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Syriza se desenmascara y estalla contra los jubilados griegos

La socialdemocracia griega, aquella que con su programa de Salónica decía abanderar la defensa de los derechos humanos del pueblo griego, reprimió con el uso de gases lacrimógenos y aerosol pimienta en el día de ayer la manifestación convocada por las asociaciones de jubilados por la defensa de las pensiones y contra los recortes de éstas llevados a cabo en sucesivas ocasiones por el ejecutivo de Alexis Tsipras.

Con casi dos años de legislatura, los griegos están comprobando de primera mano cómo de dañina puede ser la socialdemocracia para el pueblo trabajador. Syriza se presentó a las elecciones de enero del pasado año con un programa prácticamente caritativo y, después de dejar clara la derrota -cantada de antemano por los comunistas, por aquellos que conocen y aplican en materialismo dialéctico- frente al capital y sus instituciones aplicando un paquete de medidas aún más duras que las rechazadas en el referéndum del 5 de julio de 2015, el Gobierno de Alexis Tsipras -en la más absoluta bancarrota económica y moral- no encuentra más salida que la represión al pueblo trabajador y, en concreto en el día de ayer, a los jubilados que él mismo manda a la miseria aplicando inmisericordemente las políticas emanadas de la Unión Europea.

El informe publicado recientemente por la asociación Red Unida de Jubilados indica que cuatro de cada diez jubilados griegos perciben una pensión por debajo del umbral de pobreza relativa del país, establecido en los 665 euros al mes por la oficina de estadísticas nacional, Elstat. Son 1,2 millones de jubilados los que reciben esta miserable pensión, una cifra que aumenta hasta los seis de cada diez si se cuentan aquellos que reciben menos de 700 euros al mes.

Una situación agravada porque, según los datos de esta asociación, el 52% de los hogares griegos, fuertemente golpeados por el alto desempleo del país, viven -como ocurre en nuestro país- de las pensiones de sus mayores. Éstas, sin embargo, han descendido ya entre un 20% y un 50% con los sucesivos memorandos firmados por Alexis Tsipras, y aún lo harán más porque el Gobierno de Syriza realizará nuevos recortes, siguiendo implacablemente como hasta ahora los dictados del capital europeo.

Pese a esta situación, de la que Syriza es el principal responsable puesto que asumió y asume la gobernabilidad del país Griego tomando la decisión de subyugarse enteramente al sistema capitalista en lugar de combatirlo, Alexis Tsipras decidió ayer que las manifestaciones contra su Gobierno y, por ende, contra el capitalismo y sus criminales políticas antiobreras serán reprimidas, caiga quien caiga.

Con este miserable acto de ayer le deja bien claro a la clase obrera, no sólo griega sino del mundo entero, la verdadera faz de la socialdemocracia, su completa decadencia ideológica y su ira antiobrera, profundizando aún más en la crisis política del país y de la socialdemocracia en su conjunto y favoreciendo la desafección política de la clase trabajadora con la democracia burguesa, lo que allana inevitablemente el terreno al fascismo de Amanecer Dorado. Dan así toda la razón al Partido Comunista Griego (KKE), cuando decidieron no apoyar a Syriza por ser una falsa izquierda al servicio del capital.

El Partido Comunista Obrero Español se encuentra en la obligación de denunciar a Alexis Tsipras y a su Partido -Syriza- por sus repetidos actos contra la clase trabajadora griega, cada vez más gruesos y graves, que no hacen sino abrirle al fascismo la puerta del país de par en par, y hacemos un llamamiento al pueblo griego a desarrollar la lucha contra todos sus enemigos organizados en el partido de vanguardia de su clase, el Partido Comunista.

D. García – Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista Obrero Español (PCOE)