La corrupción no tiene vacuna

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El PP ha demostrado nuevamente impregnar de corrupción todo aquello que toca. El último escándalo lo ha protagonizado Manuel Villegas, Consejero de Salud en la Región de Murcia desde 2017, al hacerse público que él, su esposa, María Teresa Martínez, y otros más de 400 altos cargos y funcionarios de los servicios centrales del Sistema Murciano de Salud han sido vacunados contra la covid-19 de manera fraudulenta. Cabe destacar, que entre las personas vacunadas se encuentra Esther Clavero, alcaldesa de Molina de Segura por el PSOE, demostrando una vez más que ambos partidos engañan por igual a la clase obrera murciana.

Ante la polémica, Manuel Villegas ha alegado que se ha vacunado debido a su condición de sanitario – profesión que no ejerce –, mientras que la edil de Molina de Segura ha manifestado haber sido “citada por prescripción facultativa por ser paciente oncológica de alto riesgo”. No solo se han vacunado de manera fraudulenta, ya que ciñéndonos al protocolo del propio Ministerio de Sanidad no son grupos de riesgo para la primera etapa de vacunación, sino que, además, se ríen de los trabajadores cuando las cifras estiman que en la Región existen todavía unos 1.000 sanitarios y residentes que no han recibido la vacuna todavía.

Manuel Villegas ha comparecido en un primer momento para disculparse y más tarde lo ha vuelto a hacer junto al Presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, para hacer efectiva su dimisión. El PP murciano defiende la conducta del Consejero de Salud calificándola de “intachable” mientras pide la dimisión de la edil de Molina. Por su parte,  el Partido Socialista de la Región de Murcia hace lo propio.

 

Un espectáculo lamentable, donde los principales partidos del Estado opresor, lacayos de los monopolios, se lanzan poco más que palabras en disputas interburguesas que no alteran un ápice el actual sistema explotador, donde la propiedad privada de los medios de producción descansa en manos de la burguesía parasitaria, que explota sin descanso al pueblo trabajador al tiempo que lo condena a la miseria y la muerte por su fraudulenta gestión de la crisis general del capitalismo y de la pandemia de la COVID-19.

Y, mientras tanto, Podemos acusa de corrupción al PP ignorando de manera deliberada que sus socios de gobierno están actuando de la misma forma. Y del mismo modo, el ala más radical del oportunismo regional, IU-Verdes Murcia, salía al paso para pedir la dimisión de Villegas. Por supuesto, nuestros conocidos oportunistas no tienen otra petición que sustituir a un corrupto por otro, engañando al pueblo con un discurso que da a entender que las penurias de la clase obrera se solucionarán con una gestión eficiente y honrada del Estado burgués, escondiendo deliberadamente el carácter de clase que subsiste en el Estado español hasta que este no sea derribado por el proletariado de forma revolucionaria. En definitiva, apostándolo todo por la conciliación de clases y el inútil parlamentarismo, en su incansable lucha por socavar cualquier ápice de movimiento obrero revolucionario.

Lo que ha pasado en Murcia es, en este caso, un ejemplo más de lo que ocurre a nivel estatal. Los partidos burgueses son los responsables de la mala gestión de la crisis económica y sanitaria que hemos presenciado durante 2020 y que, inevitablemente, estará también presente durante el proceso de vacunación que se va a acometer en 2021, como ya se está viendo.

No es posible que la clase trabajadora disponga de una sanidad pública de calidad dentro de los márgenes del capitalismo. Es por ello que se hace necesaria la instauración del Socialismo como etapa temprana del comunismo, para que cesen las privatizaciones, las corruptelas y el enriquecimiento de la burguesía a costa de la salud de la clase trabajadora.

 

Comité Regional del Partido Comunista Obrero Español (PCOE) en la Región de Murcia

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