

Aquesta és la raó per la qual els treballadors de NISSAN i les empreses auxiliars es quedaran al carrer, negant-se-li tant el seu dret al treball que implica la negació als mitjans de vida en aquest sistema. Davant aquest escenari, els partits del capital han adoptat dues posicions, d’una banda la dreta demana al Govern que es donin més diners públics als empresaris perquè aquests mantinguin les produccions en l’Estat espanyol mentre “l’esquerra” del sistema ha anat prenent posicions oportunistes que no tenen en compte la realitat material tant en els seus discursos com dels seus actes, de tal manera que “amenacen” amb la nacionalització de les empreses que es deslocalitzen.

Així, escoltem avui als representants de partits burgesos per tot el país omplir-se la boca amb “la nacionalització” de la Nissan i reorientar la seva producció, com deia Iñigo Errejón en les seves xarxes socials o nacionalització i empatia com difonia Gabriel Rufián pel seu Twitter i en el Congrés dels Diputats. Per descomptat, també el vicepresident Pablo Iglesias parlava de la possible nacionalització durant la seva segona intervenció en la comissió de reconstrucció del Congrés al·legant que és compatible amb la Constitució, com si això ja fos més que suficient. Però sembla que se’ls oblida que tots ells són uns ferms defensors de la Unió Europea i altres agrupacions imperialistes, i que tots ells han lloat les seves mesures i en cap ocasió s’han oposat a la voluntat dels monopolis. I és que com hem vist, la Unió Europea i l’OCDE estan defensant la distribució internacional del treball realitzat pels monopolis i el desmantellament de la indústria en l’Estat espanyol, com per exemple la mineria, en el seu moment. Per tant, és indigne veure a representants d’ERC o de PODEMOS assenyalar que estan amb els treballadors de NISSAN i, a l’una, defensar amb ungles i dents a la UE i altres agrupacions imperialistes que és on es determinen les deslocalitzacions i la distribució internacional del treball.

Als que parlen de nacionalització de la Nissan davant de les cambres, però després resulta que és tot lletra morta perquè ni es plantegen desafiar a la Unió Europea ni molt menys als monopolis que la controlen, només se’ls pot denominar d’una forma: oportunistes. El seu interès és aparentar que donen la cara perquè els votem, mentre a l’hora de la veritat venen als treballadors per a sostenir els seus privilegis, les seves prebendes. Com pot Alberto Garzón parlar de fer un pla de reindustrialització mentre Izquierda Unida s’excusa dient que la Unió Europea els lliguen de peus i mans en altres qüestions? Com pot parlar Gabriel Rufián de nacionalització quan a Catalunya van governar al costat del PSC i ICV-Esquerra Unida durant set anys en què es va perdre una gran quantitat de teixit industrial i des de la Conselleria de Treball van signar tots els ERTs i ERTOs haguts i per haver o, per exemple, imposant el pla Bolonya a base de pallisses a estudiants? Per no parlar de tota la privatització dels serveis públics que van dur a terme de la mà de la corrupta CiU. Cal recordar que a Catalunya ja existia una empresa dedicada als vehicles de propietat estatal, la “PEGASO” i que va ser venuda al grup italià IVECO en el 1994. Alhora cal recordar aquí el cas justament de la NISSAN al 2011, on UGT va trair als treballadors i els va arrossegar a la major indignitat, com va ser votar favorable la traïció que UGT i USO ja havien perpetrat. Tot això va ser votat i secundat pels propis treballadors que es van deixar arrossegar per promeses buides, com s’ha comprovat 9 anys després. De la NISSAN cal extreure ensenyaments, entre elles, que els treballadors no han de cedir mai a les pretensions dels capitalistes i que cal fer fora del moviment obrer als sindicats del Capital finançats per l’Estat com són CCOO i UGT. Els treballadors en el centre de treball han d’organitzar-se per a defensar les seves condicions de treball en el sindicalisme de classe enfortint els sindicats de la FSM i han d’organitzar-se política i ideològicament des dels centres de treball en el Partit per a enderrocar al capitalisme i construir el socialisme.

L’imperialisme suposa avui un fre objectiu al desenvolupament de les forces productives i al desenvolupament de l’ésser humà. L’única manera de desenvolupar-nos com a societat seria destruir aquestes relacions de producció antiquades que suposen un fre i harmonitzar aquestes al desenvolupament de les forces productives, de tal manera que siguem els treballadors els que siguem amos dels mitjans de producció i planifiquem l’economia i la producció sobre la base dels nostres interessos sent amos totals del que produïm. Donar un altre discurs és enganyar a la classe treballadora i atordir la seva consciència de classe per a allargar la corrupta i decrèpita existència del sistema capitalista caduc.

Per això des del Partit Comunista Obrer de Catalunya diem i proclamem que no hi ha una altra sortida per al poble que acabar amb el capitalisme i construir el socialisme. És el moment de que tots els sectors que conformen la classe obrera uneixin les seves lluites en una única lluita de classes contra el capitalisme i el seu Estat, conformant un Front Únic del Poble que serveixi no sols com a instrument d’unitat de la classe obrera per a organitzar aquesta lluita sinó també que progressivament es vagi constituint el contrapoder obrer amb el qual puguem contrarestar el poder de l’Estat burgès. Així mateix, fem una crida a tots els obrers a organitzar-se sindicalment a les fàbriques i en les empreses sota la bandera del sindicalisme de classe, enfortint als sindicats de la FSM i unint als treballadors i les lluites de les diferents fàbriques i sectors en una única lluita contra la Patronal i per la socialització de totes les empreses. Finalment, també fem una crida als obrers més avançats en termes de consciència de classe a unir-se al PCOC per a enfortir les files del Partit, la qual cosa és essencial perquè la classe obrera pugui portar a terme la seva missió històrica: Enderrocar el capitalisme i construir el socialisme.

 

Fora de la UE, a baix l’imperialisme!

Per la unitat i l’organització de la classe obrera!

Enderroquem al capitalisme i construïm el socialisme!

Barcelona, 15 de juny de 2020

Comitè Nacional del Partit Comunista Obrer de Catalunya (P.C.O.C.)